por Diego Rodriguez desde Rio de Janeiro

Lo primero que hay que decir es que a pesar de lo aterrador de las imágenes, el lugar, La Pedra do Telégrafo, ubicada en el Parque Estadual de Pedra Branca y que sirvió de base a un destacamento militar para la observacion de submarinos durante la segunda guerra mundial, es perfectamente seguro y firme. Estoy en contra de esta última moda de tomar selfies extremas para obtener algunos "me gusta", a costa de en algunos casos, la propia vida.

Los brasileños, en su genialidad extrema para empaquetar ofertas turísticas aprovechando cualquier atracción natural de su hermoso pais, idearon un viaje de un dia hasta este morro selvático en el extremo sur de Rio, pasando las playas de Tijuca y adentrándose en camioneta por unas calles escondidas hasta un pequeño pobladito con casas sobre laderas casi verticales. Luego de llegar hasta el lugar más alto posible en el vehículo, el conductor nos deja en manos de una joven pero experimentada guía, llamada Lana, rescatista y bombero, campeona de MMA, experta en primeros auxilios y fotógrafa profesional, que con pocas palabras para ahorrar oxígeno nos conduce por un camino selvático siempre en subida, haciendo paradas para tomar agua, respirar y, aprovechando unos pequeños puestos que los lugareños armaron para vender helados a los turistas aventureros, tomar algunas fotos de paisajes exuberantes.

Luego de una hora de exigente trilla, con calor y poco aire, llegamos al lugar que nos convocaba, un punto con una vista privilegiada de las playas ocultas anteriores a Tijuca y con una particular perspectiva que permite hacer unas fotos impresionantes, simplemente parándose en una plataforma de piedra y colgándose en un borde saliente que no esta a más de un metro y medio de altura, pero con el ángulo justo nos hace ver como si pendiésemos de un precipicio. Eso si: hay que hacer un poco de fila por un rato, son varias personas en la cola para tomar las imágenes y el armado y las poses llevan su tiempo.

Desde que comenzamos a planear el viaje a Rio mi pareja, Macarena, cuando encontró en Instagram las publicaciones de viajeros que pasaron por el lugar me dijo: "esto tenemos que hacerlo sí o sí" y bueno...tuve la última palabra, "sí querida".

¡Y valió la pena!, por la impresionante vista, por las postales de recuerdo que nos quedaron, por la caminata por la selva, y por todo el paquete turístico que por unos muy razonables 150 reales (alrededor de 1300 pesos uruguayos) por persona, incluye también el almuerzo buffet en un restaurante de muy buena calidad, seleccionado por nuestro guia conductor que anteriomente fue chef; además del servicio de la guía Lana, muy profesional y de muy buena onda que nos armó todas las posiciones para las fotos y nos tomó sin costo, varias imágenes con su cámara, más todas las que quisieramos con nuestros teléfonos y cámaras propias, y luego un paseo posterior por las playas secretas del sur de Rio y en temporada alta, un viaje en barco por los manglares de agua salada.

Para quienes gusten de la aventura y quieran tomar la que nos parece la mejor y más original foto de Rio de Janeiro, recomendamos este paquete turistico, que nuevamente de la mano y con la preocupada supervisión de nuestro amigo Alexandre salió sin ningun contratiempo. Los datros de Alexandre: Whatsapp: +55 21 97041-1631 - Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. - www.chilebratur.com.br. Las únicas exigencias a tener en cuenta: tener un estado fisico moderamente bueno para la caminata de una hora en subida por camino selvático, llevar mucha agua fria, filtro solar, calzado cerrado bueno y liviano, mucho repelente y no olvidarse de las ganas de disfrutar al máximo.

Playas ocultas donde tiene su casa el ex-jugador Romario y Barra da Tijuca donde Ronaldinho tiene un edificio:

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