Panamá, la torre de control
Jueves, 09 Marzo 2017 19:15

Peter Cerdá, vicepresidente para las Américas de IATA. Peter Cerdá, vicepresidente para las Américas de IATA.

El mercado del transporte aéreo de pasajeros de América Latina y el Caribe continuará su ritmo de crecimiento  el presente año y levantará vuelo luego de períodos de crisis económica en varios países de la región. Son las expectativas de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), según publica Martes Financiero.

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El vicepresidente para las Américas de la IATA, Peter Cerdá, explica que aunque las ganancias globales de la industria no serán las mismas que en 2016, operan mercados con fuertes expectativas, como el área de América del Norte, con una mayor demanda de pasajeros en Estados Unidos, y Europa y  América Latina, que  pasarán la mala racha y no habrá números negativos.

 

“El año pasado tuvimos 100 millones de dólares de beneficios como industria en esta región para las líneas aéreas latinoamericanas y este año estará en 80 millones de dólares. Si se compara con los 19 mil millones de dólares de ganancias que generan las empresas estadounidenses, pues aún hay una diferencia considerable”.

 

Explica que aunque la región es un mercado con un potencial de crecimiento importante en el que habitan más de 625 millones de personas y se espera un dinamismo económico en la clase media, lo cual  puede disparar la demanda de pasajes en el mediano y largo plazo,   persisten  factores que retienen esa recuperación.

 

“Hay problemas económicos, sociales e incluso políticos con cambios importantes, y eso tiene un impacto para las compañías aéreas de la región, al igual que el fortalecimiento del dólar que ha perjudicado a las empresas locales. Cuando las monedas locales estaban fuertes, las empresas tenían más recursos para cubrir sus operaciones. Ahora pasa lo contrario y les han subido los costos de alquiler de aviones, mantenimiento e incluso la carga de las tasas y de los servicios aeroportuarios”.

 

Panamá, en medio de este panorama marca la diferencia. Es como una torre de control con una visión de 360 grados y  un cielo despejado para el aterrizaje y el despegue. “Cuando la situación regional no es   óptima como lo es en otras partes del mundo, la situación panameña sí es óptima. Proyectamos que el crecimiento de pasajeros en el país será de 8.5% entre 2017 y 2020 y hay varios elementos que apuntalan este comportamiento”.

 

Cerdá menciona la posición de Copa Airlines como jugador clave para el desarrollo de la industria aérea local, del posicionamiento del Aeropuerto Internacional de Tocumen como hub aéreo regional y la alta conectividad de compañías internacionales que han aumentado el número de frecuencias y vuelos que llegan y despegan en el istmo como el puente aéreo con Europa que es cada vez más fluido desde todas las grandes capitales del Viejo Continente. Igualmente la conexión con  el mercado de Estados Unidos y con  las principales capitales y ciudades de Suramérica y el Caribe.


Obra

 

La ampliación de la terminal 2 del Aeropuerto Internacional de Tocumen tiene un avance de 65%. LA PRENSA/Archivo Sostiene que estas  señales de crecimiento que da Panamá en el mercado de la aviación comercial en la región demuestran el éxito que tiene el binomio de trabajo conjunto entre el Gobierno y la empresa privada, no solo para desarrollar el sector, sino para impulsarlo con nueva infraestructura aeroportuaria y el posicionamiento del país como hub aéreo regional. “Panamá ha sido un país estratégico durante ya varios años. Tenemos a Copa Airlines, una de las aerolíneas más importantes de la región, y también  otras organizaciones de la industria que también están basadas aquí en el istmo y para IATA este ha sido un cambio de las oficinas regionales de Centroamérica desde Costa Rica a Panamá, porque el objetivo es estar más cerca de la industria y de los miembros de la asociación. Este es un reto muy importante”.

 

Desde sus oficinas en Costa del Este, sede de  varias de las más importantes empresas multinacionales de la región y del mundo, la IATA manejará el mercado de América Central  con una cobertura a países como  Costa Rica, Nicaragua, Belice, Honduras, Guatemala, El Salvador y por su puesto Panamá. El propósito es estar más cerca del mercado, de las aerolíneas y de las autoridades aéreas y de los diferentes  entes gubernamentales relacionados con el sector. “Es un tema estratégico y táctico el estar en Panamá”.

 

Desafíos

 

La ampliación y mejoramiento de la infraestructura aeroportuaria de la región, la adecuación de las vías internas y externas en las terminales, la conectividad entre las terminales, el rediseño de los espacios aéreos, la simplificación y reducción de las tasas y servicios aeroportuarios son algunos de los desafíos que tiene el sector en América Latina y el Caribe. Hay aeropuertos que no aguantan la llegada de tantos vuelos y literalmente los cielos y las terminales están congestionadas.

