por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires. (La Argentina continua en proceso de fragmentación o desvertebración, nuestras dirigencias tienen mentalidad cartonera. Llamamos cartoneros a quienes hurgan la basura para “recuperar” cartón o papeles)

En mi opinión, antes Lan y ahora Latam, se ha caracterizado por tener dirigencias muy lúcidas, lo que no quiere decir que no hayan cometido errores, como fue su experiencia argentina que le hubiera encontrado explicación, no sé si justificación, si ese desembarco hubiera ocurrido en la última década del siglo pasado que parecía que marcaría un nuevo rumbo para la Argentina, lo que lamentablemente fue un espejismo más.

La llegada de Latam se produjo en uno de los peores momentos de nuestra historia política y a un costo que implicó el pago de una multa en los EEUU, sin duda fue una mancha en su historia en el transporte aéreo.

En Aerolatin News pudimos leer un reportaje hecho a su CEO que demuestra un profundo conocimiento del negocio, y quizás un reconocimiento de los errores en los que incurrió la industria en general, cuando subraya el exceso de capacidad instalada o de oferta.

Hace años que venimos insistiendo en esta cuestión que el “milagro financiero” logró mantener en vigencia esta “burbuja aérea” durante los últimos 20 o 25 años, y que “la peste” hizo explotar.

El transporte aéreo quedó al desnudo y los 4.500 millones de pasajeros del 2019 y los 1.500 millones de “turistas” conformaron la perfección de esa tóxica burbuja, o esa “exuberancia irracional” de la que hablaba Alan Greenspan con relación a los mercados de acciones y bonos. También es cierto que como lo recordaba el propio Greenspan, recurriendo a Bob Rubín es casi imposible saber cuándo un mercado está sobrevalorado y es casi imposible luchar contra las fuerzas del mercado.

A quien le interese profundizar le recomiendo leer las páginas 200 y siguientes de “La era de las turbulencias” del propio Greenspan.

Quiero creer que Roberto Alvo pretende, diría “revalorar la más exacta dimensión del mercado del transporte aéreo”, en vez de divagar sobre una “nueva normalidad” como parece que se está imponiendo entre los nuevos aprendices de “gurúes” o adivinos de sainete que siempre fracasan.

En definitiva, el mercado es diseñado por la oferta y por sus costos, no por milagros ni malabarismos.

En esta línea también parece militar el nuevo CEO de Avianca, Adrian Neuhauser, cuyas declaraciones también leímos en AeroLatin News, cuando dice que “…Para recuperarse de 2020, el año “más complejo en la historia de la industria”, y de la difícil situación financiera a la que llegó antes de la pandemia, la aerolínea entrará a competirle a sus pares en el mercado con precio y servicios…” Neuhauser reconocer que la cosa venía desde antes y evita lagrimear por motivo de la peste. Luego dice algo muy importante, pese a lo perogrullesco, “…En la industria este año nos vamos a juzgar por nuestra habilidad de manejar caja más que por resultados contables. Los resultados contables de Avianca de este año van a ser complejos porque vamos a tener parte del Capítulo 11, ahí hay una reducción de la deuda que se cambia por créditos que se pagan por acciones en la empresa. La contabilidad pura de este año es un tema crítico, la miramos, pero no es la manera fácil de leer la recuperación de la empresa. El éxito lo vamos a medir por nuestra habilidad de consumir poca caja o generar caja y por la estructura de capital con la que salga Avianca…”

Frente a esta realidad nosotros percibimos que Aerolíneas Argentinas vive en otro mundo, ya que el estado le garantiza los ingresos necesarios para que todas estas cuestiones que señalan tanto Alvo como Neuhauser, parezcan divagues sobre los que no hay nada para decir…

Aerolíneas Argentinas, que intentó convertir en epopeyas vuelos a China y Rusia, en todo el caso el mérito sería del fabricante de los aviones, no es más que uno de los tantos fragmentos que conforman nuestro fracaso, como lo fue la falta de pago al Club de Paris que nos pude significar un costo adicional de unos u$s 2.000 millones, otra de nuestras felices épicas económicas.

A propósito, Air Canada acaba de traer en un solo vuelo de línea, más de dos millones de dosis, Aerolíneas Argentinas para traer esa cantidad necesitó casi 10 vuelos exclusivos de carga no regulares, la épica de la desmesura.

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