Según Investing.com, la compañía anunció en un comunicado que los accionistas de la aerolínea finalmente han aprobado una financiación para los próximos dos meses con la condición de que la dirección negocie con dicha reducción con los sindicatos, los proveedores y los distribuidores.
El objetivo es "obtener de ellos el compromiso sobre medidas que lleven a una radical reducción de los costes" que, para la aerolínea, es "el único modo para garantizar el apoyo a largo plazo de los socios y bancos y asegurar la sostenibilidad de la empresa".
"Los próximos dos meses son cruciales para Alitalia. Es de vital importancia que el personal de la compañía y las principales organizaciones, como los socios comerciales, proveedores y sindicatos, acepten y realicen los cambios radicales que necesitamos", dijo en la nota el consejero delegado, Cramer Ball.
En su opinión, "solo de ese modo podremos obtener una nueva y significativa financiación por parte de los accionistas", sin la cual, añadió, "Alitalia no tendrá futuro".
Por otro lado el Consejo de Administración aprobó este jueves la segunda parte de su Plan Industrial y no se alcanzó "ninguna decisión definitiva sobre la reducción de personal".
Sin embargo en el comunicado se subraya que "comenzará inmediatamente las consultas con el personal y los representantes sindicales" a tal fin.
Los detalles de la segunda fase del Plan Industrial serán desvelados en enero y, según explicó la compañía, se basará "en las significativas inversiones de los últimos dos años" y en los retos del mercado aéreo, "donde la competencia cada vez es más aguerrida".
Alitalia explicó que en el futuro se concentrará en "la necesidad de cambiar el modelo de negocio" mediante el desarrollo de la red de largo radio, el rediseño de la gestión para el corto y medio radio y la reducción del gasto y el aumento de la productividad para poder hacer frente a la competencia, entre otras cosas.
Alitalia está en manos de la compañía emiratí Etihad, que posee un 49 % de la misma, y de Midco, una sociedad de cartera compuesta por las bancas Intesa San Paolo y Unicredit (MI:CRDI) y otras empresas como "Poste Italiane", Atlantia, Immsi, Pirelli y Gavio.
La compañía de bandera italiana ha atravesado una precaria situación financiera en los últimos años, por la que estuvo al borde de la bancarrota en 2009, y en la última década ha impulsado hasta tres ampliaciones de capital.
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