Todo comenzó cuando una señora de mediana edad increpó a Fernández en la terminal de embarque del puerto de Montevideo diciéndole “Hacé callar a esa pendeja de una vez ¡Pegale un bife para que la termine!” en referencia a la hija de cuatro años que acompañaba a la actriz. Fernández le pidió que no se metiera en su vida e intercambiaron algunos gritos mientra subían al barco.

Una vez en la nave y ya todos los pasajeros acomodados para partir hacia Buenos Aires, la señora volvió a increpar a Fernández, esta vez desde el balcón de la primera clase y hacia la zona de la segunda clase donde estaba la actriz y su marido. “¡Vos, rubia teñida, no me vuelvas a decir gorda. ¡Yo estoy embarazada! ¿sabés?”, gritó al mujer. “¡Rubia de segunda!”, agregó en referencia a la clase en la que la actriz viajaba en el barco.

En ese momento apareció el marido de la mujer que también lanzó algún grito que fue contestado por el esposo de Fernández y, un momento más tarde, estaban los dos tomándose a las trompadas en la explanada de segunda clase, frente al free shop del barco Juan Patricio. La mayoría de los pasajeros seguía la trifulca muy divertidos y algunos pocos intentaron interponerse para separar a los hombres. El personal del barco se limitó a llamar a la Prefectura.

Todo terminó media hora después cuando un grupo de prefectos encabezados por el cabo segundo Manrique hizo bajar a todos los protagonistas del altercado, incluyendo a dos niños, uno de cada matrimonio. “Voy a trabajar a Buenos Aires y esta señora me agredió ¿por qué tengo que perder el barco por su culpa?”, decía Fernández mientras se veía obligada a desembarcar. Hubo aplausos cuando el Juan Patricio, finalmente, salió para su travesía de tres horas a Buenos Aires.


Portal de América - fuente: www.espectador.com