Primer día en la WTM #PDAenWTM2022
Lunes, 07 Noviembre 2022 14:41

Lugar del otrora stand de Uruguay Lugar del otrora stand de Uruguay

Fue un comienzo atípico el de esta jornada, por lo que hay dos escenas totalmente diferentes: "Amanecer de un día agitado" y "Comenzando la jornada en la WTM".

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SACRAMENTO - proasur
SACRAMENTO radisson


por Ramón de Isequilla, desde Londres

Escena 1

Amanecer de un día agitado

Los Beatles escribieron una canción que se llamaba “A Hard Day's Night” y como Richmond me queda más cerca que Liverpoll y me gustan más los Rolling Stones, decidí llevar la contra y denominar la primera escena del día de esta manera, no porque haya sido agitado el amanecer, o si?, les cuento el porqué.

A las 6 y media de la mañana comenzó a sonar la alarma de incendio, mientras escuchaba “La mañana de Federico”, el ruido era ensordecedor y provenía del sensor de humo de mi cuarto como de todos los del edificio. Se prendía unos segundos y luego se apagaba, tomé las precauciones del caso, zapatos, abrigo, teléfono, ordenador, Ipad y lo más importante, el pasaporte.

En la recepción no atendían las llamadas y cortaban el teléfono, en el pasillo los pasajeros nos mirábamos con cara de que cuernos pasa, por lo que decidí ir a la recepción por la escalera (estaba en el primer piso, no fue tanto, jajaja).

En el lobby, varios extraños personajes con camperas que decían “Seguridad” iban de un lado a otro, pero no había bomberos, buena noticia o “malísima” según el caso, esperé que terminaran sus vueltas a ninguna parte y en mi mejor “porteño” les pregunté: ¿qué carajo pasa? y pese a sus nulos conocimientos del idioma de Leopoldo Marechal, por mi cara interpretaron al instante mi pregunta

La respuesta fue la siguiente: un calor procedente de la cocina había saltado las alarmas, pero no había fuego ni de qué preocuparse.
Ustedes me dirán, que realmente no hay que preocuparse, por una simple alarma, pero resulta que es la segunda vez que me pasa y la otra fue con fuego verdadero.

Hará unos diez años estaba en New York en el “New York Times Travel Show” siguiendo mi costumbre de acostarme temprano y levantarme muy temprano, mi sueño se vio alterado por los gritos y jaleo de mi habitación vecina, reclamando a recepción a eso de las dos de la mañana, llamada con resultado positivo pues a los pocos minutos el silencio volvió a reinar.

A las cuatro de la mañana empieza a sonar la alarma de incendio y por los parlantes del pasillo decían que no era un simulacro y que no abandonáramos las habitaciones hasta que los bomberos condujeran la evacuación.

Armé mis cosas como hice esta mañana y me senté al borde de la cama con mi valijita pareciendo un desgraciado inmigrante en la isla de Ellis; empiezo a sentir sirenas en la calle y al asomarme a la ventana en la gélida y nevada noche newyorquina del mes de febrero, veo media docena de autobombas desplegando sus escaleras, diciéndome a mi mismo “chaval esto va en serio”.

Al sentir en el pasillo ruidos y gritos, abro la puerta, con la inmediata intervención de un bombero de dos metros de altura (el miedo me lo hacía ver más grande de lo que realmente era) que me manda, no de buena manera, para adentro y cierra la puerta.

Pasaron unos minutos y ante el silencio que reinaba, decido volver a incursionar al pasillo, encontrando en la puerta de la habitación de los ruidos de la noche anterior, parados tres policías, como dicen en los partes policiales: dos masculinos y un femenino, notando que la alfombra del pasillo tenia un agujero bastante grande quemado. La mirada de pocos amigos que me hicieron fue contestada con mi mirada de estúpido, como diciendo “mejor me voy”.

A las ocho de la mañana bajé a la recepción, estando de guardia un recepcionista mejicano bastante cotilla, que me contó lo ocurrido.

Mi habitación vecina estaba ocupada por dos señoritas afroamericanas llegadas ese día, que de dedicaban a una vieja profesión, de ahí el escándalo que no me dejaba dormir y resultó que una colega de ellas que estaba en otro piso, igualmente trabajando, fue a arreglar unas cuentas pendientes, decidiendo resolver la situación por medios poco ortodoxos, fue a buscar una almohada prendiéndola fuego sobre la puerta de las ingratas colegas, haciendo activar las alarmas de incendio. A esa hora de la mañana estaban todas alojadas en el Precinto que correspondía a la 31 y Madison.

Por lo expuesto entenderán mis nervios y mi experiencia en el suceso de esta mañana.

Escena 2

Comenzando la jornada en la WTM

Luego del emocionante amanecer y de tomar nuestro “Late Tall” en Starbucks, iniciamos nuestro periplo hacia Excel, sede de la WTM, que consiste en tomar la Piccadilly Line en Russel Square hasta Holborn, tomando la Central Line hasta Stratford, luego el DRL (tren) hasta Canning Town y finalmente otro DRL hasta Custom House for Excel hasta la puerta de la WTM.

La WTM se celebra en Excel (versión más pequeña de IFEMA) que consiste en un único edificio rectangular con dos pabellones lineales separados por un gran pasillo con establecimientos gastronómicos en el medio.

El Pabellón Norte recibe a Europa, UK, Irlanda y las Tech y el Pabellón Sur el resto del mundo, donde América ocupa la primera parte entrando por Custom House.

Este edificio está ubicado sobre el Támesis frente a una gran curva que hace el río a poca distancia del London Airport, el más pequeño de Londres, con carácter internacional, tanto que dependiendo del viento, el despegue o el aterrizaje se hace por encima de las instalaciones de la feria, en sus inmediaciones hay varios importantes hoteles, uno en un lindísimo crucero amarrado a sus muelles.

Para finalizar esta descripción podemos agregar que se sumó un nuevo medio de transporte la Elisabeth Line, una mezcla de tren y metro que une el aeropuerto de Heathrow con la feria.

Si bien entendemos las razones por las cuales Uruguay no participa este año, nos dio tristeza ver el lugar donde generalmente tenía su stand convertido en un horrible bar.

La presencia del cono sur de América es bastante pobre salvo la fantástica pantalla gigante de Argentina que domina el pequeño stand con que concurrieron.

Al respecto conversando con el Vicepresidente de Miembros Afiliados de la OMT en representación de la Cámara Argentina de Turismo Horacio Reppucci, conveníamos que uno de los factores que están atentando la venta de la región en Europa es la pobre conectividad y las tarifas excesivas que se están manejando, producto de un incremento de la demanda, normalmente de turismo étnico iberoamericano, y no ser acompañanda por un incremento de la oferta, hoy viajar desde Europa al Rio de la Plata es carísimo con frecuencias poco amigables para los eventuales turistas que quieran visitarnos.

Presentación de Argentina

 

Pantalla del stand de Argentina.

 

Brasil en su oficina gigante.

Portal de América

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