Los datos del lobby aéreo muestran que, en la actualidad, hay un total de 27.624 aviones destinados al transporte de pasajeros, con una edad media de 13 años. De esta cifra, 5.039 aparatos tienen entre 0 y 5 años de vida, además de casi 7.941 que salieron de fábrica entre 2014 y 2019.

En el rango de entre 10 y 15 años, IATA cifra 5.632, descendiendo hasta las 2.583 en el rango 20-25. En el abanico de los 25 y los 45 años de edad apenas se registran ya 2.324 aparatos.

Los datos del segmento de carga son algo más preocupantes, con una edad media que alcanza los 25 años. De los 3.398 aviones en servicio, 797 tienen entre 30 y 35 años, mientras que 554 tienen entre 25 y 30, y 428 entre 35 y 40.

IATA apunta que esta “vejez” de flota se debe a “la elevada proporción de aviones de carga que se transforman a partir de aviones de pasajeros usados”. Esta tasa de conversión alcanza el 66% en determinadas categorías de edad, y la proporción media de conversión llega al 34%.

En este sentido, reconoce que este asunto retrasará la mencionada descarbonización del aéreo. “Como los aviones más viejos, son menos eficientes en el consumo de combustible y generan más emisiones de dióxido de carbono por tonelada-kilómetro de ingresos que los nuevos”.

“Aunque la carga aérea sólo es responsable de alrededor del 15% de las emisiones de la aviación comercial, sigue siendo crucial que los operadores no se queden atrás en la búsqueda de la descarbonización del sector, especialmente dada la mayor importancia estratégica del negocio de la carga aérea desde la pandemia”, concluye la entidad.

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