Imperdible entrevista a Alvaro López, coordinador del MINTURD, acerca de Cabo Polonio
Lunes, 24 Diciembre 2012 11:52

Imperdible entrevista a Alvaro López, coordinador del MINTURD, acerca de Cabo Polonio
En el programa En Perspectiva de Radio El Espectador, fue entrevistado el Doctor en Geografía y Ordenamiento Terrirorial, Alvaro López, uno de los profesionales con mayor actividad en los últimos años dentro del equipo del Ministerio de Turismo y Deporte del Uruguay. La entrevista es muy recomendable por varios motivos, por la categoría de los involucrados pero además, porque es descriptiva de modo muy integral, de todo lo que hay que saber acerca del Polonio y de "la Puerta", ese lugar recientemente construído que ha cambiado definitivamente la cara para bien, del Parque Nacional. Vamos a ella:
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Puerta del Polonio busca brindar al turista servicios que signifiquen un "salto cualitativo en la visita al lugar


Al llegar este año a Cabo Polonio, los visitantes se encontrarán con la novedad de la "Puerta del Polonio", una obra que busca ordenar el ingreso y que, además, pone a disposición del turista información y servicios para cuando espera el transporte. Para conocer más, En Perspectiva conversó con Álvaro López, coordinador del Programa de Apoyo al Sector Turístico del Ministerio de Turismo, que tiene a su cargo la "Puerta del Polonio". Según aseguró López, la información sobre las características y la historia del lugar está destinada a fomentar una actitud responsable del turista para con el entorno natural del Polonio. "Estamos frente a un santuario natural con un gran valor cultural y paisajístico, entonces la filosofía es buscar un turista que asuma con responsabilidad su recreación", dijo. López admitió la preocupación por el crecimiento de las visitas, pero observó también que hoy el Polonio "tiene más capacidad de carga relativa que hace cinco o diez años", por lo cual confía en que no se llegará "al estrés territorial y ambiental que algunos temen".


EMILIANO COTELO:
En las últimas décadas el Cabo Polonio ha venido recibiendo cada vez más visitantes en verano, y pasó de ser un pueblo de pescadores más o menos desconocido a un balneario que ya figura en los mapas y en los folletos de promoción turística.

Ese mayor movimiento le generó a Cabo Polonio varios problemas, entre ellos el de la gestión del ingreso desde la ruta 10 a través de las dunas, algo que antiguamente se hacía en carros tirados por caballos y hace un tiempo ya se efectúa en camiones cuatro por cuatro a cargo de varias empresas.

Para controlar y gestionar el ingreso a esta área protegida, pero también para informar al visitante, para darle servicios, se construyó la llamada Puerta del Polonio, una obra que esta temporada cumplirá su primer verano de funcionamiento a pleno.

¿Cómo es eso? ¿De qué se trata esta antesala con al que ahora cuenta este parque nacional? Pero además, ¿cómo recibe el Cabo Polonio esta temporada que ya se está iniciando? Vamos a conversarlo con Álvaro López, que es doctor en Geografía y Ordenamiento Territorial por la Universidad de Toulouse en Francia, y es el coordinador del Programa de Apoyo al Sector Turístico del Ministerio de Turismo, que tiene a su cargo la Puerta del Polonio.

En primer lugar, ¿en qué consiste exactamente esta nueva puerta que se inauguró en mayo de este año?

ÁLVARO LÓPEZ
Bueno, es un conjunto de servicios brindados al turista, yo creo que los servicios son  importantes y es importante la filosofía con la cual se presenta.

EC – ¿Podemos ver las dos cosas?

AL – Si, tenemos por un lado una especie de terminal, no nos vamos a comparar con las grandes, pero tiene características en pequeño de terminal, con sus estacionamientos para autobuses y para los camiones, naturalmente, que tienen que girar antes de partir.

EC – Los camellos, digamos, esos grandes camellos cuatro por cuatro que son los que terminan llevando a la gente hasta la playa.

AL – Ahí está. Y después está el estacionamiento para los automovilistas, para las familias.

Pero además tiene por supuesto servicios higiénicos, cafetería, centro de informes, una sala de usos múltiples, hay wi-fi, cajero automático, y en los próximos días va a haber una agencia de viajes de turismo receptivo para la zona.

