Que el turismo escoja el agua como tema para la celebración de este año 2013 es muy significativo.
Constituye un mensaje responsable proveniente de una industria en la que el agua es un elemento que puede parecer accesorio pero que es imprescindible.
Los arroyos,los lagos, los ríos y los mares son escenarios, plataformas o destinos pero el agua es vital para que podamos hacer funcionar para que la disfruten y disfrutarla, a esta vida de champagne.
"La gente de fuera del turismo no sabe, no imagina, la cantidad de caviar y cava que debemos soportar durante el año para poder llevar unas pocas judías a nuestras casas", dijo Enrique de Andrés en febrero de l988 en Santander, al final de un Congreso de Omvesa ante más de 300 latinoamericanos a quienes había invitado.
Mi primer viaje al exterior, como no podía ser de otra manera para un uruguayo fue a Buenos Aires, vía Colonia, en un ferry, con solamente 15 años completé mi primera salida como Tour Conductor.
Era una fiesta por aquellas épocas, cruzar el "Río Grande como Mar" en las travesías nocturnas, llenas de magia del Vapor de la Carrera.
La adrenalina pura que me generó el cruce de los lagos en el sur chileno.
La increíble historia generada por el hombre desde el San Roque para "inventar" Carlos Paz.
La imponencia del paisaje surcando el argentino Nahuel Huapí.
El estruendo, la majestuosidad, la incredulidad que trasmiten las Cataratas del Iguazú.
El imborrable recuerdo de una jornada en escuna y caipiroska yendo a las Islas Tropicales de la costa carioca.
La inmensidad del Pacífico impactando mis ojos desde lo alto del Larcomar en la costa limeña, por Miraflores.
La imponencia del Canal de Panamá, muchísimo más que una vía idónea interocéanica.
La paz que tantas veces fui a buscar en épocas difíciles, en el idílico Bayside de Miami.
Brindo con agua por haber viajado tantas veces en First Class y las suites disfrutadas en tantos cinco estrellas y los maravillosos paisajes y la legión de afectos cosechados a lo largo de 48 años de vivir esta vida de champagne.
Gracias turismo, cada día intento devolverte aunque sea en parte, todo lo que me has dado.
Sergio Antonio Herrera
Portal de América
Comentarios
Muy feliz día para ti también !!!, muchos recuerdos y muy gratos me invaden de ese viaje con OMVESA a Santander, Rodolfo Llacer y yo acompañando al Alcalde de San Vicente de la Barquera y el gordo Oscar Touris diciéndome que anotara el nombre del pueblo a los gritos, con las siguiente explicaciones de Rodolfo al Alcalde te acordás?.
¡¡eso si que era tomar champagne y fino La Ina!!!
Te saludo con fuerte abrazo desde Barcelona (estoy visitando a mi hija) y te agradezco los momentos que me has hecho revivir con tu mención al discuso de Enrique De Andres
Andres Risi
Me llamó en noviembre del año anterior preguntándome "si tenía algo que hacer por ejemplo, el 29 de enero del año siguiente a las siete de la tarde". Al responderle que no, me dijo que estuviera a esa hora en el aeropuerto de Carrasco con una valija, porque nos íbamos una semana a España Fue mi primer cruce del Atlántico.
En los flashes de la memoria me veo junto al grupo disfrutando de una comida inolvidable en Los Galayos, en un recodo de la Plaza Mayor ante una mesa en la que no faltaba nada y mucho menos jamón serrano y vinos de La Rioja; probando suerte en el casino (y ganando unos dolaritos que vinieron de novela); improvisando al frente en el bus compartido con agentes de viajes de toda América Latina, con micrófono en mano como si fuera el guía, tratando de explicarles el contenido de Brindis por Pierrot, por entonces reciente éxito de Jaime Roos. Me veo remontando la sierra junto a Rodolfo en medio de la nevada regresando a Madrid en un pequeño coche conducido por Corina Chapuis y entre otras muchas anécdotas, si, recuerdo a Oscar Touris que subía conmigo renqueando (por una hernia), con gran esfuerzo, para asistir a un homenaje que el Alcalde de San Vicente de la Barquera le hacía a Llacer como representante de la empresa en lo alto de una colina. No habíamos recorrido ni la mitad del camino cuando vemos a todo el grupo regresando, bajando hacia el bus y al frente Rodolfo con el Alcalde y Oscar, de la bronca, al ver frsutrado su intento de llegar al acto, con el característico humor y desenfado que todos le conocimos, comienza a preguntar a los gritos ¿cómo se llama este pueblo? y cuando le respondimos, enseguida exclamó: ¡anotámelo! murmurando a continuación "así no vengo nunca más", justo en el momento en que el Alcalde pasaba a su lado...
Un abrazo para Andrés y para todos los compañeros de viaje.
Antonio