por Sergio Antonio Herrera, desde Salinas, Uruguay

Cada entrevista aporta nueva información e invariablemente la misma difiere de la anterior.

Tomemos como ejemplo de lo que nos preocupa una información que escuchamos en directo en la tarde de este jueves en 810 Vivo de El Espectador, la cual posteriormenmte vimos colgada en la página web de la radio.

Los colegas, al igual que la mayoría de los medios de Uruguay siguen llamando a la empresa Alas U cuando su nombre es Alas Uruguay. La culpa no es de los medios sino de la empresa que a través de la agencia de publicidad que les asesora lanzaron hace unos cuantos meses de modo bastante irregular unas imágenes con unos logos, una composición de imagen en el Aeropuerto de Carrasco y un CRJ900 Bombardier NextGen de los que eran de Pluna como si estuviera pintado para Alas U. Créase o no, esa foto fue la que la web de El Espectador colgó en la pasada jornada para ilustrar la nota en la que entrevistaron a Sabrina Acevedo.

Allí se dice que la empresa Punto es la que lleva adelante la estrategia de comunicación, lo cual no es cierto, ya que como sabemos Punto es una agencia de publicidad y además, hace pocos días, nosotros directamente preguntamos a unos de los directores si habían contratado a alguna empresa de comunicación y nos dijo que aún no.

También se dice que los aviones que vienen tienen una configuración original de fábrica de 158 asientos cuando estos modelos tienen una de 140. Nos habían dicho que venían con 134, luego nos dijeron 132 y Acevedo dijo que vienen con 136.

Se vuelve a insistir que en febrero se empezarán a operar vuelos charters...¿de dónde van a salir esos negocios?

Pero lo más preocupante es que también se dijo que el segundo avión viene en febrero, el tercero en marzo y que empezarán los vuelos regulares en abril.

Mientras esto escribimos, en el informativo de Canal 10 el Brigadier General Daniel Olmedo, Gerente General de Alas Uruguay, el mismo día que Acevedo dice que el segundo avión viene en febrero, afirma que ese aparato llegará en la primera quincena de marzo...

Es imposible que se pueda cumplir con esas fechas, no dan los tiempos.

En un mercado como el nuestro, tenemos muy claro que expresar públicamente una opinión como ésta que estamos dando a conocer no es lo más aconsejable.

Pero tenemos aún más claro que ello, que hace más de dos años que venimos apuntalando este proceso de Alas Uruguay y cuando todos decían que no cristalizaba fuimos los únicos que remamos contra la corriente y hasta dedicamos un capítulo del libro Pluna, el riesgo de volar alto a Alas Uruguay.

También sabemos que mucha gente no cree en este proyecto y nosotros explicamos una y mil veces en cuanto encuentro personal tuvimos que teníamos confianza en la gente que lo estaba llevando adelante y que iba a funcionar.

En una palabra, como hemos tomado partido y contra la corriente, hemos apoyado al proyecto Alas Uruguay, más que sentirnos con el derecho, entendemos que tenemos la obligación de decirle a nuestros lectores que estamos preocupados con lo que estamos viendo.

Alas Uruguay tiene más enemigos en las sombras que lo que nuestros amigos de la empresa creen y esos enemigos están esperando agazapados para, al menor tropiezo caer con todo.

Se puede ser voluntarioso, se puede ser optimista, se puede ser abnegado, pero en la aviación comercial hay que ser preciso, coherente, confiable y por sobre todas las cosas, no enamorarse del micrófono.

La incontinencia verbal lleva a no resistir archivos.

Tal vez este artículo nos cueste muy caro pero, preferimos seguir siendo creíbles.

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