No hay que olvidarse tampoco de la obra que está al interior del Polonio, que es un pabellón con un conjunto de servicio. Tiene servicios higiénicos y de primeros auxilios, algo que los propios pobladores de Polonio plateaban que era un gran problema en tiempo del verano.

EC – ¿En qué consiste esa otra parte, la base en el propio Cabo Polonio?

AL – Es un edificio no muy grande que tiene los servicios higiénicos y ahora tiene una parte de atención de primeros auxilios permanente en el transcurso del año.

EC – Pero mi pregunta es, ¿allí es donde llegan los camiones?

AL – Sí, es donde llegan los camiones. Se trata de cubrir en los dos frentes, y una cosa muy importante de la puerta es el centro de interpretación. Acá lo que estamos procurando es tratar de crear un salto cualitativo en la visita al Polonio. El Polonio no puede ser la visita a la hermosa playa sur, como cualquier playa de la costa de nuestro país. Estamos frente a un santuario natural con un gran valor cultural y paisajístico, entonces la filosofía es buscar un turista que asuma con responsabilidad su recreación y una oferta que le brinde todos los servicios adecuados en la medida de lo posible.

EC – ¿Qué función cumple el centro de interpretación?

AL – El centro de interpretación presenta el área protegida antes del ingreso a esa área, prepara al turista, lo alecciona, lo educa, lo invita a respetar el área. Tiene proyecciones, tiene un inmenso mapa orientativo en el piso, tiene auriculares con historias de la gente que ha vivido en el Polonio. Es decir, hay muchos aspectos que se tratan de volcar sobre el turista para que asuma la responsabilidad.

EC – Lo primero que se hace, por lo visto, es ubicar a ese turista, a ese visitante, en el contexto para que no llegue al Cabo Polonio eventualmente sin conocer nada y simplemente con los cuentos que le hicieron antes. Se le da un buen planteo de cuál es el lugar al que está llegando, cuál es su historia, cuáles son sus características.

AL – Sí, porque si uno no conoce las cosas directamente es un poquito menos responsable. Es la forma de asumir responsabilidades del punto de vista ambiental.

EC – ¿Quién llevó a cabo este proyecto? ¿El Ministerio de Turismo con qué otras instituciones?

AL – Acá hay una palanca que es fundamental, que es la consolidación del grupo de contacto interinstitucional donde está el Ministerio de Ganadería, que tiene varias dependencias en el lugar, como Dinara (Dirección Nacional de Recursos Acuáticos) o Renare (Dirección General de Recursos Naturales Renovables); el Ministerio de Vivienda, con Dinama (Dirección Nacional de Medio Ambiente) y Dinot (Dirección Nacional de Ordenamiento Territorial); Ministerio de Defensa, que tiene el faro, que tiene prefectura y la Intendencia Departamental de Rocha, que ha sido y es siempre un aliado fundamental. Eso llevó a un acuerdo que se llegó en el año 2007 y que permitió que el sector público llegara con una propuesta coherente, firme, respetuosa del medio y respetuosa de la gente.

EC – ¿Cuánto costó esta obra?

AL – Esta obra anduvo en el 1.300.000 dólares

EC – ¿Y cómo se financió?

AL – Con el programa BID, que significa que cuatro quintos son crédito del Banco Interamericano de Desarrollo, y un quinto del Estado uruguayo.

EC – El programa del BID es el de Mejora de la Competitividad de Destinos Turísticos Estratégicos.

AL – Ese fue el programa que se prolongó desde el año 2007 hasta la primera mitad de este año y que tiene un conjunto de hitos. Le voy a decir algunos porque es una buena oportunidad de que la gente se entere, lamentablemente se conoce muy poco. Además del Polonio, el programa comprende la restauración del Ventorrillo de la Buena Vista; el Centro de Bienvenida, Interpretación y Turismo que alguna vez comentó Rosario Castellanos...

EC – Sí, el de Colonia es, que es magnífico.

AL – Sí. También la restauración de piscinas y murales de Termas de Arapey, ahí hay murales muy valiosos de [Leopoldo] Nóvoa y [José] Echave; el Centro Terapéutico de Almirón, que se inauguró el mes pasado; la estación fluvial de Villa Soriano, que se está terminando en estos días; y el Centro de Informes que se instala en el kilómetro 134 de la ruta 8, que busca informar sobre la zona este.

