El gobierno avanza en la conformación de una cooperativa o una sociedad anónima a cargo de los trabajadores de Pluna, pero el sindicato de pilotos tiene dudas de que esta sea la solución para que el país vuelva a tener una aerolínea de bandera.

El 29 de noviembre el Poder Ejecutivo envió al Parlamento un proyecto de ley en el cual brinda a los trabajadores la prioridad de hacer uso de los bienes de la exPluna, ya sea a través de sociedades comerciales, de una cooperativa o de la asociación con privados.

De esta forma, se busca dar un rumbo a una nueva compañía aérea luego del precipitado cierre de Pluna y las múltiples complicaciones posteriores: subasta frustrada, escándalo político por el aval del Banco de la República a Cosmo, interpelación a los ministros de Economía y Transporte y tres expedientes abiertos en el juzgado de Crimen Organizado, como parte de un largo etcétera.

El plan con los trabajadores ha avanzado e incluso se comenzaron a conocer los costos del proyecto. El aporte estatal en la nueva aerolínea superaría los US$ 30 millones durante el primer año.

Sin embargo, una de las partes fundamentales de ese proyecto se ha mantenido bastante al margen de las conversaciones: el gremio de pilotos.

Al presidente de la Asociación Civil de Pilotos de Línea Aérea Uruguay (Acipla), Francisco Mazzilli, no se lo ha visto en las reuniones con el Poder Ejecutivo, en las que sólo han aparecido los representantes del gremio de trabajadores, y hasta ahora no se había pronunciado públicamente sobre el tema.

En entrevista con El País, Mazzilli dijo que no fue una decisión del sindicato mantenerse por fuera de esas negociaciones, sino que "los dos sindicatos nos manejamos en forma independiente y ellos (el otro sindicato) resolvieron manejarse así hasta que salió este proyecto, tener ciertas reuniones", afirmó.

En ese marco, el representante sindical dijo que se han mantenido "expectantes", pero que hay elementos que aún quieren hablar con el Poder Ejecutivo, al cual le pidieron una reunión para esta semana a fin de aclarar "ciertos temas que todavía no están muy claros".

"Hay muchas cosas que hay que afinar todavía, hay muchos detalles para trabajar y hay algunas cosas que, si bien hay dos gremios en Pluna, los pilotos en estos momentos estamos analizando los futuros pasos que vamos a dar", dijo Mazzilli.

Sobre eventuales discrepancias con el sindicato de trabajadores, Mazzilli afirmó que "hay unas diferencias", aunque agregó que no son "marcadas" y prefirió no detallar en qué aspectos se centraban para no afectar el proyecto.

César Iroldi, vocero del otro sindicato, había afirmado que el 1° de abril de 2013 la nueva aerolínea estaría funcionando. Sobre ese punto, el representante de los pilotos prefirió "no adelantar fechas" y explicó que hay que cumplir con distintas reglamentaciones, más que nada vinculadas a las certificaciones y los permisos necesarios para volar.

"No aventuraría fechas, es difícil, hay partes políticas y hay partes reglamentarias que hay que cumplir. No me voy a pelear por fechas con el otro gremio, pero hay plazos que hay que cumplir", indicó Mazzilli.

En tanto, el sindicalista adelantó que Acipla (el gremio de los pilotos) va a "insistir en que la parte operativa" la quieren manejar ellos, por lo cual pedirán que el gerente de operaciones sea un piloto, algo que, dijo, lo establece la reglamentación uruguaya. Además, quieren elegir el jefe de pilotos.

Sobre lo que sí dijo haber hablado con el otro sindicato es sobre el gerente general de la nueva aerolínea. Según explicó, la idea es llamar a un concurso internacional, evaluar a quienes se presenten y elegir lo mejor. Afirmó que no se han manejado nombres para las otras gerencias, pero que sí se quiere que sean personas con capacidad, conocimiento y experiencia en el tema.

