El periodista está ideado como un profesional multitarea, capaz de escribir, hablar o dibujar el estado de una sociedad a través de la difusión de sus conocimientos integrados con los sucesos que se dan a diario sobre un determinado tema.

Tan amplia es la temática que el profesional de la información tiene que abarcar que en ocasiones se encuentra ante verdaderas batallas para sacar adelante un artículo. La inmediatez que exige el periodismo tampoco ayuda a que el ejercicio del profesional pueda ser más acertado pero esto no implica que los consumidores de información sean más laxos con lo que demandan, información veraz y tratamiento minucioso.

Para encarar estas necesidades, más aún ante sectores tan técnicos como el de la aviación, es imprescindible la especialización. Como un médico general no puede operar un tumor cerebral, un periodista requiere adquirir primero los conocimientos necesarios para obtener un documento que verdaderamente cumpla su objetivo, informar. Si nos hacemos conscientes de esta necesidad seremos capaces de denunciar con verdadero rigor las prácticas que se están llevando a cabo en nuestro sector y no limitarnos a ser voceros de las compañías o bien reducir un hecho al resumen de una decena de datos rescatados del archivo con cierta prisa.

Errores cometemos todos, periodistas incluídos, pero eso no significa que debamos relajarnos en cuanto a la formación se refiere. El periodismo continúa siendo el cuarto poder y nosotros, los profesionales de la información, debemos ser conscientes de esta responsabilidad y adecuarnos a ella. La información nos hace libres y esta es la máxima que deberíamos cultivar para hacer brillar nuestra profesión.

En relación a esto, son los mismos profesionales del sector aéreo los que se sienten atacados por esta cascada de informaciones de última hora que, en ocasiones, ni han sido contrastadas. Rafael Ruíz publicaba en el blog Controladoresaereos.org una carta al subdirector de Expansión, Manuel del Pozo, en respuesta a su artículo de opinión Quiero ser azafato de Iberia, que si bien se acoge al principio editorial y opinativo también debería estar fundado en hecho reales y fidedignos. Señor del Pozo, para opinar también hay que tener conocimientos y voluntad de contar la verdad.

Portal de América - Fuente: www.aviaciondigitalglobal.com