Félix Abánades: "Punta del Este debe cuidar su exclusividad"
Martes, 15 Enero 2013 09:41

 Félix Abánades: "Punta del Este debe cuidar su exclusividad"
Empezó vendiendo níscalos en una caja de zapatos, con 18 años, y terminó por convertirse en uno de los 50 empresarios más ricos de España, en el rubro de la construcción. Dueño del grupo constructor Rayet, con acciones en la empresa de medios Antena 3TV, y con unidades de negocio en el rubro hotelero y de servicios, el empresario y desarrollista español afirma que hoy pelea con los bancos para renegociar sus deudas y levantar sus empresas de la crisis. Por el contario, ve en América Latina un clima de bonanza propicio para la inversión. En 2007 llegó a Punta del Este "por casualidad", donde actualmente invierte en dos proyectos inmobiliarios.
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PUNTA DEL ESTE | G. PÉRGOLA


-¿Llegó a Uruguay buscando un respiro a la crisis española?

-En realidad fue de casualidad y justo antes de que se desatara la crisis europea. Es decir, inicialmente no vine por las dificultades de la economía española, pero ha venido hasta bien (se ríe). Nunca había estado en la región. A fines de 2007, en una de esas piruetas del destino, llegué a Argentina a trabajar sobre un proyecto inmobiliario en Puerto Madero. Por desgracia vino la crisis en España, y esto era una inversión de casi US$ 300 millones. En una negociación con los bancos españoles me dijeron, literalmente: "¿Llevarte dinero a Argentina? Ni lo pienses". Y tuve que vender el proyecto con el terreno. Después llegué a Punta del Este de vacaciones, a través de amigos argentinos, y te digo la verdad… he visto pocos lugares en el mundo como este. Y como las cosas en España empezaron a ir mal, remal, peor y ya no sé qué calificativo darle, me centré aquí. Hay una cosa y es que los que somos inquietos terminamos siempre haciendo algo.

-¿Qué aprendió de la crisis europea?

-Que uno debe aprender de todo para seguir vivo. Antes me consideraba un experto inmobiliario. Ahora me considero un experto en reestructuración de deudas bancarias… llevo miles de negociaciones con bancos locales y extranjeros. Ahora mismo estoy siendo un experto en reflotar compañías quebradas. Espero levantarlas vivas a la mayoría. La crisis en España ha sido muy, muy dura. Está claro que las crisis lo vuelven a uno más conservador y cauto. Quizás ustedes no están endeudados porque ya tuvieron un default, entre comillas, del sistema financiero tanto privado como público, que eso en Occidente nadie lo imaginaba… hasta ahora, que justamente está ocurriendo, con una banca muy exigente a la hora de conceder créditos. Todos nos hemos vuelto muy conservadores. Y este es un aprendizaje que no hay que perder. Luego, hay ciertos mitos; por ejemplo en España siempre se pensó que la vivienda no bajaba de precio, o bajaba un poco en las épocas de crisis pero después subían. Y ahora ya llevan casi una bajada del 40%.

-¿Qué tan difícil resulta negociar con los bancos, bajo la presión de una crisis?

-Lo que ha ocurrido es que la banca se ha convertido en el principal desarrollador inmobiliario. Ellos se han ido quedando con las propiedades y asumen una competencia muy desleal. Al comprador de ellos les dan todas las facilidades y al tuyo te lo quitan, con lo cual nosotros no vendemos casas, apenas podemos renegociar con ellos la deuda para seguir vivos. Pero ahora la misión es tratar de salvar las compañías, que queden ahí y algún día pasará la crisis, me imagino...

-¿Y qué evaluación hace del sector inmobiliario de Punta del Este? ¿Cree que debe tener ciertos cuidados?

-En estos dos últimos años ha bajado la construcción. Y este año notablemente. Pero no veo que haya nada que temer. Por supuesto que puede haber una crisis inmobiliaria por un exceso de producto, pero no lo veo específicamente ya que aquí la inversión se trata de un refugio de inversión, también, del sector. Hay mucha gente que compra para invertir, tener una casa y lo normal es que no se esté endeudando para tener la propiedad. Por lo cual si hay un momento de crisis… saldrá al mercado regularmente.

-Usted está invirtiendo actualmente en dos proyectos inmobiliarios en el balneario, el complejo Selenza, junto a Valeria Mazza como cara visible, y un proyecto de chacras en Laguna del Sauce. ¿Qué montos de inversión están destinados entre ambos?

-El proyecto Selenza de Manantiales ronda los US$ 60 millones y el proyecto ecológico en Laguna del Sauce tendrá una inversión, entre infraestructura y hotel, de US$ 25 millones. Todas estas inversiones están totalmente aisladas de mis empresas en España. Este es un buen momento de América Latina y varios desarrolladores de otras partes del mundo están mirando hacia aquí con atención.

-¿Cómo evalúa su experiencia en el país como inversor y desarrollador?

