por Ramón de Isequilla, desde Madrid, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., @ramonpunta

Que dirán los detractores del turismo de sol y playa, que está agotado, que ya no sirve, que no es sostenible, ecológico e inclusivo, que se lo digan a los que gracias a él hoy pueden llevar un plato a la mesa de su familia y que su negocio siga abierto esperando tiempos mejores.

Pero el tema de hoy es el otoño de una pobre gestión, que dejó en el camino una navaja que puso en peligro la imagen de seguridad del turismo en España, una total inoperancia durante la pandemia permitiendo que destinos que son nuestra competencia nos llevaran la delantera en la promoción, que permitió los insultos al turismo de sus compañeros de gobierno, y no hizo nada cuando apareció la amenaza de perder la sede de la OMT, llegando al paroxismo al calificar la tragedia del volcán de La Palma de “espectáculo maravilloso” llamando a los turistas a venir a regocijarse con la tragedia ajena, ¡así no señora¡ así no se promociona el turismo, eso es turismo basura, el turismo de naturaleza es otra cosa, o no entendió a Gustavo Bueno cuando explicaba sobre el “mito de la naturaleza”.

En el futuro las escuelas de negocios que utilizan el “método de caso” tendrán un campo fértil para enseñar a sus alumnos lo que no se debe hacer en la promoción del turismo, ni en el manejo de crisis, concluyendo que en nuestra época existía una extrema pobreza en el liderazgo político del turismo.

Teniendo en cuenta que usted se autocalificó como “líder del turismo”, con generales así la batalla está perdida.

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