Diez claves para el desarrollo del turismo en 2017
Domingo, 29 Enero 2017 19:19

Diez claves para el desarrollo del turismo en 2017

Está en marcha un promisorio año, que fue signado por la OMT como el de la sustentabilidad. Pero la industria deberá enfrentar además otros importantes retos, si quiere seguir siendo un destacado motor económico y social de escala global. A continuación, una breve lista para entender qué le depara 2017 a esta actividad.

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El turismo, se sabe, es un excelente motor de las economías en todo el mundo; un efectivo distribuidor de recursos a los pueblos más recónditos; un favorecedor del desarrollo de caminos, vías ferroviarias y rutas aéreas; un divulgador de la cultura por excelencia; un reconocido promotor de la paz y la tolerancia; y también un proveedor de experiencias y entretenimiento. Pero si solo bastase con turismo, el mundo sería un lugar idílico.

 

Para obtener resultados, la actividad debe sortear numerosos escollos y encontrar soluciones, a partir de múltiples y continuos esfuerzos conjuntos entre los sectores público, privado y académico. Tras un intenso y duro 2016, este año que acaba de comenzar ya da algunos indicios de cuáles serán los principales desafíos que deberá enfrentar el turismo mundial, si quiere seguir ocupando ese rol protagónico en el desarrollo y si quiere, además, seguir siendo un negocio rentable para quienes viven de él.

 

A continuación, Rèport Américas ofrece una lista de 10 de los retos centrales, según se desprende de lo que los principales actores de la industria manifestaron durante todo el año pasado en relación a las expectativas y lo que surge de las proyecciones trazadas por los organismos de referencia.

 

1- La sustentabilidad

Efectivamente, la propia OMT eligió como eje rector para sus acciones de 2017 a la sostenibilidad para el desarrollo. Este desafío, podría decirse, engloba a todos los que a continuación se detallarán, pero vale resaltar que la mirada está puesta en dos aspectos centrales: la protección de los recursos (sean naturales, culturales o patrimoniales, que son la materia prima de la actividad) y, a su vez, la perdurabilidad de los emprendimientos, que son los que generan puestos de trabajo y permiten poner en marcha la rueda virtuosa de la economía. Esta sustentabilidad está siendo puesta en riesgo por numerosos factores en todo el planeta, y lo que el turismo haga este año para contrarrestarlos sin dudas tendrá efectos a corto, mediano y largo plazo.

 

2- El miedo

En ese mismo sentido, este es uno de los factores que ponen en riesgo el futuro de la industria, y prueba cabal de ello es la evidente caída de los arribos en aquellos destinos que han sufrido atentados terroristas en los últimos tiempos, pero también a aquellos que han padecido algún tipo de epidemia o catástrofes naturales. En este aspecto, 2017 será un año clave en la desigual lucha contra la desinformación, fruto de la masiva multiplicación de la tecnología y, particularmente, de sus vicios. Y esta problemática no es exclusiva de las zonas de conflicto bélico, como algunos países de Oriente Medio, sino que aqueja también a los más poderosos.

 

3- Las políticas reaccionarias

Justamente, el miedo ha generado que grandes sectores de la población de los países afectados eligieran líderes que llegan al poder con el claro mandato de fortalecer la seguridad, aunque ello implique el cierre de las fronteras a la inmigración y el endurecimiento de los controles sobre las personas. Como ejemplos claros, Donald Trump en los Estados Unidos ha prometido una reforma migratoria que podría afectar las llegadas de visitantes internacionales, según lo han advertido actores públicos y privados, además de los organismos diplomáticos. En tanto, la Unión Europea inició 2017 con nuevos requisitos de ingreso. En el sentido opuesto, Latinoamérica lleva adelante un proceso de apertura, de facilitación de visados y de políticas migratorias compartidas, para favorecer los movimientos en toda la región. Seguir este camino, aseguran, es otro de los grandes retos.

 

4- La “lowcostización”

En este mundo posmoderno, el consumidor se ha convertido en amo y señor del comercio, y gracias a la proliferación de la tecnología y del e-commerce, quedó demostrado que lo que ese usuario hoy quiere es un buen precio, y a ese “dios precio” sacrifica la calidad e incluso la conveniencia. Así lo indican distintos informes como los de Amadeus y distintas consultoras especializadas. De esta manera, se ha iniciado una guerra por tener o mostrar la mejor tarifa, que está promoviendo un imparable crecimiento de las compañías aéreas low cost (incluso muchas empresas convencionales han decidido reconvertirse total o parcialmente). Y a esto es preciso añadir la presión de los metabuscadores, que están llevando a crear hoteles low cost, turoperadoras low cost y agencias low cost, en un sentido figurado, pero al punto de prácticamente destruir la rentabilidad. El desafío este año, sostienen, será recomponer esos márgenes de ganancias a partir de la creación de valor, de la diferenciación y de la especialización.

