Vestido con un poncho andino, Morales lideró la fiesta, acompañado del vicepresidente, Álvaro García Linera, y varios ministros, algunos disfrazados con trajes típicos de los carnavales en las regiones de La Paz, Cochabamba (centro) y Tarija (sur).

Las autoridades hicieron las tradicionales "ch'allas" en las puertas del Palacio de Gobierno, en el edificio de la Vicepresidencia y en un terreno cercano donde el mandatario planea construir una nueva sede de Gobierno que, según adelantó, se llamará la "Casa Grande del Pueblo".

La "ch'alla" es un ritual ancestral que consiste en ofrecer tributos a la deidad andina como agradecimiento por los bienes recibidos durante el año y como plegaria para conseguir nuevos privilegios en los meses venideros.

Morales, García Linera y los ministros recorrieron después las calles vecinas al Palacio Quemado bailando los ritmos más populares del folclore boliviano ejecutados por músicos que llegaron hasta la plaza Murillo, donde están las sedes del Gobierno y del Legislativo.

También se divirtieron rociando espuma a los empleados estatales y otras personas que se unieron al festejo en la plaza Murillo.

El gobernante aceptó además el reto de su ministra de Transparencia y Lucha contra la Corrupción, Nardi Suxo, de cantar las tradicionales coplas de carnaval, con versos picantes y burlones, como se acostumbra en el centro y sur del país.

Las regiones bolivianas celebrarán el carnaval con desfiles de disfraces y bailes típicos que se extenderán hasta el próximo martes, pero la fiesta mayor del folclore de Bolivia se vivirá este domingo 19 de febrero en la región andina de Oruro, a 3.700 metros de altitud.

El Carnaval de Oruro, declarado en 2001 Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura, es uno de los más visitados, tanto por bolivianos como por turistas extranjeros.

Portal de América - Fuente: america.infobae.com