por Eliseo Sequeira, desde Montevideo, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Al principio el análisis era realizado comparando los datos de infectados y muertos, pero pronto pudimos apreciar que era más conveniente comparar los casos activos por millón de habitantes (ca/pmh ), pues ellos permitían una mejor medida de los riesgos de infección en cada destino, así como si el conjunto de medidas gubernamentales y comportamientos colectivos iban resultando en un control o descontrol de la enfermedad.

Evolución de Uruguay

Uruguay apostó a una "cuarentena responsable", manteniendo la libertad de sus habitantes y apelando a su sentido común, impulsando medidas básicas de control: distanciamiento social, uso de tapabocas y limpieza reiterada. racias a los buenos resultados desde mediados de junio se inició una reapertura progresiva de actividades, espaciadas cada 7-14 días, hacia una "nueva normalidad", donde lo principal era mantener las medidas para evitar la propagación del virus. Ayuda al país un sistema de salud sólido y universal,  la disponibilidad de agua potable y saneamiento, así como el desarrollo y producción local de test de detección.

Las malas noticias fueron la aparición de brotes de mayor o menor envergadura, todos los cuales fueron controlados gracias a un hisopado y seguimiento riguroso de los contactos con los infectados. Un problema recurrente está siendo la organización de fiestas y manifestaciones masivas, en las que decenas o cientos de personas se juntan sin ningún respeto por las medidas sanitarias, en una actitud que no se sabe si es inconciente, o procura el recrudecimiento de la epidemia por razones difíciles de entender en forma racional.

El mayor problema fue el brote en el sistema de salud, que provocó que en diez días prácticamente se duplicaran los casos activos. La rápida acción de aislamiento redujo la expansión de la enfermedad y logró contenerla, por lo que el nivel actual es de 55 ca/pmh.

¿Qué pasa en el resto?

Seguiremos centrándonos en los países considerados en las notas con esta metodología (15 de julio, 25 de julio y 4 de agosto), agregando en esta cuarta entrega a aquellos países que por alguna razón registren a Uruguay en su lista de "destino u origen seguro".

En casi todos los países siguen habiendo marchas y contramarchas. Lo importante es el resultado. Y como ya lo hemos expresado, en todos los casos la evolución responde a la combinación de políticas y comportamiento ciudadano. Todos son responsables.

Y exceptuando los vecinos (Argentina y Brasil), en el resto la mejor o única opción de llegar a Uruguay es la vía aérea.

De los países sudamericanos, sólo Chile mantuvo, aunque ligera, una reducción de los casos activos, estando actualmente en 874 ca/pmh.

Paraguay, aunque sigue siendo el que tiene menos casos activos después de Uruguay, venía mejorando progresivamente pero en los 10 últimos días duplicó sus casos activos pasando a 388 ca/pmh

Ecuador en estos 20 últimos días redujo significativamente sus casos activos, estando al 14 de agosto en 804 ca/pmh.

En el caso de Argentina, que venía creciendo rápidamente en el número de casos activos, afortunadamente en los últimos diez días mostró una reducción de un 40%, estando actualmente en 1583 ca/pmh.

Lamentablemente, los otros cuatro países sudamericanos han visto aumentar sus casos activos. Brasil  está en 3819 ca/pmh, Bolivia sigue aumentando continuamente y llegó a 5034 ca/pmh, lo mismo que Colombia, que pasó a 3320 ca/pmh, y Perú, con sus altibajos, está en 4068 ca/pmh.

Del resto de los países americanos considerados, Panamá se estabilizó en 5671 ca/pmh. EE.UU. empeoró más, llegando a 7332 ca/pmh, lo mismo México que llegó a 844 ca/pmh. En el caso de Canadá nuevamente mejoró y está en 122 ca/pmh. Esta vez aparece un nuevo país en la lista, Costa Rica, que incluyó a Uruguay en su reciente flexibilización para el ingreso de turistas, pero tiene una cifra de 3503 ca/pmh.

Los países europeos siguen teniendo una evolución dispar. El más complicado sigue siendo España, que empeoró hasta llegar a los 3667 ca/pmh. Francia volvió a empeorar pasando a 1500 ca/pmh, al igual que Alemania, que se llevaba las palmas pero pasó a 163 ca/pmh.. Italia no mantuvo su mejoría, estando en 236 ca/pmh.

Entonces...

Reiteramos la idea de que por más que en este momento Uruguay siga pareciendo un oasis en cuanto a la pandemia, el entorno, tanto regional como de los principales destinos y posibles países emisores, sigue siendo preocupante y por el momento no se avizora una pronta apertura de fronteras.

Nos atrevemos a opinar que la única forma más o menos segura de reapertura es exigiendo un hisopado 48-72 horas previo al embarque y otro al llegar o 3-5 días después. El hisopado previo evitaría la cuarentena y el posterior sería un control de seguridad. Aún así es probable que aparezca algún caso importado, pero la opción de mantener eternamente las fronteras "cerradas" es inviable y poco sincera, pues de hecho son miles los que han entrado y salido de Uruguay desde el 13 de marzo. No vemos otra forma pues de los países considerados, en el mejor de los casos (Canadá) tiene poco más del doble de casos activos por millón de habitantes que Uruguay, en el peor de los casos (EE.UU.), 133 veces más, y nuestros vecinos... Argentina 29 veces más y Brasil 69 veces más.

En cuatro mediciones a intervalos de 10 días, de 16 países considerados (exceptuamos Uruguay), sólo Chile mantuvo una mejora progresiva y dos (Bolivia y Colombia) empeoraron progresivamente. Los otros 13 tuvieron sus altibajos, y en los últimos diez días cuatro mejoraron (Argentina, Canadá, Ecuador y Panamá) y nueve empeoraron (Alemania, Brasil, EE.UU., España, Francia, Italia, México, Paraguay y Perú). El balance es a todas luces negativo.

Reiteramos que para Uruguay la cuestión será poder mantener controlada la pandemia, y por ende su imagen internacional de "destino Covid-19 seguro". Para ello será esencial respetar los protocolos existentes a ultranza, evitando actitudes irresponsables que faciliten los contagios, y que socialmente se eviten las convocatorias a romper las reglas, porque de ello depende el futuro de todos, especialmente los trabajadores y pequeños empresarios que sólo pueden mantenerse con su trabajo diario.

Al final, la solución vendrá cuando se logre una vacuna efectiva contra el COVID-19, y según la información internacional ya habría alguna, aunque teñida su existencia y posible eficacia por dudas y acusaciones políticas cruzadas. Por supuesto que si aparece un tratamiento eficaz de los casos más graves, podría resultar en un alivio importante, pero sufriría las mismas dudas y acusaciones que la vacuna. Y la humanidad está transformándose en conejitos de Indias...de experimentos socioeconómicos, sanitarios, y tal vez hasta geopolíticos.

Estamos asistiendo a una lucha cada vez más desembozada por el poder político y económico, por las comunicaciones y por "la verdad" que cada cual mira a través del cristal de sus intereses, cuando lo único que debiera interesar es la salud y bienestar de las personas.

Así estamos. ¿A dónde vamos a parar?

Portal de América

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