"Para hablar de las inversiones de esta competencia hay que separar los costos en dos grandes grupos: la inversión y el costo de producción", explica el dirigente. "La inversión es el gasto que origina la competencia, que se amortiza en un plazo de cinco años, el tiempo que está pactado para realizar esta carrera en la ciudad de Buenos Aires. Por ejemplo los muros, que se volverán a utilizar el año próximo y así continuamente. Esa inversión ronda los 2 millones de dólares. Por otro lado tenemos el costo de producción, que son los gastos exclusivos de esta competencia, que son otros 2,5 millones de dólares. Se puede decir que, si se suma todo, esta prueba está cerca de los 3 millones de dólares."
-¿Se recupera esa inversión?
-Sí. Aquí no sólo tenemos los anunciantes anuales, sino que se agregan muchos patrocinantes no habituales.
-¿Cuál es el gasto del gobierno de la ciudad?
-Dispone de elementos de suma utilidad. Pero para el gobierno de la ciudad el rédito se mide con el impacto económico en la zona. Se estima, tras los estudios y proyecciones, que se generará un impacto de 40 millones de dólares, entre turismo, gastos de hotelería, restaurantes, etc.
A continuación, el plano oficial sobre el que los organizadores y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires trabajaron para diagramar el circuito callejero que, a partir del sábado, se utilizará para la segunda fecha de la temporada del Súper TC 2000.
"Antes de la actividad oficial del Súper TC 2000 del domingo, Bergoglio bendecirá la carrera, los autos y a los pilotos frente a la Catedral", agregó Peón, una costumbre que suele hacerse en el automovilismo norteamericano.
Con la bendición de Bergoglio
La carrera del Súper TC 2000 en el callejero porteño coincide con el Domingo de Ramos. El trazado pasa al lado de la Catedral, por lo que las misas se oficiarán hasta las 11, horario que no habrá actividad de competencia el domingo en el circuito, para luego sí comenzar con la actividad deportiva. Por la tarde continuarán las misas, ya que a las 14 culminará la carrera final.
"La coincidencia con el Domingo de Ramos nos obliga a no pasar por la Catedral hasta después de las 11. Para nosotros es una linda coincidencia, un gran orgullo. Es más, fuimos invitados por el cardenal Jorge Bergoglio a la Misa de Ramos. Asistiremos pilotos y dirigentes", explicó Pablo Peón, presidente de la categoría.
"Antes de la actividad oficial del Súper TC 2000 del domingo, Bergoglio bendecirá la carrera, los autos y a los pilotos frente a la Catedral", agregó Peón, una costumbre que suele hacerse en el automovilismo norteamericano.
Portal de América - Fuente: www.clarin.com