Mientras tanto, Isela Costantini dijo "este paro sorpresivo no lo esperábamos". Y agregó "es una locura porque está abierto el diálogo" y "es algo ilógico", y pidió a los pasajeros que tuviesen vuelos programados que "no vayan a los aeropuertos" hasta que se levante la huelga.

Hablando para Radio Mitre Costantini sostuvo: "Es un paro donde ni siquiera me había sentado a la mesa a discutir paritarias. Estaba en niveles muy primarios de la negociación". Advirtió que la medida "es un paro específicamente liderado por Pablo Biró, de APLA, de Aerolíneas, y por Alejandro Botana, de UALA, que son los pilotos de Austral" y sostuvo que "los demás gremios no adhirieron a esta locura".

Clarín recoge esas declaraciones en las que la presidente de la aerolínea de bandera indicó que Biró "arrancó primero hablando de un 60%, después bajó al 50%, y ahora pide 45%", reclamo que calificó de "ilógico" y que son "números de alguien que no quiere negociar y quiere ir al conflicto. Veníamos trabajando muy bien, mejorando nuestra credibilidad. Y este paro sorpresivo no lo esperábamos. Desde que empecé mi gestión vengo hablando del diálogo. En mi primera reunión con los gremios dije que mi forma de trabajar es abierta, honesta, transparente. Y les planteé que si quieren crecer, vamos a crecer, y si no quieren, no vamos a crecer", agregó Costantini.

La soga es fuerte,  se estira, pero...

No es novedad para nadie que uno de los huesos más duros de roer para la administración Macri es precisamente Aerolíneas Argentinas, una empresa que en el vecino país es utilizada para muchas cosas, también para el transporte aéreo de pasajeros.

Los cuatro millones de dólares que se estima le costará a las arcas de la empresa este paro, son nada comparados con el dislate de transferencias realizadas durante el anterior gobierno para el alojamiento de supuestas personas en los hoteles de la expresidente CFK en El Calafate.

Cuando inició la campaña que le llevó a la presidencia, Mauricio Macri dijo que iba a privatizar a Aerolíneas Argentinas, posteriormente y en el fragor de la lucha palmo a palmo con Scioli y al conocer la existencia de la ley 26412 que en su artículo 9 prohibe expresamente la privatización, tuvo que cambiar de idea y con esa variante, se compró un tremendo dolor de cabeza que recién comienza a mostrar su lado agudo.

En una empresa que se calcula que tiene más del doble del personal que necesita, donde sus pilotos vuelan en promedio apenas entre 45 y 48 mensuales y ganan en promedio nominalmente alrededor de 15 mil dólares se acaba de dar un caso poco creíble a pocas horas de otro acuerdo logrado.

Al comienzo de la semana se habia superado el tema "340/330" por el cual la empresa había logrado que 90 de sus pilotos aceptaran "bajarse" del Airbus 340 y volar en el 330 en la ruta a Roma, luego de lo que se dice fue el pago de un bono por cabeza de 10 mil dólares. Entiéndase bien, luego de "negociar" pagando un bono que le costó a Aerolíneas casi un millón de dólares, se dio este paro.

La afectación directa es a 20 mil pasajeros y alcanza indirectamente a otra cifra similar.

En las calles porteñas generalmente hay piquetes y esta vez en el aire, no hubo ruido de motores.

El panorama no es nada alentador.

La lógica sindical de los gremios con poder como el de los pilotos es muy firme y dura y a su frente, esta vez hay un gobierno con mentalidad empresarial por encima de la política.

La soga es fuerte, se estira, pero llega un momento que se rompe.

Portal de América