Rutas y circuitos son nuestra fortaleza
Martes, 24 Abril 2012 20:31

Rutas y circuitos son nuestra fortaleza
Unidos, los países latinoamericanos, se están fortaleciendo en el concepto de “multidestino”. Concentrados en las ventajas de cada nación, y tal vez sin quererlo, un país se ha vuelto complementario de otro. América Latina es una sola ruta, un solo circuito.
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por María Cecilia Hernández Ocampo

El turismo de rutas y circuitos es uno de los más arriesgados de la industria. No todos los viajeros se atreven a planear para sus vacaciones largos recorridos y a sentir en ellos las más extremas experiencias, desde el punto de vista de vivencias distintas.

Ya se ha dicho bastante y es muy difundida la idea de que Latinoamérica es un territorio diverso, pero ¿cuántos cambios puede tener de un país a otro, de un kilómetro a otro?, ¿cuánto puede experimentar un turista que osa adentrarse en el corazón de las fronteras latinas y recorrerlas lentamente, saboreando cada lugar, atento a los detalles, los colores, los olores y los acentos de cada pueblo?

Los recorridos que pueden diseñarse partiendo de algún país de Sur América son incontables: según la gastronomía, la agricultura, la geografía, la afinidad entre lugares, el folclore, el clima, la biodiversidad, la actividad particular de cada zona y un sin fin de categorías dedicadas a complacer hasta al más creativo viajero.

Hacia el Sur

“Uno de los circuitos que más buscan los turistas, y no solo los extranjeros y de otros continentes, sino el propio latinoamericano es el llamado El círculo mágico, que comprende Santiago de Chile, Puerto Varas, Bariloche y Buenos Aires”, explica Carlos Alberto Duque Estrada, gerente y socio de la mayorista de turismo Aerovisión, ubicada en Colombia.

Este es un circuito básicamente aéreo, se vuela desde la ciudad de origen hacia Santiago de Chile, donde por lo general se tienen tres noches de alojamiento con visita a la ciudad y un paseo de día entero a Valparaiso y Viña del Mar.

Posteriormente, se vuela a Puerto Montt, donde el viajero pasa una noche para salir al día siguiente y realizar  el cruce de lagos entre Puerto Varas y Bariloche, allí se hospeda dos noches; al día siguiente se hace una visita al circuito chico y se vuela luego a Buenos Aires, donde la estadía en esa ciudad es de cinco días para lograr recorrer la mayor cantidad de atractivos posible.

“Por nuestra parte, estando en Buenos Aires, ofrecemos distintas opciones de excursión, la que más llama la atención es la de visitar el Iguazú y quedarse allí tres días y finalmente regresar a su país con la certeza de llevarse una buena parte de Suramérica en sus recuerdos”, indica Duque.

Allí mismo, en el extremo sur del continente americano, existe el Circuito de las Tres Fronteras: un recorrido de más de 30 kilómetros que basa su experiencia en una maravilla natural, el punto donde se encuentran los países de Argentina, Brasil y Paraguay, unidos por los ríos Iguazú y Paraná.

Según Aída Chávez, directora general de Viviana Viajes, estando en ese lugar exacto se abre un abanico de posibilidades, una de ellas es la de llegar fácilmente a cualquiera de los tres países, recorrer sus espacios aledaños por carretera y conocer sus diversas costumbres sin tener que hacer largos trayectos.

Cultura y diversidad a un paso

Pero si la punta del sur de este continente exhibe maravillosos paisajes naturales, el extremo norte de Sur América no se queda atrás.

En 2011 Quito, capital de Ecuador, fue nombrada por el Buró Internacional de Capitales Culturales (IBOCC) como Capital Americana de la Cultura, por tener el centro histórico más grande, menos alterado y mejor preservado del continente.

Este nombramiento hizo que turistas de todo el mundo pusieran su mirada y sus planes en este lado del planeta.

Según Isabel Oñate, representante de la oficina de turismo de Quito, Quito Turismo, una de las fortalezas que tiene ese país y que permite diseñar rutas y circuitos de calidad es la amplia diversidad histórica, natural, cultural y social que puede ofrecer sin necesidad de largos desplazamientos.

“Las cuatro regiones naturales, tan cercanas y tan distintas a la vez, combinan las deslumbrantes nieves perpetuas con extensas y luminosas playas, bosques amazónicos vigilados por ancestrales pueblos indígenas y las célebres Islas Galápagos, prodigio natural donde Darwin planteó las bases de su famosa Teoría de la Evolución”, expresa la representante.

