Según informa la web israelí INN, la medida afectará únicamente a los vuelos comerciales, esquivándola, al menos de momento, los de carga. Se aplicará en el aeropuerto de Tel Aviv, el único que suele recibir aviones de este tipo.
Su entrada en vigor supondrá la desaparición en el país del Boeing 747, así como de dos de los modelos estrella de Airbus, como son el A340 y el A380.
Israel no es el primer país que impone restricciones a determinados aviones para reducir las emisiones. Sin embargo, el modus operandi suele ser vetar a aeronaves por la edad, nunca por el número de motores.
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