Todo esto está encuadrado en algo que es fundamental para entender esta filosofía, y es que en el año 2009 el país tuvo el primer Plan Nacional de Turismo Sostenible, promovido por este programa. Ahí se fijaron las líneas fundamentales de actuación que hacen a la calidad de los trabajos que se van desarrollando.

EC – Para redondear todo lo usted ha venido explicando, si yo le pregunto cuál es la diferencia entre el ingreso que se hacía antes de existir la puerta y el actual, ¿dónde pone el foco?

AL – Bueno, usted tocó al comienzo la época de los carros. Creo que la mayoría de los oyentes se acordará que muchas veces salían de La Paloma en busca del Polonio y aparecían unos señores, que parecían que estaban en un estado de nervios muy particular, que pedían el ingreso a su área de salida de camiones.

EC – Cuando uno iba por la ruta 10 se iba encontrando con una especie de campamentos desde los cuales surgían personas promoviendo que uno contratara el servicio de tal o cual empresa.

AL – Claro. Una llave fundamental de esto es el acuerdo con los transportistas, que fue fruto del diálogo. Ellos pusieron mucho de sí, mucho creativamente, y se logró bajar notoriamente la presión sobre el recurso natural. En lugar de esa competencia salvaje que se daba, que era poco coherente para un destino que se respete, ahora tenemos  algo más ordenado, podemos hacer el símil con una fila de taxis en una terminal. ¿Por qué sucedió eso? Porque las seis empresas se pusieron de acuerdo en que se van a ir  turnando equitativamente, y así todas ganan. Todas gastan menos, todas invierten menos y dan un mejor servicio. Y el beneficiado es el visitante, que llega, que de repente podrá tener unos minutos de espera pero luego tendrá una entrada cómoda.

EC – O sea, las empresas de transporte, las que llevan al visitante hasta el Polonio mismo, ahora están coordinadas entre sí ¿y eso ha implicado efectivamente que se disminuyera la cantidad de camiones que tiene que circular?

AL – Exactamente, menos camiones, menos combustible, menos presión sobre las dunas. Ojo, todavía hay muchas cosas por hacer y las estamos tratando de mejorar, siempre en diálogo con los pobladores y con los transportistas. Tenga presente que en la administración de la Puerta del Polonio hay una comisión de seguimiento que encabeza el director del parque nacional y en la que están representados el Ministerio de Vivienda, la Intendencia de Rocha, gente que representa a la población del lugar y que va tratando de solucionar cada uno de los problemas. Por supuesto que estamos hablando que acá hay una concesión sobre la Puerta.

EC – Hay una empresa que es la concesionaria.

AL – Ahí está, cosa que no es fácil lograr en todas las obras de este país. Acá lo logramos y esperamos tener muy buenos resultados.

EC – Además, de esa coordinación entre las empresas transportistas yo agregaría que lo que se gana es formalidad. Antes lo que existía era una gran dispersión de instalaciones, muchas de ellas operando en negro, pero además con infraestructuras incómodas y desparejas, por ejemplo para el estacionamiento.

AL – Por supuesto, el estacionamiento se ha mejorado mucho, lo que se ha incorporado es valioso. Tenemos un problema de presión importante, ustedes lo ven en las calles de Montevideo, naturalmente que eso se refleja en el propio Cabo Polonio. Pero vamos mejorando notoriamente de la situación que teníamos antes.

EC – Rosario, ¿cómo luce esta puerta del Polonio? Vamos a contárselo para los oyentes e incluso para mí, porque yo vi a finales de la temporada pasada estas instalaciones prácticamente terminadas, las estuve recorriendo cuando todavía la construcción tenía algunos detalles pendientes. Ahora, ¿qué es lo que el oyente va a encontrar si va hasta allí?

ROSARIO CASTELLANOS:
Vamos a empezar estableciendo una comparación, porque yo conozco el Polonio desde hace muchísimos años, cuando viajé en carro la primera vez y funcionaba la explotación de lobos marinos. Por cierto que era mucho menos la cantidad de gente que se había instalado con su rancho.

