por Lic. Alejandro Spera - @alejandrospera

Hace algunos días escribíamos sobre un caso representativo de la comunidad aeronáutica del Uruguay; la dura realidad por la que atraviesa la aviación comercial respecto a posibilidades laborales ciertas en este país -una vez más- obliga a emigrar a las personas que optaron por esta profesión de alta especialización. 

Uno de los problemas para la Aviación Civil del Uruguay es que los pilotos se ven atraídos por las oportunidades y altos salarios que se manejan en el mundo de esta industria globalizada.  Cada egresado del curso de piloto comercial ha invertido al menos 15 mil dólares durante su etapa de instrucción (desde piloto privado, instrumentos, comercial y multimotor), así como grandes esfuerzos para el acceso a aeronaves y vuelos en procura de su licencia de vuelo.  Uruguay se da el lujo de exportar profesionales sin obtener el retorno a la sociedad producto de su alta capacitación… ¿suena conocido este tema?  No es el único rubro donde sucede esto. 

A la actual y desoladora perspectiva laboral de los pilotos se le suma el cierre de la ex-compañía de bandera PLUNA y recientemente la gran baja por parte de BQB Líneas Aéreas con el envío de varias decenas de técnicos a Seguro de Paro.  Por ello, los pilotos uruguayos se ven forzados a recorrer el mundo entero en procura del acceso a una fuente digna de trabajo.  Por mencionar algunas compañías de la región, Copa Airlines y LAN han sabido valorar esta experiencia de vuelo.  Fuera de la región, los profesionales del aire están presentes en Jordania, Indonesia, Vietnam, China, España, etc.

Según fuentes de la Asociación Civil de Pilotos de Línea Aérea (ACIPLA), la demanda en el mundo crece exponencialmente, mientras en nuestro país sucede el efecto contrario.  Con 177 aerolíneas operando casi 2.000 aeronaves comerciales solamente en Latinoamérica, la aviación comercial emplea a casi 5 millones de personas en la región. 

Sin embargo, el impacto de la crisis en el Uruguay se ha profundizado en los últimos años por la inexistencia de una política aeronáutica, decisiones políticas desacertadas, y falta de planificación estratégica.  De la mano de esta dura realidad, el Ministro Enrique Pintado sale a vaticinar a cuatro vientos por la creación de un gran centro de capacitación profesional en Punta del Este para los pilotos del mundo.  Nos preguntamos, ¿acaso el jerarca conoce apenas las generalidades técnicas, operativas y de inversión que requiere la instalación de simuladores de vuelo full motion?  ¿Qué tipo de instrucción se pretende realizar en un centro de estas características en Punta del Este? 

Las compañías aéreas del oriente medio como Qatar, Emirates o Turkish poseen sus propios centros de entrenamiento.  ¿Cuál sería, pues, la ventaja comparativa de venir a Punta del Este?  Los costos de pasajes para traslado de pilotos hasta estas latitudes superan los 2.000 dólares por pasajero y no existen conexiones hacia el aeropuerto de Punta del Este. Al momento de escribir esta nota hay sólo 1 vuelo diario publicado en la pizarra digital del Aeropuerto Internacional Laguna del Sauce Capitán Curbelo (operado por Aerolíneas Argentinas). ¿Acaso pretenden trasladarlos vía terrestre desde Montevideo?

Las aerolíneas hoy en día requieren que los entrenamientos recurrentes de sus pilotos insuman el menor tiempo posible; el período destinado a que los pilotos estén fuera de la orden de vuelo va en perjuicio de la productividad de los mismos, y la compañía aérea pierde.  La capacitación técnica en simuladores de vuelo para pilotos habitualmente se realiza en jornadas de 3 a 5 días, por lo que la conexión aérea es imprescindible para asegurar un flujo continuo de tripulaciones hacia los centros de capacitación.  Es necesario disponer de hotelería adecuada y conexiones permanentes al menos hacia los hubs (centros de conexiones) más importantes de la región como Buenos Aires o Sao Paulo, para luego volar hacia destinos finales.  De no existir esta cobertura, no resultaría viable una inversión de esta magnitud. 

Un ejemplo de planificación estratégica en esta materia es la aerolínea Luthansa que inauguró un centro de instrucción en Arizona, USA basado en las condiciones climáticas estables de la localidad, de forma de minimizar la cantidad de días que insume el entrenamiento de los pilotos.  El Lufthansa Training Center es donde más de 4.000 pilotos se capacitan, toman cursos recurrentes (de actualización), sesiones de simulador y renuevan sus licencias. ¿Acaso se consideró la clase de meteorología que predomina en la zona Este del Uruguay, con sus fenómenos climáticos adversos tales como niebla, tormentas, etc, que complican la llegada de aeronaves al destino?
La idea del Ministro, de la mano del despilfarro de costos asociados a los viajes oficiales para la realización de los contactos pertinentes, es una muestra más de que la historia de la aviación comercial del Uruguay es una verdadera telenovela caracterizada por capítulos impulsivos, con idas y venidas, enredos, sueños, decisiones contrapuestas… y deja al descubierto, una vez más, la falta de una política aeronáutica consistente y con posibilidades de proyección a futuro.

Vaya el reconocimiento público a estos profesionales que día a día hipotecan su tiempo, su entorno familiar, siendo casi nómades, y dedican su vida al transporte seguro y eficiente de las personas.  Ojalá la nueva gestión nacional pueda valorar esta profesión en el marco de una apertura mundial hacia políticas aeronáuticas que permitan tener un país mejor conectado con el mundo, y por consiguiente, pueda lograr un aumento genuino en el intercambio comercial, social y turístico del Uruguay.

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