Aeropuerto de Santiago abre espigón D aumentando capacidad, pero con desafíos importantes
Viernes, 16 Diciembre 2022 10:47

Mampara divisoria en el espigón D. Mampara divisoria en el espigón D. Ricardo J. Delpiano

Con el propósito de ampliar la capacidad ante el incremento del tráfico aéreo, tras la eliminación de la mayoría de las restricciones impuestas bajo justificación del COVID-19, la concesionaria Nuevo Pudahuel y el Ministerio de Obras Públicas (MOP) abren el espigón D de la terminal 2. La infraestructura permitirá ampliar la capacidad para ubicar aeronaves y brindar más comodidad a los usuarios.

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Conocido como terminal 2-D, el nuevo espacio está operativo. Cuenta con 22.800 metros cuadrados y seis posiciones de contacto (mangas) dobles, permitiendo atender hasta 10 aviones de fuselaje angosto o seis de dos pasillos.

En la terminal 2-D funcionará mixto, es decir para vuelos nacionales e internacionales. Para ello, cuenta con un panel divisorio que separa los tráficos. Sin embargo, inicialmente, sólo operará para vuelos internacionales debido a que el conector entre la terminal 1 (nacional) y la nueva infraestructura todavía no está disponibles por retraso en la obra de unión de los dos edificios.

Las líneas aéreas que operarán en el espigón D serán aquellas que cuentan con un número reducido de vuelos a Chile y no estén vinculadas a ninguna alianza comercial con otras compañías aéreas que operen en el aeropuerto. No obstante, el uso de la capacidad será arbitrario, según requerimiento. Los primeros vuelos en salir de la terminal 2-D son de LATAM.

“Hoy enfrentamos esta temporada alta con dos terminales, y casi el triple de la superficie que teníamos antes de entregar el Terminal Internacional, lo que se traduce en más espacio y comodidad para nuestros pasajeros. También estamos reforzando nuestro equipo en terreno, en coordinación con los servicios públicos”, asegura François-Regis Le Miere, gerente general de Nuevo Pudahuel.

Todavía falta la apertura del espigón F y la habilitación de la extensión de la terminal 1 con el espigón A cuyas obras están retrasadas.
Bajo los estándares

Sin duda, tras la eliminación de las extensas – e innecesarias- restricciones colocadas bajo justificación del COVID-19, el tráfico aéreo de pasajeros se incrementa de manera significativa. Para la temporada alta, Nuevo Pudahuel, estima que 2022 cierre con 18,8 millones de pasajeros transitando por el aeropuerto de la capital chilena. La cifra es 23% más baja que los casi 25 millones de pasajeros observados en 2019. Entre diciembre 2022 y marzo 2023, se estima que el transito sea de alrededor seis millones de pasajeros.

Nuevo Pudahuel asegura que está operando con estándares internacionales. Sin embargo, desde la experiencia al usuario y según niveles definidos por la industria aérea, la calidad de servicio se encuentra en niveles deficientes. Los puntos más críticos son la limpieza y el procesamiento de pasajeros, especialmente en horas punta de migraciones.

La limpieza es un punto negativo que se hace presente durante el último año. La situación más crítica es la terminal 1 (nacional) suciedad en sus pisos, asientos, alfombras y baños, además de malos olores. La terminal 2 no escapa, aunque por ser la imagen publicitaria del aeropuerto luce más presentable. Si bien hay una ligera mejora respecto a principios de año, la falta de limpieza todavía es un aspecto muy pendiente.

En control de pasaportes es el más desafiante. Durante los últimos meses, los usuarios reportan excesivos tiempos de espera para el control de migraciones, especialmente en horas punta (peak). En algunos casos, se reportan tiempos de espera de 40 minutos hasta más de una hora, lo que están lejos de los estándares internacionales.

Según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), los tiempos de espera en control de pasaporte (migraciones) no deben pasar más de los 10 minutos para un control con agente. En el caso de control automático, los tiempos de espera deben ser de máximo 5 minutos.

En Chile, sólo está disponible el control con agentes a cargo de la Policía de Investigaciones (PDI). Sin embargo, el aeropuerto puede coordinar con los servicios públicos una dotación adecuada en función de los flujos de pasajeros.

Antes de la pandemia, Nuevo Pudahuel logra solucionar este inconveniente mediante un trabajo colaborativo. Sin embargo, tras la pandemia las nuevas administraciones del aeropuerto no logran reponer los niveles de servicio por lo que se entrega un deficiente servicio al usuario.

Consultado por Aero-Naves sobre este aspecto, el ministro de Obras Públicas (MOP), Juan Carlos García, responde que “en el aeropuerto de Santiago confluyen una gran cantidad de actores que están permanentemente en coordinación”. Enfatiza que la PDI está a cargo de los controles migratorios.

“Cuando hay altos flujos de pasajeros, sin duda que se genera mayor congestión requiere que las personas tengan mayor anticipación. Por eso, deben escuchar las recomendaciones de anticipación de las líneas aéreas. El llamado a cada una de las personas que programen su viaje”, añade.

Portal de América - Fuente: Aero-Naves.com

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