"En primer lugar debemos establecer que todos quienes participamos de la actividad turística vemos con beneplácito que el Estado uruguayo implemente medidas de apoyo a este sector fundamental de la economía del país, en especial cuando existe una coyuntura claramente desfavorable, con relación al turismo proveniente desde la vecina orilla, para la ya próxima temporada estival", dijo cuando le preguntamos su opinión acerca del anuncio.

¿Cree que son acertadas las medidas entonces?

"Entiendo que las dos principales (exoneración de iva y la devolución del 10,5% de lo devengado por concepto de arrendamientos de inmuebles), pierden buena parte de su efecto al circunscribirse al uso de tarjetas de débito y de crédito, dejando expresamente fuera, aquellos pagos que se realicen en efectivo por dos razones. La principal es que muchos argentinos no quieren utilizar el "plástico" para evitar que la Afip de su país, disponga de una información detallada de lo que nuestros vecinos gasten durante sus vacaciones y por consiguiente van a optar por el efectivo".

¿A su entender entonces había que incluir el pago en efectivo?

"Francamente, no entiendo porque, en el caso de los alquileres, no se incluyó esa modalidad de pago, cuando es evidente que al actuar un agente inmobiliario debidamente autorizado por el Ministerio de Turismo, no existe riesgo alguno de evasión fiscal, no lo entiendo".

¿La otra razón?

"Se está enviando nuevamente una señal negativa, al igual que con el anuncio del inminente intercambio de información tributaria que influye negativamente a la hora de invertir en el Uruguay, particularmente en la adquisición de bienes inmuebles y ahora se estimula una sola modalidad de pago que no hace otra cosa que facilitar los controles (los estados de cuenta de las tarjeta van a ser revisadas por  impositiva de Argentina) de un Gobierno que hace todo lo posible por perjudicarnos".

¿Es tarde ya?

"Aún se está a tiempo de corregir este  aspecto, brindando el incentivo a todos los arrendamientos que se realicen en la próxima temporada. Si estas medidas van a ser suficientes, aún corrigiendo lo antes dicho, no podemos saberlo hoy. Todo parece indicar que el sector privado deberá hacer un nuevo esfuerzo, ajustando todos sus precios a la baja. En particular el sector inmobiliario que deberá solicitar a los propietarios que fijen los precios  en un porcentaje importante, quizás 30%, por debajo de los valores pretendidos en la temporada anterior, ya que de no ser así, la indispensable clase media argentina no va a poder venir y sin ella la próxima temporada será muy complicada en toda la costa uruguaya.

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