Las agencias dicen que los datos que pide el Gobierno son unos 40 para las reservas de alojamiento y unos 60 para las de alquiler de coches, y son considerados absolutamente excesivos “y podrían violar las normas de Protección de Datos”.
A los operadores europeos les preocupa tener que recoger tanta información y, además, ser los garantes de su custodia durante cierto tiempo, con el riesgo que ello conlleva. Porque la información es abundante y aborda temas sensibles como los datos de las tarjetas o los hábitos de viajes de los clientes.
La información que va a exigir el Gobierno español “expone a los ciudadanos a riesgos potenciales de uso indebido en caso de un ciberataque” y aporta un dato demoledor: “esta regulación no tiene precedentes en otros países de la Unión Europea”, lo que significaría o que los que visitan España serán los ciudadanos más protegidos del mundo o, en su defecto, los más expuestos al tener que revelar datos de su vida privada.
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