por Adriana Careaga*, especial para el Portal de América

El Conglomerado de turismo de Montevideo representa una potente herramienta de gobernanza y articulación entre lo público –privado, público-público, privado-privado que ha permitido conformar una red de museos que muestra altos niveles de confianza entre sus integrantes y acciones transversales que supone una construcción colectiva continua con sus consensos y disensos con sus luces y sus sombras.

Teniendo como faro orientador el derecho al ocio se visualiza al turismo como una actividad de interés público como factor de desarrollo social y como elemento dinamizador del patrimonio local generador de recursos. Por otro lado, el valor de la cultura para el turismo consiste en visualizar al patrimonio cultural como un elemento de identidad de los sitios y comunidades que en cierta forma crea conciencia de valor de los diferentes “patrimonios culturales” entre los visitantes.

El Museo ha transitado de ser un lugar cuasi sagrado reservado para determinados grupos sociales o élites a espacios de puertas abiertas que albergan las tradiciones culturales orientadas a la comunidad. Ha pasado de la mera custodia de los objetos que allí se guardan a la interacción, a la participación con los visitantes.

Este nuevo paradigma de los museos desde el lugar de la educación no formal apela a la interacción con el visitante y a la agudización de todos sus sentidos. Promueve un aprendizaje experiencial donde lo cognitivo está fuertemente imbricado con lo afectivo para asegurarse un recuerdo perdurable y significativo.

Los museos y espacios culturales de Montevideo no se conforman con brindar sus propuestas intramuros sino que traspasan sus paredes para internarse en el territorio. Es así que se pueden disfrutar sus actividades en recorridas en bicicleta, en caminatas, en los shoppings, en el Mercado Agrícola, en la playa, en las calles.

La accesibilidad para la mayor inclusión es un tema recurrente en la mesa. Muchos museos han logrado mejorar sus propuestas de comunicación a través de la escritura en braille, lenguaje de señas y también en mejoras edilicias pensando en la accesibilidad física del visitante por medio de rampas y ascensores.

Varias preguntas guían la acción de los museos de Montevideo que podemos resumirlas en las siguientes:
• ¿Cómo democratizar el acceso al museo?
• ¿Cómo hacerlo más atractivo al visitante?
• ¿Cómo promover que los museos provoquen experiencias memorables en los visitantes conjugando el disfrute y el aprendizaje?

En torno a estas cuestiones es que ya se han realizado dos ediciones de Montevideo +Museos, donde teniendo como base el Día internacional de los Museos que es el 18 de mayo establecido por ICOM (Consejo internacional de Museos) se realizan todo tipo de actividades mejorando año a año la oferta por espacio de dos semanas.

Esta red ha permitido también que los museos se piensen en unidades territoriales más pequeñas como los barrios con acciones puntuales o elaborando ejes temáticos de recorrida.

En suma, los museos de la capital intentan ser instituciones de puertas abiertas centradas en las necesidades y expectativas de la diversidad de visitantes tanto extranjeros, locales o del interior del país.

El museo es el guardián de la memoria de las culturas. Sin él no se podría pensar el pasado, pero también desde él se interpela al presente para pensar en los pasos futuros del patrimonio cultural.

Y particularmente pensando en el turista se nos ocurre una pregunta como reflexión final: Sin haber visitado ningún museo: ¿se puede conocer realmente una ciudad…?

* Representante de la mesa de museos del Conglomerado de Turismo de Montevideo

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