En materia de infraestructura son $19.500 millones para 19 aeropuertos de todo el país. En lo que hace a la seguridad y la eficiencia de navegación son fundamentales las obras ejecutadas en pistas, plataformas, calles de rodaje, balizamiento y torres de control. En lo que va de la gestión ya se hicieron a nuevo las pistas de: Chapelco, Trelew, Mendoza, Tucumán y Ezeiza, todas con nueva tecnología de balizamiento e iluminación; y se finalizó la construcción de las torres de control de: Aeroparque e Iguazú, mientras continúa en ejecución la nueva torre de Ezeiza.
El plan de infraestructura de cara a 2019 incluye la modernización de todas las torres de control y la reconstrucción de otras 7 nuevas pistas (Ezeiza (11-29), Córdoba, Iguazú, San Juan, las dos pistas de Salta y Comodoro). Además, la mpliación y reconstrucción de plataformas comerciales (para estacionar más aviones) en Ezeiza, Aeroparque, San Fernando, Córdoba, Iguazú, Jujuy, Tucumán y San Juan.
En materia de tecnología de navegación aérea, la inversión será de un total de $2.600 millones. La apuesta en modernización incluye, entre otros elementos: nuevos sistemas de comunicación, radares, procedimientos y sistemas de aproximación instrumental (PBN e ILS) y nuevas aeronaves para las verificaciones de radioayuda y que hagan de soporte al sistema de salvamiento y rescate.
Entre lo ya implementado se destacan: la implementación de un sistema de aterrizaje instrumental ILS en Río Grande –ya operativo- y otro en Neuquén –por operar-; la modernización completa del sistema de radares en Buenos Aires (en terminal, pista y ruta de Ezeiza); el reacondicionamiento tecnológico de radares de Paraná, Córdoba y Mendoza; la adquisición de nueva tecnología VHF y de radioayudas VOR; la creación de un equipo de diseño de PBN propio que trabaja en la optimización de rutas y procedimientos de aproximación, generando importantes ahorros de tiempo de vuelo, consumo de combustible y emisiones. También se trabaja en el rediseño del Área Terminal Baires para aumentar su capacidad y potenciar su eficiencia.
En lo que va de la gestión las mejoras en términos de nueva tecnología e infraestructura, acompañados de una mayor eficiencia en el control aéreo permitieron resultados como la reducción de un 65% de las demoras de vuelo relativas al control de tránsito aéreo. La optimización de rutas, gracias a la cual los aviones recorren menos millas para llegar a destino, significó además un ahorro de 10 millones de lts de combustible y 25 mil tn de CO2.
Portal de América - Fuente: EANA