 

5- El colaborativismo

En verdad, el problema no son las economías colaborativas, sino la competencia desleal que se genera en muchos casos, en relación a la pesada carga impositiva y los múltiples controles que tienen los proveedores tradicionales. Pero además, la experiencia mostró que hubo destinos en los que una plataforma colaborativa incluso atentaba contra los intereses de una ciudad, como es el caso de Airbnb en Miami o Berlín, donde la proliferación de estos alojamientos informales y de bajo costo estaba poniendo en jaque las millonarias inversiones hoteleras. Pero como la demanda reina por estos días, y lo que el consumidor quiere es un buen precio, uno de los grandes dilemas de este año será cómo hacer para encontrar un equilibrio entre lo que el cliente busca (y encontrará caminos para obtenerlo, más allá de las prohibiciones) y el desarrollo turístico integral.

 

6- La concentración

En este juego, cada vez hay menos ganadores. Solo quienes tienen suficiente espalda financiera, volumen para la negociación, recursos para la innovación tecnológica y una gran maquinaria publicitaria pueden correr esta carrera de fondo manteniendo niveles tan bajos de tarifas. Este proceso de concentración económica está ocurriendo desde hace años en la industria, y sobrevivir se ha vuelvo una aventura extrema para las pequeñas y medianas empresas. Del mismo modo, en los mercados en los que esto ocurre se han perdido numerosos puestos de trabajo, por lo que 2017, entienden numerosos especialistas, debería ser también el año de la reconversión y la capacitación, el tiempo de la búsqueda de caminos alternativos, y también de la regulación de los estados, para evitar abusos y monopolios.

 

7- La personalización

En relación al punto anterior, uno de los senderos para la salvación profetizados por los especialistas es el de la personalización. En un universo dominado por el consumidor, este punto es crucial. Por un lado, como se señalaba, los medianos y pequeños deben volcarse a ella para diferenciarse y generar valor, pero por el otro, los propios gigantes han comprendido que ese también es su camino. Las grandes OTA y los metabuscadores están invirtiendo millones de dólares en el desarrollo de sistemas que puedan comprender mejor qué es lo que quiere el pasajero, a través de la maraña de datos que les provee el Big Data. Se espera que este año haya grandes avances al respecto, así como en la personalización de todas las experiencias, incluyendo el aéreo, el hotel y hasta las excursiones y paseos.

 

8- La desprotección

Esta concentración de la industria, que se verifica en el ámbito aerocomercial, en la hotelería, las rentadoras y en las agencias y turoperadoras, está multiplicando los conflictos entre proveedores y consumidores. El pasajero se encuentra realizando hoy su reclamo ante jugadores cada vez más grandes y eso puede dificultar muchas veces obtener una respuesta. Respecto a las compañías aéreas, especialmente en esta región, son las agencias las responsables solidarias en casos de incumplimientos de los prestadores y en general no existen políticas compensatorias. Ese, según fue anunciado, será tema de debate en 2017 entre el Folatur y la IATA. Pero en Europa también hay conflictos, y la comisión de Bruselas viene tomando cartas en el asunto en la regulación de distintas situaciones en las que se ponía en riesgo el derecho de los consumidores, sobre todo en lo relativo a las economías colaborativas.

 

9- La convivencia

Además de los derechos de los consumidores, algunos destinos han empezado a tener en cuenta también los derechos de sus ciudadanos, que en muchos casos se ven incomodados por los mismos turistas que los benefician económicamente. Esto se verifica en algunos destinos tradicionales, como Ámsterdam, donde se han generado movimientos anti-turísticos. Otros, como Miami, incluyeron este tema entre sus argumentos para prohibir los alquileres temporarios informales. Para este año se esperan aún más casos como estos, mientras se encuentra algún tipo de solución. En tanto, algunos países, como China, están apostando a la educación de sus viajeros, para que aprendan a respetar las normas en otros contextos culturales.

 

10- El turismo sexual

Finalmente, es preciso dar cuenta de un flagelo que aqueja a esta industria desde siempre y que debe ser combatido por la totalidad del sector, y es el turismo sexual, que incentiva la trata de personas, pero especialmente de mujeres, niños, niñas y adolescentes. Distintas empresas de peso internacional han firmado cartas de compromiso para luchar contra este mal, y se espera una renovación de los esfuerzos, más allá de una simple acción de responsabilidad social empresaria.

 

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