por Ricardo Montenegro, de su viaje a Córdoba

Si le gusta la tranquilidad de la pesca, al lado de un apacible lago o por aguas torrentosas; navegar por cualquiera de ellas en kayak o modernas lanchas; cabalgar por estancias ubicadas en geografías distintas; gastar energías haciendo trekking por senderos entre cerros o valles; o más arriesgado, practicar tirolesa –deslizándose en cable sobre quebradas que son a la vez una postal- no lo dude, vaya a Córdoba.

Si lo suyo es cultural y le gusta la historia –en muchas cosas comunes a la nuestra- visite los establecimientos jesuitas a lo largo del Camino Real, que siglos atrás transitaran esas tierras aún españolas, las fuerzas que llevaban al Río de la Plata, justamente este metal precioso y el oro del Alto Perú o el vino de la región y los trabajos en cuero y madera; todo esto encontrará en Córdoba.

También puede ser que prefiera la música folclórica criolla, con sus danzas y coreografías; en esto Córdoba también está en el Top Five del turismo argentino.

La “Docta”, con 170.000 estudiantes universitarios, es un lugar para explorar la posibilidad de estudiar allí, para usted o sus hijos, con una oferta de carreras, cursos y postgrados que atraen a gente de varios países americanos y extra región, muchos de ellos para el estudio de la lengua española, lo que también es parte del turismo idiomático.   

Puede visitar en Alta Gracia la casa del gran músico español Manuel de Falla, exiliado durante el período franquista, hogar en el que escribió algunas de sus obras maestras y que está a pocas cuadras del Museo del Che Guevara, quien residiera por once años en la misma ciudad cordobesa.

O en Córdoba capital conocer el Palacio Ferreyra, de magnífica restauración y perfecto para exposiciones y conciertos, ubicado en pleno centro y moviéndose unas pocas cuadras los fines de semana, ir al barrio bohemio de la feria artesanal y los locales con una increíble oferta cultural: libros antiguos, música grabada en pasta y centenarios souvenirs.

Las grandes superficies no están ausentes y ofrecen, en modernísimos shoppings, las marcas que se ubican en el mundo, tanto sea de la moda, la cosmética o la joyería.

Y si su preferencias están en las fiestas o espectáculos, en las casi 150 celebraciones regionales encontrará de todo lo que pueda pedir un turista de un destino multicultural, aunque asentados en sus propias raíces.

En Villa Carlos Paz podrá ver todas las grandes producciones teatrales argentinas –esta temporada hubo más espectadores allí que en Mar del Plata- con sus rutilantes figuras, a la vez que disfrutar de una ciudad que invita al solaz; esa gran movida es a la noche.

Para los “fierreros”, las carreras de todo lo que sea movido por motor están a la orden en sus diferentes circuitos, encontrándose en la provincia algunas de las legendarias firmas que preparan autos de competición de todas las categorías del automovilismo argentino.

Si en cambio usted se inclina por disfrutar de la naturaleza en estado de contemplación, de relax, no se preocupe en cuál estación del año tendrá sus vacaciones: tiene para elegir cualquier opción del territorio, en él hay espacios para la llegada de la nieve en invierno, el calor agradable del verano y las metamorfosis de color de sus bosques y praderas en otoño y primavera.

Si al contemplar de la naturaleza le quiere agregar el placer de la buena gastronomía, la variedad y calidad de lo que ofrecen los restaurantes en toda Córdoba son de un nivel altísimo.

A la comida tradicional -asados, empanadas, locros y otros- se le suman platos de carácter internacional o cocina fusión de otras regiones del mundo.

Hay además todo un arte en la preparación de dulces, chocolatería, vinos de bodegas de baja producción pero de alta calidad y cerveza artesanal.

Pero para conocer hay que estar unos días y es allí donde se destaca una hotelería de nivel, que más allá del número de estrellas con las que las califiquen, brindan prestaciones de servicios que son de una gama superior al de cualquier similar de la región y con precios que compiten con cualesquiera de ellos.

Así que joven o no tanto, sólo o con toda la familia, deportista o goloso, ávido de cultura o de espectáculos, comprador de marcas o artesanías, de los que gustan de disfrutar del hotel o estar 18 horas afuera, le recordamos que Córdoba, segura y amistosa, es el destino que no defraudará ninguna de sus expectativas.

Y también que está a sólo una hora veinte de vuelo desde Carrasco.  

Galería de fotos

1 - Hall del Palacio Ferreyra
2 - Villa General Belgrano
3 - Casa museo del Ché Guevara
4 - Dique Los Molinos
5 - Iglesia Jesuítica Santa Catalina
6 - Peñón del Águila

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