-En general, hemos contado con bastante apoyo de la administración pública, tanto nacional como local. Este es un país ordenado, con una legislación bastante clara, a nivel de seguridad jurídica para las inversiones. Es decir, los registros de propiedad son claros, la legislación urbanística también es muy clara. Aquí ves cualquier terreno, vas a la Intendencia y en seguida sabes lo que puedes construir, algo poco habitual en la región. Está habiendo un crecimiento sólido, estable, a pesar de que puede haber altibajos. Estoy convencido de que este es un mercado interesante, y todavía tiene desarrollo y potencial. Creo que para que no ocurra como en España, hay que tratar de apoyar proyectos que sean sustentables y traten de traer a un público más estacional. No entiendo por qué no se hacen cosas para atraer más tiempo al turista. Quizás... como no hay producto no hay demanda, y a raíz de que no hay demanda no hay producto. Entonces, ese círculo vicioso hay que romperlo. El reto es que Punta del Este pase a ser de un balneario a ser una ciudad que al menos tenga seis o siete meses de vida.

-A su criterio, ¿cómo se logra?

-Marbella, por ejemplo, en verano explota y a su vez tiene vida durante ocho meses al año. En España, ahora mismo, está habiendo un reciclaje del sector, buscando salir un poco del turismo de sol y playa. Hay que ofrecer alternativas culturales, y otro tipo de actividades. Por ejemplo, España trabajó mucho con el golf, quizás porque hay más afición en Europa en general por este deporte. Pero eso alarga muchísimo la temporada en determinadas zonas, con torneos, campeonatos. Hay una cantidad de ingleses, alemanes, que viajan a jugar al golf. El tema es que una temporada tan corta para muchos negocios no son rentables, o para ser rentable debe ser carísimo. Hay que empezar a dar otro tipo de servicios. El hotel nuestro está destinado a un público de bienestar, de belleza, por lo tanto no es difícil que venga un brasileño y se tire una semana aquí con buenas propuestas. Hay que ser un poco más innovador.

-¿Y qué cosas cree que atentan contra esto?

-El tema de los vuelos internacionales es algo vital. Si bien se tiene muy buena conexión con Buenos Aires, prácticamente es nula con otros destinos. El viajero de fin de semana más de cuatro o cinco horas no suele hacer, por más lindo que esté todo. También me parecen muy caros los costos de transporte, sobre todo el viaje en avión. En España te tomas un avión a Londres por 100 dólares. Venir desde San Pablo a Punta del Este debería ser mucho más económico. Además creo que debería haber una regularidad en los vuelos. No hay muchas escalas desde Brasil, al igual que con Paraguay y Chile. Es un tema que hay que resolver. Lo de Pluna creo que ha sido bastante malo para el país y necesita de una solución pronto.

-¿Qué conocimiento hay de Punta del Este en Europa?

-Te soy sincero… no demasiado. De Uruguay poca, es un país muy desconocido y Punta del Este más todavía. Pocos europeos llegan a verlo como un lugar de inversión. Sobre todo porque está muy lejos para ellos. Hay determinadas variables con las que no se puede luchar. Lógicamente es bueno que vengan europeos, americanos, pero al final yo creo que la gran fortaleza está en la región. Este es un lugar muy lindo en la región. Y justamente por eso creo que Punta del Este debe ser muy celoso de cuidar su imagen de exclusividad, de lugar selecto. Eso no lo puede perder. El día que pierda eso, el destino se caerá.

-¿Quiere decir que está notando una masificación del balneario?

-No, pero no hay que descuidarlo. En España hubo un error que cometieron, desde el exceso de construcción hasta bajar el nivel de cliente para llenar, con todo incluido y demás... y al final desgraciadamente se han quedado con el cliente bajo, porque el cliente alto empieza a huir cuando sucede esto. Y volver a recuperarlo no es fácil. Por suerte, por ejemplo, en lo que son las Islas Baleares, lo están volviendo a recuperar, pero es duro. Por eso Punta del Este no puede perder esto. Es un aspecto en el que no hay que despistarse un segundo.
De los níscalos a la construcción

Nacido en la Sierra de Guadalajara (a 130 kilómetros de distancia de Madrid) y proveniente de una familia humilde, el empresario español todavía recuerda el primer trabajo que le dejó "algo de dinero", cuando tenía la mayoría de edad.

"Venía un señor de un pueblo más grande de la comarca, y nos compraba los níscalos, que se los vendía a otro señor en Zaragoza y este se los vendía al mayorista y ahí recién llegaba al Corte Inglés. Y un día yo me dije, `¿por qué no se lo vendo al Corte Inglés directamente en Madrid`? Me presenté en el Corte Inglés, con una caja de zapatos con los níscalos dentro y les dije: `somos una empresa dedicada a esto, desde hace más de 50 años, siempre hemos trabajado en la zona de Cataluña y nos gustaría expandirnos`. Fue lo que se me ocurrió. Me pidieron que les dejase un contacto. El miércoles me llamaron de la sección de frutas y verduras, y me dijeron que querían para el otro día 400 kilos de níscalos. "Sudé pero dije que sí", recuerda y no le fue mal.

Luego se dedicó a la economía, e ingresó en una empresa constructora co-mo director administrativo. Una crisis en España hizo que sus entonces dueños decidieran declararse en quiebra. "Y yo quise en un acto de locura quedarme con la compañía, asumí la deuda, como único accionista. Cada día era un ejercicio de equilibrio, no sabía mucho de construcción, sino de economía. Armé un buen equipo y me hice de la compañía, con la que después me fui expandiendo, hasta hoy", cuenta el empresario y desarrollista español.

Portal de América - fuente: El País Digital

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