"Los" públicos objetivos

Vamos a pedir permiso una sola vez (ahora), para clasificar, segmentar, de un modo que en estos locos tiempos que corren puede ser ...(adjetívenlo como quieran). Basamos este análisis como siempre, partiendo de la base que el turismo es un negocio con fines de lucro. Y lo sigue siendo aún en lo que se denomina turismo interno o nacional. Hay dos públicos bien marcados para turismo interno:

1 - El que se mueve con transporte público, al que se le puede llevar de lunes a jueves o viernes (jubilados y empleados en uso de licencia, mayoritariamente. Este segmento es al que hay que motivar, darle facilidades, tentarlo con los precios, subyugarlos en la promoción.

2 - El que se mueve en su propio vehículo, preferentemente los fines de semana y los feriados. Clase media y alta. Es el segmento que siempre "alguna vueltita se da" al litoral, al norte, y obviamente al este.

¿Por que no ha funcionado regularmente históricamente?, ¿tiene remedio?

Para proseguir con el razonamiento, presentados los públicos, olvidémonos del número 1, pues ese, en mayor o menor medida siempre está. Ocúpemonos de "mover" al número 2 que es el que debería marcar la diferencia, el que daría razón a lo que todos esperan, que la que viene, sea la época del turismo interno.

Para la suerte de los destinos, más específicamente para propiciar la de la industria de la hospitalidad y la de los operadores receptivos, sería clave generar movimiento de lunes a jueves, dejándole liberado el "finde" a quienes pueden pagar (y de hecho lo hacen) tarifas que mejoren la rentabilidad de los prestadores.

Para ello, no solamente alcanzará con que se ofrezcan tarifas rebajadas de alojamiento y gastronomía para conseguir paquetes con precios accesibles para ese público. La clave en este caso está en el transporte, la causa determinante de la discontinuidad histórica a la que no se le ha encontrado solución, al menos hasta ahora, pasa por el punto de quiebre en el cálculo del transporte colectivo, o sea, del bus.

Pero para imponer un producto turístico colectivo como el que estamos sugiriendo, no solamente hay que ofrecer buenos precios. Es muy importante, quizás igual que el precio, la garantía de operación. Si una programación promociona por ejemplo salidas semanales, debe salir semanalmente, no debe cancelarse de ningún modo ninguna salida, aún si hay pocas reservas, aún si el número de pasajeros pagantes no llega a ese punto de quiebre.

¿De qué estamos hablando?

Si el arrendamiento para el tour de referencia de un bus de 45 asientos cuesta equis, no se divide para el cálculo del precio, equis entre 45, se divide equis entre 30, y 30, se convierte en el punto de quiebre. De manera que más allá de que el bus pueda salir con 15 asientos vacíos, la operación, alcanzando una venta equivalente al punto de quiebre (30 pasajeros) está dentro de los cálculos, no genera pérdida y en el caso que se vendan más asientos, irá multiplicando la ganancia muy por encima del cálculo inicial.

Pero en operaciones como las que pueden darse en el turismo interno de Uruguay, puede pasar (no sería muy extraño) que haya algunas salidas con muy pocos pasajeros y allí es donde debe prevalecer el concepto de garantía de operación, aún teniendo dos, tres, cuatro, cinco, diez, quince pasajeros. En ese caso habría que apoyarse en los servicios de línea para el transporte entre origen y destino y viceversa, más traslados y tours locales en destino.

Para manejar todas la variables, es preciso que funcione un sistema centralizador de reservas a efectos de consolidar pasajeros de distintos puntos de origen dentro del mismo sector o región emisiva, con similares servicios e idénticas fechas.

El 12 de agosto de 2007, en el Portal del Uruguay, publicamos un artículo sobre turismo nacional, en el que explicamos paso a paso lo que debería hacerse para optimizar la operación de lo que ahora al parecer, será el objetivo de las agencias de viajes uruguayas. En ese trabajo nos ocupamos de explicar en detalle, el método; para acceder al mismo CLICK AQUÍ.

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