Todo eso en determinado momento explotó, con un argumento sobre la singularidad de este lugar excepcional por su belleza, las dunas y el mar perfecto, pero también con una sensación de que había sido tremendamente destratado ese lugar. Y en particular el acceso. No había más que acercarse al lugar en la ruta 10 y empezaban a aparecer una sucesión de instalaciones precarias tipo campamento, tenderete creo que le llaman los españoles, y luego los autos que había que poco menos que tirarlos donde uno encontrara un pedacito de sombra. Todo tenía un aspecto de una notable desprolijidad, que nada tenía que ver con lo que uno esperaba encontrar en la naturaleza prodigiosa del lugar que luego iba a conocer.

Entonces, el haber instalado esta Puerta del Polonio significó para los arquitectos –que en este caso son Leonardo García Dovat y Federico Gastambide– revertir esa condición y de alguna forma ya empezar a anunciarle al visitante que se iba a encontrar con un lugar que tenía que respetar y sobretodo utilizar con un espíritu conservacionista.

Entender la filosofía del lugar debía reflejarse en la propia arquitectura, y creo que los arquitectos lo han logrado. Es un cuerpo bajo, alargado, donde se ha utilizado materiales naturales del lugar, la madera y la quincha, que en absoluto interfieren, sino que ordenan ese movimiento con esa terminal donde además se ha dispuesto debajo de unos árboles un estacionamiento organizado para el automóvil que allí llega.

Y luego ese otro prisma, de madera íntegramente, donde aparece este centro de interpretación que para mí es el mayor de los aportes. Lo demás es lo que físicamente organiza el lugar, pero lo que desarrolla la tarea docente de información y formación para que el visitante entienda cómo su propia participación tiene que ser informada en cuanto a que de él depende la conservación del lugar, creo que se da en este centro de información con el audiovisual, con lo que aparece en los audios y con los mapas, las imágenes. Creo que eso, que lo vi en Colonia, es realmente el gran aporte a que empiece a cambiar esta situación y la condición del visitante.

EC – A mí me impresionó muy bien cuando vi el proyecto en la etapa en que lo encontré a fines del verano pasado. Para empezar tuve la impresión de que aquí también se estaba construyendo una imagen nueva para Cabo Polonio, una vidriera nueva sobre la ruta 10.

AL – Una vidriera nueva, sí. Como dice Rosario, el propio edificio es un llamador al automovilista que va por la carretera y una especie de advertencia, sin duda.

Yo lo que quería comentar es que costó un poco la decisión del proyecto. Hubo 17 proyectos que se presentaron en su momento al llamado del Ministerio de Turismo. Siempre hay alguien que de repente no le gusta tanto alguno, pero este sin duda que es un proyecto muy valioso en la medida que tuvo que cotejar con muchos admiradores del Polonio. Creo que se presentaron muchos porque el Polonio tiene un amplio número de seguidores, sobre todo de profesionales, de nuestro país.

Lo que buscó el proyecto es hacer un símil a ciertas viviendas existentes en esa zona de Rocha e introducir al visitante en las características que hacia el interior va a ir encontrando. En un área que, no olvidemos, tiene una enorme cantidad de recursos. Las dunas móviles es un hecho excepcional, ese movimiento de suroeste a noreste permanente en los dos sentidos, pero también la vegetación psamófila, la vegetación de las arenas, los lobos marinos. También hay algo que poca gente conoce: los yacimientos arqueológicos, por ahí anda López Mazz y su equipo dos por tres. Así como vamos los uruguayos en la actualidad, también iban los indígenas en ciertos momentos del año. También lo que significan las islas, y toda esa historia enorme de naufragios, de leyendas, de pescadores, que valorizan notablemente del punto de vista cultural toda el área.

***

EC – Tengo una cantidad de preguntas de los oyentes, tenemos también otras consultas para hacerle a propósito de qué va a pasar con el propio pueblo, el propio balneario. Hay varias preguntas.

ROMINA ANDRIOLI:
Hay un oyente por ejemplo que pregunta: “¿El visitante es obligado a recibir la inducción o ignorarla?”

EC – Es a propósito del centro de interpretación que estábamos destacando. ¿Qué contesta usted, doctor López?

AL – No obligamos a la gente, tratamos de que entre al centro de interpretación y después tome el transporte, pero estamos en un país libre.

RA – Hay otros que van por el lado del precio del estacionamiento, porque en algunos casos lo consideran excesivo.

