La opinión contraria a la puesta en marcha de la nueva aerolínea no es exclusividad de la oposición, salvo el Presidente Mujica y su entorno más intimo de Presidencia, nadie -al menos públicamente- la ha impulsado.

Días atrás, especialmente invitado por la organización de un acto académico realizado en la DINACIA,en el marco de la celebración del centenario de la Fuerza Aérea Uruguaya, pude apreciar la muy interesante conferencia sobre aeropuertos que diese el Profesor italiano Mássimo Deiana y en la misma, sentenció: "El concepto aerolínea de bandera no existe más".

Traemos al presente esta aseveración, para que de una buena vez todos, le prestemos un poco de atención a esta cuestión y dejemos de hablar por boca de ganso.

Creemos que nadie (nosotros incluídos) en Uruguay quiere al Estado como socio o como propietario de una aerolínea.

La única aerolínea actual que opera con bandera uruguaya (por favor, no entender que es "de bandera") es BQB y esta empresa, ya lo ha demostrado, es muy elemental en su estructura y no tiene ni por asomo el perfil necesario para convertirse de alguna manera en algo al menos parecido a lo que era Pluna en los últimos años.

Aunque no les guste reconocerlo a algunos voceros oficiales, la conectividad y la adecuación tarifaria en la región, en lo que le importa a Uruguay es deficitaria.

Seguimos teniendo el lastre de todo lo que dejó el equivocado cierre de Pluna: aviones;ex-funcionarios de Pluna desocupados y muchísimos compatriotas más en la misma situación, a partir de la abrupta caída del trabajo que generaba Pluna a muchas empresas proveedoras, pero por sobre todas las cosas,  contrariamente a lo que pasaba hasta el 5 de julio de 2012, en  lugar de ver ingresar por distintos canales lo generado por el movimiento de Pluna, estimado en más de 200 millones de dólares anuales, vemos como se registra exactamente lo contrario, indemnizaciones por seguro de paro y no solamente los directos y conocidos sino que hay muchísmos indirectos.

Ya lo dijimos hace bastante tiempo.

No alcanzará con que el FONDES finalmente otorgue los 15 millones de dólares de capital inicial y que se reseulva el misterioso tema de los aviones, es decir si se le plantea a Bombardier cambiarlos para evitar penalidades en territorios vecinos, la nueva aerolínea si nace, debería hacerlo con el más amplio respaldo y con la imprescindible chapa de pertenencia del más amplio espectro de los uruguayos.

Para conseguirlo, habría que dar una especie de Grito de Asencio o de Ipiranga que permita un realineamiento con respecto a este tema.

De no ser así, cada día que pasa, nos gusta menos lo que pensamos.

Portal de América