Señala Cerodosbé que el vuelo se preparaba para despegar desde Hawái con dirección a Los Ángeles cuando un auxiliar de vuelo y un agente de policía pidieron a la familia Schear que cediera la butaca ocupada por el hijo, de dos años. El grupo, que había pagado por el lugar, se niega.
No obstante, el agente echa a la familia bajo amenazas como: “esto es un delito federal” y “usted y su esposa irán a la cárcel y sus hijos a un internado”. El vídeo ya suma más de 3,1 millones de visualizaciones.
Delta Airlines ha pedido perdón por el suceso y se ha mostrado "arrepentida por la desafortunada experiencia". La compañía asegura haber contactado con la pareja para reembolsarles el viaje y compensarles económicamente.
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