Pero siguen siendo US$ 137 millones...
Es una regla de tres simple.
US$ 137 millones menos los US$50 millones que pierde el Estado ¿cuántos millones nos da?

Además usted pone el énfasis en el aval dado por el Banco República para que Cosmoparticipara del remate. ¿Qué tiene de malo ese permiso si la empresa depositó los US$ 13,6 millones correspondientes?
Ahí se cometió un error muy grave. Las normas bancocentralistas señalan que cuando se da un aval o un préstamo hay que chequear la capacidad de repago y hay que conocer al cliente. No alcanza con que otro de un aval. Porque la banca uruguaya –de acuerdo a las normas Gafi (para la prevención del lavado de dinero) y del Banco Central– tiene que informarse sobre los antecedentes del cliente e informarse de que la operación no sea tildada de sospechosa. 
Y si uno solamente googlea a la empresa Cosmo y a su primer administrador, se va a dar cuenta de que hay una coincidencia con el director de Marbella Airlines, que estuvo involucrada en España en una situación complicada.

¿Cómo se supone que tuvo que proceder el Banco República?
Le debió avisar al Banco Central, debió suspender la operación y debió preguntar sobre los antecedentes de Cosmo.
Esto me hace presumir que el presidente del BROU entendió que con la plata depositada era suficiente.
Y no es suficiente. La banca uruguaya es muy cuidadosa en las normas de lavado de dinero y el banco del Estado tiene que ser más cuidadoso todavía.

¿Usted entiende entonces que el Banco República cedió un permiso en forma irregular?
Se actuó violando las normas del Banco Central.
Hay que chequear la reputación, los antecedentes, armar una carpeta y demás. Y eso no se puede hacer en dos o tres horas. Pero si simplemente se hubiera googleado la compañía y sus directivos, se hubieran dado cuenta de que hay una persona involucrada en hechos irregulares.

¿Entonces, después de averiguar antecedentes, el Banco República no debería haber avalado a Cosmo?
No lo sé. De repente justificaban los motivos por los cuales esta persona estaba vinculada (al caso Marbella) y que el pedido de garantía no era malo.
Pero ni siquiera se hizo el control de una empresa que parece tener un patrimonio de US$ 6 millones de euros y compra por US$ 137 millones de dólares.
Yo no quiero hacer una acusación, pero las normas dicen que se deben reportar como sospechosas las operaciones que pueden caer en determinados supuestos para que el Banco Central las investigue.

¿Y en este caso, cuál sería el “supuesto”?
Es que el Banco República, con los datos que tenemos todos, debería haber informado al Banco Central y haber reportado esta operación que –yo no digo que sea irregular– tiene aspectos sospechosos. No alcanza con que esté asegurado el cobro porque también está en juego la reputación del banco y del sistema financiero uruguayo. Uno no solo debe preocuparse por recuperar el crédito, sino también por no exponer la reputación del sistema financiero. El Banco Central tiene la potestad de suspender que se siga adelante con la garantía.

¿Y cuál es el rol del Ministerio de Economía en esas decisiones?
Exigir las responsabilidades. Los actos del Banco República son observables  por parte del Poder Ejecutivo a través del Ministerio de Economía. Hay que saber si el Banco República le informó al Ministerio de Economía o si el Ministerio de Economía se enteró de esto por otras vías. Porque si no podemos estar ante un caso de omisión en cumplimiento de las funciones públicas.
Y ahora que ya está concedido el crédito y que, más o menos, se conocen las variantes que existen respecto al negocio de Pluna ¿cuáles son sus principales preocupaciones?
Me preocupa la situación de los trabajadores y la conectividad aérea. Creo que ahí no podemos cometer el error de que los vuelos de Pluna queden en manos de un cuasi monopolio. Lo que hay que hacer es armar un paquete con dos o tres empresas para que compitan entre ellas. La competencia es lo mejor que nos puede pasar.

Va a estar bravo para conseguir interesados...
Si no se consiguen interesados, el Estado debe crear las condiciones para generarlos. Es más barato poner uno, dos tres, 10 millones de dólares por año de subsidio para asegurar la conectividad, que perder decenas de millones de dólares cada cinco años. l

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