No le cedemos la derecha a nadie en la crítica a la herejía cometida por el Poder Ejecutivo en el tema Pluna entre el 15 de junio y el 5 de julio, pero a la vez preguntamos: ¿Hay que detener el país después de eso?, ¿además de bailando por un sueño queremos importar también el "que se vayan todos"?, ¿Seguimos  creyendo que la inconectividad está superada?, ¿Seguimos priorizando la ventajita proselitista a los supremos intereses de la nación?, ¿No hay nadie que le avise a los legisladores que son patéticos?.

¿No hay ningún legislador que se haya dado cuenta que mientras no haya una aerolínea nacional de referencia la economía uruguaya seguirá sin recibir el monto proporcional a la reducción de flota y de operaciones que generaba Pluna y que según datos confiables llegaba a los 250 millones de dólares por año?.

TODOS, los que entienden algo de este negocio están a favor de la continuidad de una operación similar a la que realizaba Pluna.

Descartado "el Caballo del Comisario" por su propia ineptitud al perder su impunidad absoluta, el único proyecto serio es el de los trabajadores y podemos dar fe (porque lo hemos investigado) que está bien sustentado y salvo algunos puntos detectados en los que puede haber demasiados números optimistas, es un modelo que tiene pocas posibilidades de fracaso porque afortunadamente, está basado en el Know How del error.

Uruguay puede y debe tener una aerolínea nacional de referencia y eso, después del tremendo error, fue entendido cabalmente por el Poder Ejecutivo.

Hubiese sido sensato reconocer públicamente el error y acallar a las fieras para continuar gobernando en la materia sin sobresaltos pero, en la política esa actitud por ahora, sigue siendo utópica. Por lo tanto, dejémonos de politiquería barata y pensemos en serio en un Uruguay idem.

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