por Sergio Antonio Herrera, desde Salinas, Uruguay

Si bien la DINACIA aplicó el máximo rigor en la interpretación de las reglas LAR, las cuales investigando pudimos llegar a confirmar que estaban totalmente justificadas, porque así se lo exigían desde la OACI, Organización de Aviación Civil Internacional y es más, en directa referencia a que se trataba precisamente de una aerolínea emergente de un escándalo político, no se le puede cargar a la autoridad aeronáutica lisa y llanamente la responsabilidad de la demora y la consiguiente liquidación de la exigua línea de crédito con la que contaba Alas Uruguay.

Durante el período de certificación hubo vientos cruzados y específicamente, gente que habló de más y gente que lo hizo de menos, teniendo una buena parte de responsabilidad en la generación del denso clima que se respiró durante 16 meses, unos y otros.

Dentro de pocos días se cumplirá un año que inició el proceso de certificación Amaszonas Uruguay y podemos decir que faltan pocos días para que culmine. Los tan anunciados y supuestos 180 días de duración del proceso para obtener el certificado de operador aeronáutico fue una media verdad o media mentira que se repitió tanto en la fase previa que hasta nosotros la tomamos como válida y llegamos a manejarla. Pero la verdad práctica indica que ese período es improbable que se cumpla en menos de 12 meses.

No obstante ello, no se puede cargar la responsabilidad a la DINACIA de errores cometidos por la empresa Alas Uruguay.

Traer el primer avión con un motor sin documentación no es culpa de la DINACIA
Traer el segundo avión con el certificado CP CP vencido no es culpa de la DINACIA
Tener aeronaves con excesiva cantidad de observaciones en el proceso de certificación no es culpa de la DINACIA
Arrendar los tres aviones antes de certificar y por ende pagar leasing y reserva de mantenimiento no es culpa de la DINACIA
Contratar personal con tanta anticipación a la certificación y fijarse los salarios que se fijaron los directores no es culpa de la DINACIA
Desperdiciar cientos de miles de dólares en empapelar las calles de Buenos Aires a principios de diciembre, pagar una pieza publicitaria de alto costo y contratar prime time en la TV uruguaya para volar dos veces a Buenos Aires y una a Asunción por día gastando en esos detalles más de un millón de dólares no es culpa de la DINACIA
Arrendar con tanta anticipación la bonita oficina de Punta Carretas no es culpa de la DINACIA

Arrendar una oficina en la Avenida Gorlero de Punta del Este ahora que terminó la temporada y con el futuro incierto, no es culpa de la DINACIA

El argumento de que se espera la inversión de BoA no lo pueden creer ni siquiera quienes lo sostienen.

Hay algunas tratativas muy light de algún eventual interesado y la novedad más fuerte de las últimas horas es la reaparición en el escenario del eventual inversor iraní al que Mujica en 2012 no le quiso vender los 7 malditos por 110 millones de dólares.

Pero a todo esto.

Ya dijimos que está a punto de certificar Amaszonas Uruguay.

En Julio empieza a operar Azul a Porto Alegre y no es improbable que a la brevedad comience a hacerlo a Campinas.

En Setiembre empieza a operar Sky Airline la ruta a Santiago de Chile.

¿En qué queda el plan de negocios de Alas Uruguay si la facturación estimada del año solo alcanzaría el 25% de lo proyectado y presentado públicamente?

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