Recopilar ese tipo de información forma parte de una tarea cotidiana para los organismos internacionales, y hasta el momento lo hemos visto sólo en empresas cargueras, tal vez por ser un mercado más acotado que el de transporte de pasajeros. Otro, más probable, es que viendo unos y otros informes, ninguno es completo, faltan datos, especialmente aquellos que podrían dar una idea de la competitividad del negocio, información fundamental a la hora de evaluar una inversión y su foco.
Históricamente, la industria de las aerolíneas se ha caracterizado por barreras de entrada bastante altas debido a su uso intensivo de capital y una intensa competencia por el tráfico. Un poco en broma y un poco en serio, se dice que "para volverse millonario con una aerolínea lo único que se precisa es comprarla siendo billonario".
Según la IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo), la pandemia ha provocado una situación más favorable para las compañías aéreas de carga emergentes, en particular gracias al pujante mercado de aviones de segunda mano, lo que lo hace más asequible para arrendar aviones. Y el atractivo en el negocio de carga es evidente gracias a los rendimientos récord.
Los cierres de aerolíneas, medidos por el cese del AOC (Certificado de operador aéreo) de las aerolíneas, fueron de 59 en 2019, 53 en 2020, y 33 en 2021. Es evidente que con la pandemia no aumentó el número de cierres, sino todo lo contrario. Además, IATA al inicio de año indicó que la demanda global aumentó un 6,9% en 2021 en comparación con 2019 (niveles pre-COVID) y un 18,7% en comparación con 2020, siendo que la falta de capacidad disponible contribuyó a aumentar los rendimientos y los ingresos de las aerolíneas.
En lo que sí afectó la pandemia fue en la creación de empresas (nuevas operaciones comerciales), que pasaron de 42 en 2019 a 29 en 2020. Se estima que sin el apoyo brindado por los gobiernos en el 2020, casi seguro que el número de cierres habría sido mucho mayor. Ya en 2021, con la salida de la pandemia las aerolíneas vieron pasar lo peor de la crisis, creándose nuevas oportunidades que confluyeron en 57 nuevas aerolíneas, un 36% más que en 2019.
Otro modo de ver el impacto es a través del número de aerolíneas inactivas (operando menos de 10 vuelos por mes) que llegó a 156 en 2020, frente a 93 en 2019. La inactividad en 2021 se redujo a 69, muy por debajo del nivel de 2019.
El informe de IATA concluye que el creciente número de aerolíneas nuevas y que retomaron su actividad, junto con menos cierres, muestran que la industria sigue siendo atractiva para empresarios e inversores por igual, y que las expectativas para su recuperación son altas.
Viendo estos números y recordando todas las columnas de Luis Alejandro Rizzi sobre temas económico-aeronáuticos, no queda claro el efecto de la pandemia en este sector de la aviación. Tal vez lo mejor será afrontar la post-pandemia considerando a la pre-pandemia sólo como un dato más, y que tal vez no sea el más relevante.
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