No es casi necesario indagar mucho para darse cuenta que las razones de la demora en poner en práctica la decisión de carácter ideológico como la definiera la presidencia a través de declaraciones del Doctor Homero Guerrero, están en directa relación con la inocultable división que en materia económica muestra hoy el gobierno nacional.

Todas las veces que antes de fin de año se hablaba de las lógicas etapas que debía cubrir un proyecto de este tipo, o sea, certificaciones principalmente, pero también trámites burocráticos de diversa índole tanto a nivel local como regional, nosotros pensábamos que lo interno se arreglaba con una llamada del presidente al sector correspondiente y en lo regional, de forma bastante similar con sus respectivos colegas para pedir "una fuercita".

Ese pensamiento nuestro podría haber sido catalogado como utópico si no viviésemos en la región que vivimos en la que cuestiones más complicadas se han resuelto en mucho menos tiempo.

Pero la realidad, que siempre es la indesmentible verdad, nos muestra que si el proyecto no está empantanado como dicen los colegas, está muy cerca de ello y lo que si se puede afirmar sin temor a equivocos es que todos los plazos manejados hasta ahora como fecha de inicio de operaciones, no tendrán cumplimiento.

Lo del primero de abril hace rato que no corre y las fechas posteriores de mayo o junio, vemos ahora que tampoco serán las del inicio.

Una vez más estamos ante una muestra contundente y lamentable de la endeblez del aparato estatal a la hora de la gestión.

Como decíamos en la pasada jornada, las cuestiones de la aviación comercial siempre las termina definiendo el mercado y Uruguay, si bien con otra fuerza política en la conducción, ya en 1995 optó por jugar ese juego al asociarse a Varig y en 2007 este mismo partido político que hoy gobierna, tomó similar decisión al asociarse a LeadGate.

Dejando de lado las más que valederas razones por las que nosotros estamos convencidos de la imperiosa necesidad de contar con una aerolínea nacional de referencia (no de bandera), en esta oportunidad queremos referirnos específicamente al rol del Estado como actor y poseedor de un porcentaje del paquete accionario de una empresa mixta, que no era cualquier empresa sino una de las emblemáticas como Pluna.

Algún día sabremos con precisión cual fue el déficit contable del gerenciamiento de Varig en sociedad con Pluna Ente entre 1995 y 2005 y también el de la gestión de Pluna Ente y el sindicato de trabajadores entre 2005 y 2007. Del primero se habló durante mucho tiempo de la cifra de 140 millones de dólares en rojo, por otra parte, la misma cifra que nos expresó el ex-Presidente de PUE, Carlos Bouzas en una charla en Montreal en 2008 y la pérdida del período 2005-2007 hay quienes la sitúan en 50 millones y otros la hacen trepar hasta 80. Conocemos opiniones muy respetables por haber sido expresadas por actores directos de esa época, que afirman que ni por asomo se perdieron 140 millones con Varig y que esa cifra fue manejada para dar paso a la decisión posterior de reestatizarla y sindicalizarla.

Pero lo que a esta altura para nosotros, a simple ojo de buen cubero no deja dudas es que el impacto generado por el plunicidio perpretado por el gobierno de Mujica el 5 de julio de 2012, es altamente negativo y la razón principal es que podemos jugarnos el pellejo afirmando que con Pluna funcionando, como lo hizo con LeadGate (salvo el último semestre), los números reales, tomando en consideración la "cuenta país" como sostiene el Ministro Pintado, siempre darán saldo positivo.

Por lo anteriormente expuesto entonces, seguimos sin entender como es que un gobierno con DOS EQUIPOS ECONÓMICOS, aún no se ha percatado que cada día que pase con los siete Bombardier en el hangar y los cientos de funcionarios en sus casas, y los olvidados usuarios de  Pluna haciendo malabares para trasladarse en la región, no logra el consenso imprescindible para decidir lo que haya que decidir.

O bien, como debiera, disponer todo lo necesario para cumplir cuanto antes con "me la juego por los trabajadores", o bien, pasar el asunto Pluna a pérdidas y ganancias y bajar la cortina de un culebrón demasiado dañino no solo para el gobierno, sino para la auotoestima de los uruguayos, todos (y todas, aunque nos rechine la moda).

Portal de América