AL – El precio del estacionamiento está en relación con la sustentabilidad económica de la propia Puerta. Hemos buscado una cifra que no nos coloque fuera del mercado y que permita brindar los servicios. Y tratamos de que tengan sobre todo el servicio de seguridad respaldando al usuario.

RA – Estaba mirando, en la página de Puerta del Polonio dice que a partir del 20 de noviembre costará 80 pesos uruguayos por día y 120 las 24 horas.

AL – Estamos hablando de una permanencia de alrededor de seis horas. Es una situación diferente para quien va transitoriamente y para quien se queda hasta el día siguiente. Si miramos la realidad de los estacionamientos no es una cosa prohibitiva.

RA – Tenemos más comentarios. Por ejemplo, Inés de Palermo dice: “No tan buena noticia la terminal de Cabo Polonio. Desde que la Intendencia de Rocha decidió regular todo es más caro y más ineficiente. Para empezar, no coinciden los horarios de los buses con los de los jeeps, y no se te ocurra ir en auto fuera de temporada porque si perdiste el jeep podés esperar dos horas hasta que entren. Dentro del Cabo hicieron una terminal con los únicos baños para los 2.000 turistas que entran por día en medio del pueblo”. ¿Qué dice usted?

AL – Con respecto al transporte seguramente puede referirse al mes de mayo, junio, julio, agosto, que es el momento de baja estación, pero no en estos momentos. En estos momentos prácticamente hay una cola de camiones, a medida que se van completando van saliendo. No existe esa diferencia entre los dos transportes.

EC – Hay otro que pregunta por qué dejan entrar los vehículos cuatro por cuatro de los “vivos dueños de ranchos”.

AL – No es exactamente así, hay algunos vehículos autorizados que tienen que ver sobretodo con el aprovisionamiento, y de gente que de repente vive todo el año, que no son muchos, no pasan de 70 durante todo el año. Eso está muy controlado, ustedes saben que se sale de la puerta y el segundo control son los guarda parques, o sea que hay dos mecanismos de control actualmente.

EC – Pregunta el oyente si se paga para poder entrar con el vehículo.

AL – Ahí estás superando mi capacidad de conocimiento y no quiero cometer un error, porque no manejo tan en detalle el funcionamiento al interior de Cabo Polonio.

EC – Hablemos algo del propio Cabo Polonio. En primer lugar, no sé si todos los oyentes lo saben, pero Cabo Polonio es en realidad un parque nacional desde el año 2009. Tiene un área de 5.000 hectáreas terrestres y cuenta con ocho guarda parques permanentes. ¿Cuál es el objetivo del manejo que se está haciendo de la zona, incluyendo ahora la construcción de este nuevo acceso?

AL – Acá quiero hacer una precisión en estos momentos que hay mucha sensibilidad por los temas de Dinama. Estas construcciones que hace el Ministerio de Turismo son las primeras construcciones autorizadas por la Dirección Nacional de Medio Ambiente, que completaron todos los requisitos que demandaron los técnicos. El ideal sería que en el futuro, no sé exactamente cuándo porque es un proceso evolutivo, lo mismo ocurra con todo el Cabo Polonio. De esa forma eliminaríamos problemas derivados del aprovisionamiento de agua, del la energía, del tema sobre todo de saneamiento, que es fundamental.

Toda área protegida tiene que tener un plan de manejo, y un plan de manejo tiene que basarse en este caso en un plan de ordenamiento territorial. Hay un estudio hecho por Sprechmann & Capandeguy Consultores Asociados, luego de un llamado también público. Fue un estudio que ha llevado por lo menos dos años de elaboración. El sector público adhiere en sus lineamientos fundamentales, más allá de que pueda tener pequeñas discrepancias, y en estos momentos hay todo un proceso de diálogo con los pobladores permanentes y con los pobladores circunstanciales, o digamos los que tienen segunda residencia en Polonio, procurando acuerdos en la ejecución de ese plan de manejo. Esa es la situación. El mecanismo apto para esto es una comisión asesora del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, en la que están todos los organismos públicos intervinientes en Cabo Polonio y están los representantes de todos los grupos que pueblan Cabo Polonio de forma permanente o no permanente.

