Los aeropuertos son para muchos sitios molestos, por los que hay que pasar porque no queda otra, o en los que hay que sobrevivir a tiempos muertos hasta que salga ese bendito vuelo retrasado.
Sin embargo, también son la primera impresión del destino al que llegamos, una “tarjeta de presentación” para muchos países o ciudades. Y algunos de ellos, por su arquitectura y diseño, bien valen buenas caminatas antes de que nos llamen a embarcar. Por ejemplo:
Beijing, China
La terminal internacional del aeropuerto de Beijing es la más grande del mundo.
La terminal internacional del aeropuerto de la capital china fue diseñada por el estudio del famoso arquitecto Norman Foster, y su construcción demandó cuatro años. Y, como no podía ser de otra manera en el país más poblado del mundo, es el más grande: 986.000 metros cuadrados, cifra que duplica el área total de las otras dos terminales del mismo aeropuerto. Y eso que es el segundo en cuestión de pasajeros al año, detrás del de Atlanta.
Todo un desafío de proyecto para una terminal de 3,25 km de largo en cuanto a eficiencia operacional, movimientos internos, confort y eficiencia energética. En este sentido, el aeropuerto incorpora conceptos de diseño pasivo como lucarnas (tragaluces en altura) orientadas al sudeste para obtener el calor de la mañana, un sistema de control de energía para reducir el gasto en iluminación y techos transparentes en tonos rojo y amarillo, homenajeando a la bandera del país.
Seúl, Corea del Sur
Seúl Incheon International, en Corea del Sur, ganó por 7 años consecutivos el premio al mejor aeropuerto del mundo.
La terminal 3 del Seúl Incheon International Airport se terminó de construir en 2001, y ganó por 7 años consecutivos (de 2005 a 2011) el premio “Airport Service Quality Award” al “mejor aeropuerto del mundo” del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI).
Seúl.
Un estudio de arquitectos de Denver, Estados Unidos, incluyó numerosos toques de la cultura coreana en el diseño, como el techo, que recuerda a los de los templos coreanos aunque con aire futurista. O sus numerosos jardines interiores, alimentados por la abundante luz solar que ingresa desde el exterior.
Madrid, España
Los techos ondulados de Barajas, en Madrid.
Las terminal 4 (y 4s) del aeropuerto de Barajas fue diseñada por el británico Richard Rogers Partnership en cooperación con el madrileño estudio Lamela Arquitectos, y premiada con el prestigioso Stirling de arquitectura en 2006, entre otros reconocimientos. Bajo su techo ondulado y con una cálida luz natural, en la terminal operan Iberia y todas las empresas que conforman la alianza Oneworld.
Barajas T4.
La obra se diseñó pensando principalmente en la funcionalidad para una circulación de 35 millones de pasajeros al año, aunque también centrada en el ahorro energético y económico, y se basó en tres ideas: cubiertas onduladas, columnas en pares y una gama de colores que va del azul oscuro al rojo, pasando por el amarillo. Los colores de las columnas identifican las diferentes zonas.
Marrakech, Marruecos
Rombos y triángulos en el aeropuerto Menara, de Marrakech.
En el aeropuerto Menara, de Marrakech, operan vuelos domésticos e internacionales a distintas ciudades de Europa y Medio Oriente. Y los alrededor de cuatro millones de pasajeros que lo transitan anualmente disfrutan del diseño geométrico ideado por un equipo de arquitectos liderado por E2A Architecture.
Marrakech.
La fachada está conformada por 24 rombos y tres triángulos de 12x6 metros, ubicados encima de las puertas de entrada. Ambas figuras están cerradas con cristales impresos con ornamentos al estilo islámico. Además, el techo suma 72 pirámides fotovoltaicas.
Hong Kong
Techos altos y livianos y mucha luz natural: Hong Kong.
La luz natural, que lo ilumina todo, es uno de los rasgos destacados de la enorme Terminal 1 del aeropuerto Chek Lap Kok, diseñada, como otros aeropuertos, por Foster and Partners, y famoso por ser, se dice, uno de los dos proyectos de ingeniería más costoso de la historia. Aquí los arquitectos optaron por techos livianos de acero y vidrio, recorridos lo más claros posible para los pasajeros, vistas a los aviones y una gran “galería de mercado” central.
Chep Lak Kok.
Para su construcción se amplió la isla de Chek Lap Kok, para formar una isla artificial más grande. Su capacidad es de hasta 35 millones de pasajeros al año y es base de operaciones de, entre otras empresas, Cathay Pacific, Hong Kong Airlines y Air Hong Kong. Se inauguró en 1998, aunque inicialmente se había pensado para que coincidiera con el traspaso de Hong Kong a China, en 1997.
Montevideo, Uruguay
La estilizada figura del aeropuerto de Carrasco.
El aeropuerto de Carrasco (de nombre oficial Gral. Cesáreo L. Berisso) es fruto del trabajo de Rafael Viñoly Arquitectos, inauguró en 2009 y sigue siendo el diseño más vanguardista de Sudamérica. Se caracteriza por líneas sintéticas, y a modo de cáscara, una gran cubierta de vidrio que define espacios exteriores e interiores.
Carrasco.
Y el espacio es, justamente, lo central, con zonas abiertas y muchas luz natural que ingresa por las enormes paredes vidriadas. En un piso están las llegadas y en el otro las partidas, para evitar los cruces de pasajeros y mejorar la operatividad. Las ondulaciones del techo son una especie de “homenaje” a las cuchillas naturales del suelo uruguayo.
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