Mazzilli entendió que los trabajadores arriesgan "el prestigio" al embarcarse en un proyecto de tales dimensiones y afirmó que quedó "un poco preocupado" luego de escuchar las declaraciones del presidente José Mujica cuando dijo: "Si sale mal, a llorar al cuartito".

"Nosotros lo que queremos es que esto salga bien y por eso nos tomamos nuestros tiempos (…) queremos que esto funcione y no que sea una cosa que funcione por dos años y después se caiga", agregó.

En una reciente presentación realizada por Acipla, se afirmó que "el balance negativo para la empresa (Pluna) no implica necesariamente pérdidas para el Estado".

En ese marco, Mazzilli subrayó que en Uruguay no se tiene en cuenta el valor agregado que tiene una aerolínea nacional en funcionamiento, más allá de las pérdidas que pueda marcar su balance. "El saldo final tiene que ser que la herramienta aerolínea nacional dé positivo en el conjunto del Estado", afirmó y agregó: "A pesar de perder US$ 8 millones (en el último balance), si Pluna no hubiese existido no se habrían aportado US$ 110 millones en impuestos y demás".

El piloto afirmó que como toda empresa lo ideal es que dé ganancias, pero que es "muy difícil". "Los márgenes internacionales de ganancia se ubican en el 1% y el negocio está condicionado por muchos factores", señaló.

Luego, también dijo que será "muy difícil" recuperar los vuelos perdidos. "Una vez que se cierra una compañía volver a ocupar ese espacio es muy difícil, las otras compañías de la región tratan de apoderarse de ese segmento", opinó.

"No es imposible, es difícil. El gobierno ha prometido que hay reservas de frecuencias para la nueva compañía que empiece a trabajar, hay que ver, una cosa son las líneas y otra cosa son los horarios. Podés tener 15 vuelos en un día, pero si son en horarios inapropiados no son rentables. Pluna tenía muy buenos horarios mientras funcionaba, hay que ver si se logran recuperar", dijo Mazzilli.

La entrevista completa a Francisco Mazzilli

"Hay más vuelos, pero no mayor contectividad"


El presidente del sindicato de pilotos analiza el futuro de la proyectada cooperativa que ocupará el lugar de la cerrada Pluna. Mazzilli dice que será una sociedad anónima con una sociedad civil como única accionista. Estimó en unos US$ 30 millones el dinero necesario para comenzar la nueva empresa y consideró necesario que el Estado la apoye con beneficios tributarios sobre el combustible.

-Usted afirma que no es una cooperativa el camino que se anuncia para la exPluna, ¿qué definición le daría?

-No lo es, de hecho hemos aclarado que los pilotos no estamos de acuerdo con una cooperativa. Esto va a ser una sociedad anónima, que fue lo que hemos hablado con el otro gremio y lo que se nos ha transmitido. Será una sociedad anónima de la cual se va a crear una sociedad civil que va a ser la única accionista por esa S.A. que se va a crear. No hay aerolíneas en el mundo que funcionen como cooperativas.

-¿Cuál es el modelo de negocios de la nueva aerolínea?

-Se está trabajando en él y se va a apuntar en principio a lo regional como se venía haciendo, priorizando el puente aéreo y haciendo un estudio más pormenorizado de las rutas más apetecibles: San Pablo, Río, Ezeiza y Chile. Posteriomente lo que se tiene previsto también es incursionar más en la carga, que el plan de negocio que tenía la anterior empresa se había reducido bastante por el tipo de aviones que había. Quizá en el futuro habría que incorporar aviones de mayor capacidad de transporte de carga.

-¿Será un hub de distribución de pasajeros y cargas en la región?

-Eso es a lo que se apunta, justamente. Era lo que pretendía en un principio Leadgate, sólo que apuntado a los pasajeros, como que a la carga no le dio la prioridad o la importancia que tenía.

-Si ese era el modelo de la exPluna, ¿por qué los trabajadores la van a hacer funcionar?

