por Ramón de Isequilla, desde Madrid, @ramonpunta

En condiciones normales, esta afirmación seria redundante y algún despistado podría decir: ¿cómo en la Unión Europea va a existir el riesgo de una expropiación arbitraria al mejor estilo chavista?, por favor no repitas esa sandez.

Pero no estamos viviendo en condiciones normales (pandemia aparte), pues el gobierno nacional y el de varias comunidades autónomas están en manos de partidos cuya ideología radica en establecer un nuevo régimen, destruyendo entre otras cosas la propiedad privada.

Por ventura para los españoles, los europeos y demás hombres y mujeres de buena voluntad de cualquier parte del mundo que quieran vivir e invertir en España, hay varias comunidades como la de Madrid, que están gobernadas por partidos políticos que tienen un compromiso indestructible con la constitución, la ley, las instituciones democráticas, la unidad de España, la propiedad privada y la libertad, que garantizan con su gestión el cumplimiento de todas las normas vigentes en nuestra casa común, la Unión Europea.

Es aquí cuando nos preguntamos a qué venían estas declaraciones y la respuesta es sencilla, en Islas Baleares acaban de expropiar medio centenar de casas, no por razones de estricta utilidad pública y con el debido proceso como en cualquier país democrático, sino por razones ideológicas y con una ineficiencia pasmosa.

De esta forma, se cumple un episodio más del plan para destruir el turismo español que vienen realizando ciertas autoridades, plan que comenzó hace varios años en las mismas islas con sus agresivas campañas para expulsar a los turistas, la recordada “turismofobia”. Esta actitud de las autoridades socialistas, separatistas y comunistas que gobiernan Baleares, obedece a que el turismo es libertad, es trabajo, es progreso y aleja la dictadura de las cartillas de racionamiento que nos quieren imponer.

El virus nos privó por un tiempo de los turistas internacionales, pero ahora buscan alejar a los inversores extranjeros y destruir el tejido local de alojamiento turístico, ¿para qué?, para que cuando termine la pandemia, al turista que se le ocurra venir tenga que alojarse no donde se le de la gana, sino en una vivienda perteneciente al estado todopoderoso, siguiendo el modelo comunista caribeño.

El diario ABC denuncia en una nota del día 3 que esta expropiación no es un tema aislado, es parte del plan de Podemos contra la propiedad privada con la excusa del precio de los alquileres, del cual el PSOE balear ha decidido enrolarse.

ABC: “La expropiación de pisos que quiere Podemos arranca en Baleares con el PSOE”
“En un momento de máxima incertidumbre económica, a la que el mercado inmobiliario no ha sido ajeno, el Govern socialista de Baleares ha decidido intentar solucionar el problema de la vivienda a golpe de expropiación”
“Cuca Gamarra, portavoz del PP en el Congreso, apunta en esta dirección en declaraciones a ABC: «La inseguridad jurídica que supone esta medida no contribuye a generar la confianza necesaria para que se produzca una recuperación económica, más bien al contrario, supone un lastre para la economía porque además de distorsionar el mercado de la vivienda, conllevará una ralentización de las inversiones».”
“«Los gobiernos socialistas y comunistas no pueden tapar su fracaso en la política pública de vivienda social en alquiler con un ataque a la propiedad privada, que es un derecho fundamental, a través de la expropiación», incide Gamarra.”
“También desde el sector inmobiliario la noticia causó ayer una gran conmoción. «Es una medida intervencionista que busca desestabilizar el mercado y crear inseguridad jurídica. Es un ataque directo a la vivienda privada», señala a ABC el director General de la Agencia Negociadora del Alquiler, José Ramón Zurdo.”

“La expropiación de pisos en Baleares estremece al mercado inmobiliario. M. AMORÓS/ M. CUESTA/ A. RAMÍREZ. PALMA DE MALLORCA/ MADRID.ABC mar. 03, 2021”

“CHAVISMO A LA ESPAÑOLA PARA EXPROPIAR PISOS EN BALEARES. ABC mar. 03, 2021”
“La expropiación de 56 viviendas elegidas a dedo por el Gobierno socialista de Baleares es un acto contra la libertad y contra el derecho a la propiedad privada consagrado en la Constitución, por mucho que el Ejecutivo de Francina Armengol lo quiera revestir de ‘pionero avance social’. La mecánica es ya conocida en muchos países populistas de extrema izquierda: primero, se aprueba una ley de vivienda con la idea de que los ciudadanos con casas cerradas sean estigmatizados, y sus propiedades puedan ser intervenidas para hacer crecer el ‘parque de vivienda social’ para personas desfavorecidas. Después, y con la excusa de luchar contra el mercado especulativo, se habilita el instrumento para ‘sacar los pisos del mercado libre’. Y en tercer lugar, se rebaja artificialmente su valor para que el propietario deba conformarse con unas migajas injustas mientras el Gobierno los alquila con una compensación ridícula. Pero como se trata de una ley ideológica y dogmática para penalizar a quien tiene más propiedades, todo vale. No es una resolución pionera por su igualdad solidaria. Es intervencionismo salvaje. Es un caso flagrante de vulneración de derechos y el ejemplo más claro del incipiente chavismo a la española que empezamos a vivir.”

Seguimos denunciando el plan sistemático de destrucción del turismo español que ahora afecta al “turismo residencial” y a la inversión extranjera; la pandemia ha dado la excusa perfecta para intervenir en nuestras vidas, nuestras haciendas, nuestro idioma y nuestra libertad, está en la capacidad de nuestros líderes hacer frente al atropello y actuar valientemente antes que sea tarde.

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