Según Oñate, el territorio ecuatoriano cuenta con una extensión de 248.513 km2 y puede ser atravesado en vuelos de menos de una hora de duración.

“Así, con muy cortos desplazamientos, el turista podrá vivir aventuras extremas, deleitarse con la más variada gastronomía, apreciar monumentos y tradiciones legendarias, presenciar la reproducción de las ballenas jorobadas, adquirir artesanías de gran belleza, experimentar el ritmo acelerado de las grandes urbes, maravillarse con una interminable variedad de plantas y animales, extasiarse con hermosos paisajes y sentirse en la mitad del mundo”, menciona Isabel Oñate.

Los amantes del café

Colombia, por su parte, también ha desarrollado servicios que ofrecen vivir una multiexperiencia, en corto tiempo, con trayectos cómodos y dejando el máximo sabor colombiano en el recuerdo del viajero.

Una de las más conocidas y llamativas es la denominada Ruta del Café. Gracias a la cercanía de las rutas este es un recorrido que, generalmente se articula con una visita al Volcán Nevado del Ruiz. “Con este destino, que ha sido tan exitoso entre todo tipo de turistas, foráneos y propios, queremos resaltar la cultura cafetera de Colombia. El café es uno de los productos simbólicos de nuestro país, no hay quien no conozca a Juan Valdés con su mula y queremos llevar a los viajeros al corazón de este mercado”, comenta María Claudia Lacouture, presidenta de Proexport Colombia.

Este es un recorrido que une, por su vocación, tres localidades de ese país: Risaralda, Quindío y Caldas. Ofrece la posibilidad de adentrarse en el proceso productivo del café, admirar la exuberancia de los paisajes cafeteros con un verde profundo, conocer la personalidad del campesino cafetero y degustar los más variados postres y bebidas derivadas de este producto insigne.

Una característica particular del turismo de circuitos es aprovechar al máximo las ventajas de cada destino, en el caso de la Ruta del café cuenta con la fortuna de compartir territorio con el Volcán Nevado del Ruiz, un destino que cada año atrae a miles de turistas. Así mismo, muy cerca se encuentran los Termales de Santa Rosa, piscinas de aguas termales reconocidas por sus características terapéuticas y relajantes.

“El eje cafetero de Colombia se ha convertido de esta manera en un circuito emblemático que ofrece todo lo que un turista busca y además su actividad cotidiana gira en torno del café, es una ruta temática que conserva el confort de cualquier otro destino”, confirma Lacouture.

Ventajas de la región

Una de las ventajas que tiene la región, según indica Carlos Alberto Duque es que “el destino de Suramérica y parte de Centro América es muy llamativo ya que los viajeros no necesitan visado para ninguno de los países que conforman la zona”.

Sin embargo, para Fernando Montes, presidente de la Global Business Travel Association (GBTA), Capítulo Argentina, la región sigue presentando inconvenientes que no permiten el desarrollo y el crecimiento más rápidamente y como se espera en el sector turístico.

Algunas de esas desventajas tienen que ver con “la conectividad aérea y terrestre, mejora tecnológica para una fácil accesibilidad en la contratación de los servicios, profesionalizar mas al personal del sector y crear conciencia turística en las poblaciones. En varias ciudades de la región se ha mejorado en la oferta de hoteles aunque algunas otras están todavía lejos. Otro aspecto de mejora muy importante es todo lo que sea relativo a la seguridad del visitante”, argumenta Montes.

Sin embargo, rescata cualidades muy importantes de todos los países latinoamericanos, “mantenemos aún la calidez, la cordialidad y el esmero por atender al visitante y demostrarle que podemos estar a la altura de otros destinos desarrollados. En definitiva, sabemos suplir un montón de carencias con nuestra actitud personal”.

Para Aída Chávez, este tipo de turista debe ser un amante de la geografía, del riesgo y debe ser una persona “todo terreno”, que más que comodidad, esté buscando nuevas experiencias, no le moleste viajar por aire, tierra, mar y río, y se interese con curiosidad incisiva en los nuevos destinos que conocerá. “Sólo de esta manera podrá llevarse una gran experiencia en cada poro”.

Portal de América - Fuente: www.gerenciadeviajes.com

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