Cuando los Países Bajos cambiaron Nueva York por nuez moscada
Viernes, 06 Enero 2023 11:46

Puente de Brooklyn (Nueva York). Puente de Brooklyn (Nueva York). Getty Images

Esta es la historia de cómo los neerlandeses aceptaron intercambiar Manhattan a cambio de una isla llena de nuez moscada. Si eres de los de canela en el chocolate, de los que no conciben los huevos revueltos sin pimienta o de los que se mueren por un buen curry, no tendremos que explicártelo: la especia es poder. Pero ¿sabías que hubo un tiempo en el que tenían tanto poder que se vieron como más valiosas que la ciudad de Nueva York?

SACRAMENTO radisson
Arapey 1250x115
Fiexpo 2024 1250x115
CIFFT 1250x115
TSTT-1250x115
Mintur verano 1250x115
SACRAMENTO - proasur

En 1667, Países Bajos selló un acuerdo de intercambio que, sin el contexto histórico, parece absolutamente absurdo: cedieron el control de la isla de Manhattan a los británicos a cambio de la isla de Rhun, ubicada en la parte este del archipiélago de Indonesia, uno de los pocos rincones del mundo donde se cultivaba la nuez moscada.

En defensa de los neerlandeses hay que decir que era imposible imaginarse en qué acabaría convirtiéndose Manhattan: ¿quién iba a prever que una isla cenagosa y frecuentada por comerciantes de pieles sería uno de los mayores centros financieros, culturales y políticos del mundo?

Por otro lado, las especias eran un absoluto lujo en la época: innumerables personas morían luchando en diversas guerras por rutas de comercio y terrenos ricos en estos cultivos. Para los holandeses, este trato debía parecer más que suculento, aunque en retrospectiva tenemos mucho que aprender de la historia.

Manos sujetan el fruto de la nuez moscada.

Manos sujetan el fruto de la nuez moscada.

En el siglo XVII, la nuez moscada era una de las especias más raras del mundo. Aparte de su sabor, sus propiedades medicinales estaban muy bien valoradas. Además, mucha gente también creía que era la cura para la peste. En aquella época, la nuez moscada solo se cultivaba en las islas de Banda (conocidas como las islas de las especias), un pequeño grupo de diez islas en el archipiélago de Indonesia.

El control de estas islas fue una fuente constante de conflicto, sobre todo entre los ingleses y los holandeses, con ambos bandos intentando proteger su monopolio sobre ciertas especias. La isla de Rhun era una isla pequeña pero importante en las Banda, y estaba bajo control británico.

Por aquella época, Holanda tenía una fuerte presencia en la costa este de Norteamérica. En 1614, la provincia de Nuevos Países Bajos se estableció como la primera colonia holandesa de América: abarcaba partes de lo que a día de hoy es Nueva York, Nueva Jersey, Pensilvania, Maryland, Connecticut y Delaware.

Se cree que en 1626 Peter Minuit, el entonces Director General de Nuevos Países Bajos, ‘compró’ la isla de Manhattan por 24 dólares a los nativos americanos: la punta más meridional de la isla se llama Nueva Ámsterdam (después, Nueva York) y sirvió como asentamiento del gobierno colonial neerlandés.

Durante la segunda guerra anglo-neerlandesa, los ingleses iniciaron una conquista para hacerse con Nuevos Países Bajos, aunque oficialmente seguía bajo control neerlandés. El 31 de julio de 1667 se firmó un tratado entre Países Bajos, Inglaterra, Francia y Dinamarca; en las condiciones del acuerdo (conocido como el Tratado de Breda), los holandeses cedían el control de Manhattan a los ingleses a cambio de la isla de Rhun, lo que dejó a ambos bandos satisfechos.

Sin embargo, el monopolio de los imperialistas holandeses sobre la milagrosa especia, que tanto les costó conseguir, no duró mucho. En el siglo XVIII, un botánico francés llamado Pierre Poivre llevó de contrabando miles de árboles de nuez moscada y otras plantas de especias de Indonesia a isla Mauricio y Reunión.

En el siglo XIX, las islas de Banda pasaron temporalmente a manos de los ingleses, que transplantaron árboles de nuez moscada en otras de sus colonias, incluidas Sri Lanka y Granada. A día de hoy, la isla de Rhun tiene una población de poco más de 2.000 personas y sigue siendo más o menos inaccesible. Por su parte, Manhattan ha florecido hasta convertirse en uno de los centros principales de la civilización occidental. Quién sabe cómo habría sido la historia si Países Bajos hubiera mantenido control sobre Nueva York… o Nueva Ámsterdam.

Portal de América - Fuente: Condé Nast Traveler

Escribir un comentario

Promovemos la comunicación responsable. No publicamos comentarios de usuarios anónimos ni aquellos que contengan términos soeces o descalificaciones a personas, empresas o servicios.