-Van a haber mayores controles, está en la mano de los trabajadores el tener esos controles. Quizá anteriormente no se participaba tan directamente dentro de esos controles, éramos empleados.

-¿Por parte de quién faltaron controles?

-Era una sociedad anónima ligada al Ejecutivo, era una empresa de economía mixta en la cual el 25% era del Estado y el 75% de los privados, eso de la falta de control le tendrían que preguntar quizá a la parte estatal. Me consta que este último directorio ejerció los controles y de hecho pasó lo que pasó por los controles que ejerció. Sobre lo anterior… está todo en manos de la Justicia.

-¿Se precisan US$ 30 millones?

-Es lo que se pediría en principio, hay que hacer muchos cálculos, afinar muchas cosas y ver si es eso, menos o más. Pero en el entorno de los 20 y los 30 andaría para comenzar, en el primer año. Hemos dicho que una empresa aérea tiene que ser una herramienta del Estado, que tiene que ser partícipe no dentro de la empresa, sino como garante, que la empresa sirva como instrumento de las políticas de Estado.

-¿Es necesario subsidiar el combustible?

-A una empresa nacional hay que darle ciertos apoyos estatales, que no le llamaría subvenciones, pero apoyo en materia impositiva. No es subsidio, soy contrario a esa palabra. Diría una adecuación de los impuestos que tiene el combustible para las empresas aéreas, tal como lo hace Argentina.

-¿Eso no hubiera salvado a Pluna antes?

-Ni que hablar, eso lo han pedido prácticamente todos; Leadgate había solicitado parte de lo que se está solicitando ahora y también muchos de los inversores que han ido en ese sentido.

-El gobierno dice que se recuperó la conectividad. Si se recuperó, ¿cómo se explica la necesidad de una aerolínea nacional?

-No estoy tan seguro de que se haya recuperado la conectividad, lo que han anunciado es que han tenido más frecuencias, pero no quiere decir que haya conectividad. La aerolínea nacional tiene que ser manejada como una herramienta de política de Estado y es el Estado el que tiene que decidir a dónde tenemos que volar y cuáles son los precios. Pluna era un regulador en cuanto a los precios de los pasajes, de hecho el resto de las compañías se tenían que adecuar a esos precios. Una vez que desapareció Pluna al otro día el puente aéreo salía el doble o el triple. Pensamos que el país se podría conectar mejor de lo que está ahora; si fuera una empresa nacional la conectaríamos en los tiempos que le sirven al país y no el tiempo que le sirve a las empresas extranjeras, y tendríamos las frecuencias que le convienen al país y no a las empresa extranjeras.

-¿Cuál es la ventaja de tener una aerolínea para Uruguay?

-Que va a responder a los intereses del Estado, no vamos a estar dependiendo de extranjeros, el Estado en su desarrollo de esa política va a priorizar de repente algunos puntos que si bien dan pérdidas para una empresa cualquiera, redundan en beneficio porque darían ingresos por otro lado, por ejemplo con la llegada de empresarios desde ese lugar.

-¿Cómo vivió el hecho de que la subasta terminara siendo un fracaso?

-Hay que ver dos temas en la subasta. Estuvo la primera, que el mismo día en que se iba a hacer el ministro comunicó que se suspendía porque supuestamente había cuatro oferentes, y que le querían dar la posibilidad a más cantidad de oferentes. Se hizo la segunda subasta y nos llamó un poco la atención de que se rematara al alza con un solo interesado. Después surgió todo lo que surgió, eso nosotros no lo manejamos, sí nos sorprendió porque lo que se comentaba es que si se remataban iba a ser a la baja. Obviamente no tenemos nada que ver con la subasta, así como no tuvimos nada que ver con el cierre de Pluna, esto lo hizo pura y exclusivamente el Poder Ejecutivo, son ellos los que tienen que responder frente a esta subasta.

-¿López Mena era una buena opción?

-No descartamos ninguna de las opciones. Si el proyecto de López Mena era bueno y le servía al país, lo íbamos a apoyar.

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