La jornada de eeste jueves estuvo agitada a partir del bombazo tirado por Arrieta y publicado en el matutino El País.
No hay desalojo, no hay gente que quede sin trabajo pero si hay tremenda desprolijidad con todo lo que concierne al Argentino Hotel de Piriápolis.
En 2014 terminaba el usufructuo acordado con la familia Méndez, quienes son los únicos que realmente han mostrado interés y que vienen ofreciendo desde hace varios años, reciclar el hotel con una gran inversión pero que al parecer, a juzgar por los hechos, no se les ha dado ni el lugar ni la importancia que le deberían dar.
La participación de la legisladora del grupo del Intendente Antía en principio, generó mucho malestar y una gran conmoción, pero...no hay mal que por bien no venga dice el viejo dicho. En las últimas horas, la sola presunción del desalojo representó de inmediato en el imaginario popular la generación de un pueblo fantasma en la tierra de Piria.
A menos que alguien pierda totalmente el raciocinio, a menos que alguien enloquezca y tuerza o pretenda torcer el destino que está escrito hace años, habrá Argentino Hotel para rato y creemos, sin temor a equivocarnos, en las manos y con la mente de quienes más saben de ello, como lo han demostrado en bastante más de tres décadas.
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