Para el turismo internacional, 2022 inició con la esperanza de volver a recuperar los niveles de viajes de 2019, sin embargo, al cierre del año pocos son los países y destinos turísticos que pueden presumir de ello.
Ya desde 2021 la política de “Covid Cero” implantada en China, con cierres estrictos y paralización de diversas ciudades e industrias en la “fábrica del mundo”, había afectado gravemente la cadena de suministro de diversas industrias en países que ya entraban en una etapa post Covid, situación en la que la globalización mostró uno de sus puntos débiles y provocó toda una reingeniería económica global. En febrero de 2022, otro evento vino a impactar más el entorno, la guerra en Ucrania, que como ya comentamos en otra cápsula es lo más anti turismo. Este hecho y las medidas en represalia tomadas por las principales economías occidentales contra Rusia -una de las primeras fue la restricción de los viajes-, vino a empeorar la economía internacional y a detonar un alza a los combustibles sin precedentes (iniciada antes por la demanda Post Covid). Así, en 2022, en lugar de la esperada Nueva Normalidad (NN) apareció una Nueva Guerra Fría (NGF) mezclada con una crisis económica global. Y todo ello afectó negativamente el turismo, principalmente a los viajes internacionales.
El verano, que es la temporada más alta en los principales países turísticos, elevó las estadísticas y los ánimos en 2022, una notable mejora respecto a 2021; pero, según el último barómetro de la Organización Mundial del Turismo (UNWTO) de noviembre, 2022 se cerrará un 37.7% debajo de 2019 (1,466 millones de llegadas internacionales), es decir unos 917 millones, lo cual es un retroceso de más de una década, muy cercano al volumen de 2010: 956.7 millones.
La gran mayoría de los viajes internacionales (cuatro de cada cinco) son de carácter intra regional (UNWTO, 2016), es decir se realizan entre países vecinos o de la misma región del planeta. Por ello, es que ante una situación como el Covid y la guerra, esta característica se acentúa, más si la región no se encuentra inmersa en las afectaciones directas. Así, todo el contexto apoya la orientación de la demanda a un nivel interregional y por supuesto, a un nivel nacional en detrimento de los viajes internacionales de larga distancia e intercontinentales.
Para los destinos del Caribe Mexicano y de México en su conjunto, que han mantenido políticas pro turismo con mínimas restricciones a los viajes, todo el entorno internacional les ha sido favorable este año, potenciando la demanda internacional y nacional, al ser el continente americano el menos afectado por los sucesos señalados, por lo que es comprensible que una vez que se cierren las cifras, logren los niveles del histórico 2019 o similares. Los datos preliminares de diversas fuentes así lo confirman: los cálculos de pasajeros transportados en vuelos nacionales e internacionales en México de enero a noviembre de 2022 muestran un incremento del 2.5% respecto a los de 2019; el Aeropuerto de Cancún reporta de enero a noviembre de 2022 un incremento del 18% en pasajeros comparado con el mismo periodo de 2019. Así, como frecuentemente ocurre en turismo, las causas explicativas de los resultados en turismo internacional en México y el Caribe Mexicano en 2022 son exógenas, más que internas.
Portal de América - Fuente: Sipse