Respondió que el turismo es un negocio", "al menos de eso vive nuestra familia". Sostuvo que ir a las ferias para nuestro destino es muy importante, que nuestra propuesta es muy diferente a la de Argentina o Brasil, añadió que no tenemos por ejemplo ningún "super highlight" que nos identifique a simple vista como el Perito Moreno; las Cataratas del Iguazú, el Tango, atractivos que por sí solos generan preconceptos en la mentalidad de los eventuales visitantes a la hora de decidir su viaje.

Algunas de sus principales aseveraciones

"A las ferias no hay que ir solamente a ver que pasa. Hay que llegar con una agenda armada no ir a tratar de captar clientes nuevos allí. Si sucede mejor, pero no ir con esa idea"

"Los primeros que debemos convencernos que el destino da, somos los uruguayos".

"Uruguay no tiene una estación corta para hacer turismo. Cuando decía esto me decían que estaba loca. Nosotros trabajamos desde fines de setiembre hasta fines de abril".

"El producto Sol y Playa es absolutamente obsoleto al día de hoy".

"Sigo sin entender por qué hacemos promoción para que vengan los argentinos en enero y febrero si igual van a venir. ¿Por qué no invertimos para que vengan a partir de setiembre?.

"Me decían que no viene nadie a Uruguay por siete días. Nosotros recibimos turistas que vienen por una semana, por dos, por tres y hace unos años, hasta vendimos un paquete varias veces que lo llamamos "La vuelta a nuestro mundo (por Uruguay) en 30 días".

"Hay gente que quiere venir a Uruguay mucho tiempo y conocer el destino en su totalidad".

"Antes perdía el 80% del tiempo de una conversación en las ferias eplicando adónde estaba Uruguay, dando clases de geografía, ahora todos saben donde está. Pero pierdo el 80% del tiempo en explicar por qué somos tan caros, que somos nada más que tres millones".

"Tenemos mucha diversidad en nuestro territorio. En cien kilómetros te cambia el paisaje totalmente y eso lo podés hacer por todo el país, tranquilamente, en auto, sin tomar un avión".

Creemos que esta participación de Paola Perelli es un soplo de aire fresco en la monotonía del empresariado uruguayo que trasciende al turismo. Alguien que en base a mucho arriesgar, a mucho trabajar y sobremanera, a mucho estudiar el negocio del turismo receptivo, pudo darle forma a un modelo exitoso, tiene la grandeza y valentía de contar ese, su método.

Lo hace porque está convencida que el destino puede dar mucho más de lo que todos piensan y entiende que con esta actitud suya, colabora a que el mensaje llegue a quienes debe llegar.

Pero queda claro que esta manera de actuar está reservada para gente que ve mucho más lejos de lo que lo hacen sus ojos.

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