Lo conocido, es la desesperante situación actual de muchos empresarios inmobiliarios afectados por la caída de los contratos de alquiler situados entre un 40% y un 60% en este verano en el este uruguayo y la de las ventas situada en un 27%,  pero hay más.

¿Cuándo va a explotar la paciencia de los operadores receptivos, los gastronómicos y buena parte de los hoteleros?

Extrañas paradojas presenciamos en nuestra actividad.

Paralelamente a alguna edición de FIT o de FITUR, en la porteñísima Buenos Aires o en la españolísima Madrid, vemos un día si y otro también, en todos los soportes, entrevistas que tienen siempre a los mismos protagonistas: el Ministro de Turismo de turno; algún intendente; algún director de turismo departamental, pero...de nuestro país!!!, se viaja al exterior a entrevistar a los que vemos siempre aquí, todos los días.

Pero también viajan muchos que no son entrevistados, que no tendrían nada que hacer en esos destinos pero van.

Y viajan también, cubiertos de gloria y protegidos hasta por el manto oficial, aquellos empresarios que enfocan sus acciones con claros apetitos comerciales y especulativos (totalmente válidos y hasta comprensibles en el mundo capitalista en el cual vivimos y no descalificamos) que cada día que pasa, menos tienen que ver con el turismo, o lo que es peor, que cada día que pasa, más se alejan y más dañan al turismo.

¿Alguien se imagina lo que estaría pasando en los medios uruguayos si por ejemplo hubiese habido un cónclave en el Nirvana de los empresarios rurales, o de los presidentes de los clubes de fútbol de primera división?.

El rol de la comunicación en el turismo uruguayo, está en pañales.

Seguiremos asistiendo a reiteradas expresiones de buena intención, a proyectos para un futuro que nunca se sabe cuando llegará, pero lamentablemente, nos costará mucho enterarnos de lo que está pasando en realidad, por la muy sencilla razón que siguen escaseando los analistas y los relatores idóneos. ¿Les suena?.

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