El Secretario de la Presidencia, Alberto Breccia, dijo ayer tras el Consejo de Ministros que “cada uno de los gobiernos va haciendo sus jugadas. Anticipar medidas es inconveniente”, alertó. No obstante, para los operadores privados consultados por El Observador sería prudente dar una “señal cuanto antes” con medidas concretas para atraer a los turistas aún corriendo el riesgo de que las mismas sean contrarrestadas con nuevas restricciones por parte del Ejecutivo de Cristina Fernández. El subsecretario de Turismo, Antonio Carámbula, dijo a El Observador que el gobierno está trabajando para culminar con las medidas cuanto antes aunque precisó que nunca se fijó una fecha concreta para anunciar públicamente las mismas.

Boomerang
A esta altura, muchos se preguntan en Argentina si el gobierno de Cristina Kirchner no terminará sufriendo un “efecto boomerang” tras la instauración de nuevas restricciones para el turismo fuera del país. El diario Perfil informó ayer que la AFIP esta elaborando un nuevo paquete de medidas con la imposición de recargos a la adquisición de pasajes para viajes al exterior, paquetes turísticos y compras en freeshop.

No obstante, lejos de registrarse un bajón en la demanda de paquetes turísticos, las agencias de viajes en la vecina orilla están viviendo un inusitado ajetreo. El motivo es que, ante el temor de que puedan sobrevenir nuevas medidas y mayores restricciones en el otorgamiento de divisas para viajar, la gente que ya tenía tomada la decisión de pasar sus vacaciones fuera del país decidió adelantarse al gobierno.

El presidente de la Cámara Uruguaya de Turismo, Luis Borsari, dijo que hace 10  o 15 días que los turistas argentinos están haciendo consultas y reservas para sus vacaciones en Uruguay cuando en realidad este fenómeno comienza a notarse sobre principios de octubre.
“Se aceleró la compra de algunos servicios para aprovechar los precios actuales, porque se temen nuevas medidas y que haya un ‘dólar turista’. Incluso, ya estamos vendiendo algunos pasajes recién para Semana Santa del 2013 con tarjeta de crédito”, afirma el director de una agencia de la red American Express de Argentina.

La medida más temida es que el 15% de recargo que se aplicó sobre el pago con tarjeta de crédito en dólares, también recaiga sobre las compras en pesos. El motivo por el cual el turismo fuera de Argentina está viviendo un boom es que se puede comprar con tarjeta –al tipo de cambio oficial– los pasajes aéreos y las estadías en hotel. Según estiman los empresarios del sector, esos dos rubros pueden significar un 70% del total de gastos del turista. Si se aplicara un gravamen sobre estas operaciones, entonces sí la posibilidad de viajar entraría en una zona de duda para muchos.

Lo que sí está cambiando es la forma de compra, ya que ahora se busca pagar desde Argentina la mayor cantidad de servicios posible, de manera de no tener que gastar divisas en el lugar de destino. Esto incluye comidas, alquiler de automóviles, excursiones, traslados al hotel y pasajes interurbanos.

Uruguay
Para el operador y exsubsecretario de Turismo, Alberto Prandi, el gobierno uruguayo debe anunciar “cuanto antes” las medidas de estímulo para mantener el flujo de turistas argentinos de clase media la próxima temporada. “No podemos confiar en demasía en la fidelidad del turista argentino”, alertó.  Añadió que para que la “ecuación económica” cierre para la cadena turística local hay que captar esos 500.000 visitantes argentinos de clase media que cada año escogen Uruguay.

Para los economistas argentinos, el factor clave que sigue motorizando el boom turístico argentino hacia el exterior es el retraso cambiario. Los números son elocuentes: un pasaje a Madrid cuesta apenas por encima de un salario promedio en Argentina
–hoy en $5.800 según la estadística oficial–, mientras que hace cinco años, con un sueldo promedio de $3.200 había que destinar 2,3 sueldos para hacer el mismo viaje.
Y en la comparación de costos, viajar a destinos típicos como Mar del Plata en enero resulta más caro que contratar un charter al Caribe. La estimación extraoficial es que cada año viajan unos cinco millones de argentinos fuera del país.

La estadística sólo detalla los países de destino para los casos de turistas que viajan en avión (la mitad del total), un mercado donde Uruguay tiene una participación mínima. En cambio, no hay cifras actualizadas para los viajes por vía terrestre y marítima. De todas maneras, puede inferirse que, dado que el puerto de Buenos Aires tiene un movimiento anual de tres millones de personas (sumando ingresos y egresos), y dado que la mayoría de los argentinos que zarpan desde allí tienen como destino a Uruguay, el país sigue ubicándose entre los destinos preferidos.

Los empresarios de las agencias de viajes consultados creen que Uruguay mantendrá su posicionamiento tradicional en el público de alto poder adquisitivo. Creen que el hecho de que los pesos argentinos tengan una amplia aceptación (una situación que no se repite prácticamente en ningún otro país) puede ser un factor importante en la decisión de los turistas de clase media que estén faltos de divisas, aun cuando el tipo de cambio resulte desfavorable.

(Producción en Buenos Aires: Fernando Gutiérrez)

Artículo publicado por El Observador    © A. Sartorotti, en www.elobservador.com.uy

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