Si hay una empresa y un empresario que en los últimos tiempos haya cometido más errores estratégicos que BQB y López Mena, a nosotros al menos, no nos consta.

Hay dos noticias sobre las cuales la prensa masiva uruguaya jamás se hizo eco pero que son reales: BQB fue sancionada por la Comisión de Defensa de la Competencia del MEF por prácticas predatorias y por la Liga de Defensa del Consumidor por publicidad engañosa.

Han sido tantos y tan reiterados los anuncios incumplidos en materia de aviación que en más de una oportunidad nos referimos a la aerolínea del argentino que tiene bandera uruguaya como CASI Airlines.

La oscuridad de toda su participación en el proceso de quiebra de Pluna, sus declaraciones públicas, marchas y contramarchas, su involucramiento con la ignota chartera hispana Cosmo y la puesta en escena por su parte, del Caballero de la derecha, sumado todo ello a que el propio presidente Mujica siempre lo ha hecho aparecer como el "caballo del comisario", han hecho que en la opinión pública uruguaya la imagen del empresario haya caído desde el lugar del "capo" al del "desprolijo".

Está visto que el aire no es el ámbito propicio para el empresario. Muy diferentes son sus logros y sus realidades en tierra firme y sobretodo, en el espacio fluvial.

A pesar que -equivocadamente- la agencia que les asesora y la propia empresa han confundido los tantos y seguramente por nuestra posición editorial, nos han borrado de todas las listas y jamás, no solamente no participamos ni participaremos de ningún fam tour o fam press, simplemente no se nos convoca para una conferencia de prensa y por supuesto, mucho menos para mostrarnos un nuevo producto como el "Francisco". Nosotros, que tenemos muy claro que entre nuetros deberes está el de informar a nuestra calificada audiencia, cuando la noticia lo amerita, citando las fuentes como corresponde, siempre hemos informado y lo seguiremos haciendo, aún sin ser convocados. Muestra contundente de ello es que en esta misma edición estamos reproduciendo íntegramente el artículo de los colegas de El Páis Digital Una visita al nuevo barco de Buquebus.

Fue precisamente en la circunstancia de presentar la nueva embarcación, que López Mena aprovechó para hacer pública su idea de pedirle al gobierno argentino que exonere a los argentinos del 20% de impuesto que les cobra por salir al exterior, para cuando éstos decidan viajar al Uruguay.

López Mena aseguró a la prensa  que los uruguayos han ido "de a cientos de miles y que han gastado mucho dinero” sin que el gobierno uruguayo "les haya cobrado nada".

Y esto que dice es verdad y no solamente en la actual coyuntura, la misma es una verdad histórica. El turista uruguayo por mucho tiempo ha sido el mejor cliente de Argentina y en los últimos tiempos este dato de la realidad ha vuelto a tomar vigor.

La misma Argentina que generosamente ha abierto siempre sus puertas para todo aquel uruguayo que en cualquier disciplina haya ido a probar suerte en su suelo, es la que a través de infelices voceros en un evento deportivo o en algún momento de bronca, ha pasado la factura con el clásico "uruguayo muerto de hambre".

Pero, vaya uno a saber por qué causa, la opinión pública argentina (y por ende sus gobernantes) no tiene incorporado el chip con la información de lo buenos clientes que somos los uruguayos.

El dato conocido (y promovido) es que el mercado argentino es el mejor cliente del turismo uruguayo, pero no al revés.

Bien. Es buena cosa que el principal favorecido por mérito propio (más allá de apreciaciones varias a la forma en que lo consiguió), del tráfico de pasajeros a través del Río de la Plata como es López Mena, reclame ante el gobierno de su país que exonere de impuestos para viajar a Uruguay a sus compatriotas.

Ojalá que tenga suerte, porque la misma, será la de todo el empresariado que depende del turismo en este lado del río.

Un apunte final, veremos cuál López Mena hizo esta gestión, si el del aire o el de la tierra y el río. Si fracasa en su gestión, como él mismo lo evalúa como posibilidad, será el del aire.

Esperemos que en esta oportunidad, haya hecho lo que le corresponde a alguien reconocidamente hábil como él, que haya anunciado la gestión luego de sondear las posibilidades y vislumbrar buena recepción. Que siga siendo "capo" y no "desprolijo".

Portal de América