EC – Quiero preguntarle en particular por el movimiento que Cabo Polonio viene teniendo, porque el hecho de que ahora se le dé más comodidades a los visitantes, la propia información que se suministra sobre el lugar, la promoción que realiza el Ministerio de Turismo, son todos factores que promueven el lugar, facilitan que más personas conozcan y visiten el Cabo Polonio. Tengo entendido que actualmente llegan unos 80.000 visitantes por verano, esos son datos que nos dio el director del parque, Gonzalo Picasso, entonces, ¿cómo impacta ese aumento permanente del número de visitantes sobre el ambiente de esta zona protegida? ¿Se ha evaluado cuál sería el punto de equilibrio entre visitas y conservación del lugar?

AL – Se ha evaluado parcialmente. Muchas de estas cosas no son definitivas, hay un proceso evolutivo, de ajuste. La realidad es que el tema que le preocupa a usted nos preocupa a todos. Es decir, nadie quiere que esto se desborde. Ahora, si usted compara las condiciones de las visitas años pasados, sin gabinetes higiénicos, sin saneamiento ambiental, sin duda el Cabo Polonio al día de hoy tiene más capacidad de carga relativa que el Cabo Polonio de hace cinco, diez años. Con esto no le quiero decir que si entraron 80.000 cuando entren 150 vamos a estar tranquilos, no, por supuesto. Esto se va a ir monitoreando y quizás en algún momento tengamos que hacer como se hace en la Alhambra, en Granada: entran tantos a tales horas y salen tantos. Tengo la confianza de que no vamos a llegar al estrés territorial y ambiental que algunos temen, porque creo que hay varias instituciones y organizaciones de pobladores responsables en esto.

RC – Posiblemente usted se ocupe fundamentalmente de las condiciones del visitante, pero a mí hay otro aspecto que mencionó al pasar y me preocupa. Entiendo que hasta ahora mucha de la ocupación del Polonio fue una especie de generación espontánea, donde la gente se ubicaba en cualquier lugar, la prueba está que hubo que demoler mucho. Entonces usted al pasar dijo que lo que de aquí en más se construyera tenía que de alguna forma respetar normas de Dinama y tener permisos, pero me pregunto, ¿existe algún fraccionamiento? En qué condiciones hoy se podría construir en el polonio? ¿Hay terrenos a la venta?

AL – No, en estos momentos no hay posibilidades de nuevos ocupantes. El estudio de plan de manejo tiende a una concentración en lo que llama la aldea ecológica y la aldea extendida, ahí en el domo y en el tómbolo, pero busca concentrar. Incluso busca, con el transcurrir del tiempo, ir achicando ciertas zonas que están construidas y que incluso tienen problemas dominiales en el medio. No olvidemos que acá hay 400 viviendas, muchas están en territorios públicos y muchas otras están en terrenos privados, en terrenos que no pertenecen a los ocupantes. Hay muchas situaciones que estamos tratando de solucionar poco a poco sin impactos sociales fuertes, que no es un tema menor.

EC – La última pregunta, ¿cómo ve el futuro de Cabo Polonio a mediano plazo? ¿Cómo va a ser dentro de diez o quince años?

AL – El asunto es que el Polonio no deje de tener ese tono que le han querido dar los polonienses. La idea de la puerta no es impactar adentro, sino facilitar la visita. Pienso que el Polonio en sí mismo va a ser más ordenado, más cuidadoso, más respetuoso de lo ambiental.

EC – ¿Y en cuanto a infraestructura y servicios públicos, electricidad, agua corriente, etcétera?

RC – Recolección de basura…

AL – Bueno, recolección existe, la intendencia de Rocha eso en los últimos tiempos lo ha solucionado bastante, podemos tener alguna discrepancia pero ha trabajado muy bien. El problema de los servicios es también la voluntad de la gente que está acostumbrada a determinadas características. Por ejemplo, nosotros teníamos un mecanismo de iluminación hecho mediante energía solar que lo tuvimos que bajar porque los pobladores no lo compartían. La escuela no acepta electricidad; a pesar de tener ceibalitas, los padres de los escolares prefieren que no exista la generación eléctrica en la escuela. Es decir, hay particularidades que tiene el pueblo del Polonio de las cuales nosotros somos muy respetuosos. Acá es solo conversando que se pueden solucionar los temas.

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Portal de América, en base a www.espectador.com - Fotos: sitio web de "Puerta del Polonio" y del Ministerio de Turismo

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