 

Panamá se prepara para tener un mayor flujo de pasajeros. En 2016, Tocumen movilizó 14.7 millones de pasajeros y este año se espera más de 15 millones de pasajeros anuales. En  2030 las expectativas apuntan a que se duplique el tránsito  y llegue  a más de 30 millones.

Peter Cerdá indica que uno de los errores que se han cometido en la región es que no se han hecho o proyectado obras o anticipado para abordar y estar preparados para el crecimiento de la industria de pasajeros en los próximos años. “Hemos crecido rápido, pero la infraestructura que tenemos en muchos de nuestros países es limitada y está perjudicando ese crecimiento. El servicio que se brinda al pasajero no siempre es el más eficiente. Aquí—aclara— Panamá vuelve a ser ejemplo regional.”

 

“El éxito del modelo panameño se debe a que el Gobierno entiende el valor que trae al país la aviación y el turismo. Vemos que el aeropuerto es un socio y en conjunto con las líneas aéreas trabajan de forma muy positiva. Para garantizar esa buena operación es fundamental que permanentemente analicen qué se requiere mejorar para abordar el crecimiento de 8.5% en los próximos años”.

 

Precisa que los inconvenientes presentados con la constructora Odebrecht, que además de la ampliación de la terminal 2 (T2) en Panamá ha realizado otras obras relacionadas con la infraestructura aérea regional, incluyendo la expansión del aeropuerto de Miami y las vías, y otros aeropuertos internacionales, deben asumirse mediante un plan de contingencia. “No estoy muy enterado de cuáles sean los detalles del contrato, pero me imagino que las autoridades de Tocumen tomarán algunas medidas y se ve que la obra sigue y eso es positivo, que siga para que se culmine en los plazos establecidos y se pueda utilizar esa infraestructura en los próximos años”.

 

Según las autoridades del Aeropuerto Internacional de Tocumen los trabajos del proyecto de la T2 tienen un avance de 65%.

 

El vicepresidente de la IATA sostiene que con el crecimiento de la terminal será fundamental que analicen si hará falta otra pista de aterrizaje para garantizar la operación óptima. “Es fundamental tener no solo una buena infraestructura en tierra, también en el aire. Hemos visto terminales muy modernas, pero con una saturación del aire o viceversa, por eso debe existir un balance entre la infraestructura en tierra como del espacio aéreo, para nosotros es de gran interés el trabajo que ha iniciado Panamá para rediseñar el espacio aéreo”. La clave es que el flujo de transporte sea óptimo y efectivo con tiempos de conexión cortos y ágiles.

 

Alas a bajo costo

 

Se calcula que para 2030 el Aeropuerto Internacional de Tocumen movilice 30 millones de pasajeros al año.Cortesía Tocumen El reacomodo del mercado latinoamericano por las recientes crisis ha generado una oportunidad para las compañías y el mercado de las aerolíneas de bajo costo.

 

“La industria está revolucionando y hasta las compañías más tradicionales están reinventando sus servicios y sus modelos de negocio. El mercado de aerolíneas de bajo costo tiene varios años en Europa, Asia y en Estados Unidos y ahora  se ha impulsado el mercado en América Latina, debido a la gran expectativa del incremento del flujo de pasajeros del segmento de la clase media”, precisa Peter Cerdá al indicar que hay muchas oportunidades de crecimiento, puesto que hay destinos que en la región se recorren en autobús con distancias de  entre 500 a 2 mil kilómetros, cuando en el resto del mundo se hace en avión.

 

Este modelo de líneas low cost se ha impulsado más en Argentina, Chile, Colombia, México y en los países de Centroamérica, incluyendo el mercado de Panamá y Costa Rica, mientras que en Brasil el tema está estancado por la situación económica y política. “Sin duda este tipo de servicio seguirá creciendo.

 

Pero también es fundamental que las leyes en el sector se modernicen para facilitar las inversiones y la llegada de nuevos modelos de servicio. A veces las barreras a la industria aeronáutica son muy complejas en algunos mercados, que las empresas optan por otros países con mayores facilidades”.

 

Un sector clave

 

La industria aérea en Panamá, junto con el sector turístico, significa un aporte de 12.6% del producto interno bruto del país. Solo la aviación genera 982 millones de dólares de forma directa y 435 millones de forma indirecta, según un estudio del Aeropuerto Internacional de Tocumen y Oxford Economics. En 2015, la industria empleaba directamente a más de  43 mil 500 personas y  137 mil 500 empleos asociados al sector de aviación  y turismo.

 

IATA mide ese pulso económico de la aviación en Panamá y ahora tiene más cerca sus operaciones del país y del mercado para seguir la bitácora de vuelo hacia un sector que repuntará en el mediano plazo y duplicará el flujo de pasajeros.

 

Portal de América

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