Artículo con pocas consecuencias
Miércoles, 14 Julio 2010 00:00

 Debería ser habitual que los economistas analicen el turismo como actividad económica, más allá de hacerlo cuando se acerca el verano que todos -industriales, comerciantes, trabajadores y la población en general- desean conocer cómo será y cómo resultará la temporada alta.
Mintur verano 1250x115
SACRAMENTO radisson
SACRAMENTO - proasur
CIFFT 1250x115
Arapey 1250x115
Fiexpo 2024 1250x115
TSTT-1250x115

Generalmente, se responde de acuerdo con los parámetros macroeconómicos o con el comportamiento observado de algunas variables de esa naturaleza: tipo de cambio bilateral con nuestros vecinos y con otros países, inflación, ingreso, etc. Poco se evalúa si el gasto público y privado que se hace en promocionar al turismo, en recibirlo adecuadamente, en facilitarle al turista su estadía con seguridad y otros servicios por el estilo, generan buenos rendimientos para el país y para su sociedad.

Las cifras corroboran que el turismo es importante para Uruguay. Se trata de una actividad que viene creciendo mucho en los últimos años. Sin embargo, tal vez no sea tanto por el esfuerzo que hacen los uruguayos, incluida la administración, y más por lo que ocurre en el exterior que derrama efectos expansivos sobre el turismo en nuestro país. Una nación que no atrae turistas de fuera de la región que no sean los que vienen a Buenos Aires principalmente; o, en mucho menor medida a Sao Paulo al sur; o los que vienen "de recorrida" en los cruceros. Los de afuera de la zona del Mercosur son turistas que vienen muy "de paso".

El Herald

El domingo 4 de julio -nada menos que el día de la Independencia de Estados Unidos- el Miami Herald publicó su habitual suplemento dominical Travel en el que en su portada muestra una foto del Teatro Solís que ocupa un 40% de ella; otra de un puesto de la feria de Tristán Narvaja y una tercera, la foto clásica de la Playa Pocitos en verano con numerosos bañistas. Las tres fotos ocupan más del 65% de la cubierta del suplemento. El artículo, denominado "A Little Secret" está subtitulado en inglés: "Uno de los más pequeños países de América del Sur es el hogar de muchos tesoros". En esa portada, que entusiasma por la buena foto del citado Teatro con su actual belleza, la periodista Marie Elena Martínez, comenta que era escéptica sobre lo que le podría brindar Uruguay, una pequeña nación que le recomendara visitar un(a) amigo(a) de Brasil.

Pero mi entusiasmo por estar nuestro país en la primera plana del Herald y en la última, pues el largo artículo también exige entera la contratapa del suplemento -que incluye una foto del impresionante Palacio Salvo-, se fue esfumando a medida que avanzaba en la prosa. Mi desilusión avanzó progresivamente hasta que fue total al culminar la lectura de esa página final. Mi calificación del artículo en términos del beneficio que de él saca nuestro país, es muy baja.

Juzgado desde un punto de vista económico no me parece que el artículo contribuya mucho al turismo hacia Uruguay, que convenza a gente que no lo conoce para que se acerque al país más pequeño del Mercosur. Y las razones para pensar así son varias. En primer lugar pues si bien habla de Uruguay, se le identifica sólo con algunos aspectos -y no los más relevantes-, de Montevideo. Aunque ellos pueden ser de algún interés para visitantes extranjeros, en particular en este caso, para visitantes del Estado de Florida en Estados Unidos, ninguno irá a Uruguay por la atracción que ellos le puedan inspirar. En la nota menciona como atractivos fundamentales para venir a Uruguay, las tres plazas principales de Montevideo, la Peatonal Sarandí por sus puestos de venta de artesanías, el Museo del Gaucho, a la rambla montevideana y a la Feria de Tristán Narvaja así como a un restaurante muy menor y a la Pasiva de la Plaza del Entrevero.

Me animo a decir que nadie del hemisferio norte se puede interesar en visitar a Uruguay tras leer el artículo. Y por si fuera poco, al momento de indicar dónde los turistas se pueden alojar, olvida los hoteles más reconocidos de Montevideo como el Sheraton por ejemplo, una omisión incomprensible por ser bueno y el más conocido en el exterior. Como cuando elabora una lista que tampoco indica los más convenientes o los mejores lugares para ir a comer o los lugares más reconocidos de diversión nocturna. Estoy convencido que las menciones señaladas tienen un potencial de atracción de turistas sensiblemente menor que todo lo que no se menciona.

El artículo identifica a Uruguay con Montevideo; no menciona a Punta del Este ni a la costa en general; se olvida del interior tanto para quienes gustan del turismo campero o de estancias, o el turismo termal o el de caza. No indica posibilidades de otras formas de turismo que Uruguay puede ofrecer como el turismo aventura o el turismo colonial, como tal es el caso de quienes van a Colonia del Sacramento a conocer el lugar desde donde los portugueses comerciaban con Buenos Aires eludiendo el monopolio de las Indias.

Resulta difícil que alguien venga a Uruguay convencido por lo que la periodista dice al culminar su nota como recomendación: "Sí, absolutamente: Uruguay". Ni siquiera creo que convenza a quienes van a nuestra vecina del Plata, Buenos Aires, a que vengan a hacer turismo a nuestro país, como derivado del destino principal.

Una idea


Lo que a mi juicio es importante en el artículo, es que nos despierta inquietudes sobre el impulso que pueden dar algunos periodistas al turismo, además de lo que lo hacen otras acciones -públicas y privadas- y las propias variables macroeconómicas. El artículo nos revela que existe la posibilidad de que un diario de primer nivel del exterior hable de nuestro país, recoja aunque más no sea infrecuentemente, artículos sobre lo que brinda nuestra nación a sus visitantes y lo que ellos pueden hacer como diversión.

Sólo en Estados Unidos existen tantos diarios importantes como Estados tiene la Unión. Esos diarios, al igual que los importantes también de Europa, publican algún día del fin de semana un suplemento dedicado al turismo. Muchas veces, por lo que se aprecia, los escritores son "free lance" que venden lo que escriben al diario que les publica. Bien asesorados -y tal vez remunerados- de manera que vuelquen al público objetivo lo que nuestro país le puede brindar al turismo, pienso que el resultado sería muy bueno y sería una forma económica de tratar el tema: el retorno que ello tendría debería ser bien superior al costo que involucraría.

Creo además, que si simultáneamente con esas publicaciones las autoridades ministeriales respectivas las refuerzan con reuniones con los agentes de turismo del área de influencia de las publicaciones, la publicidad por medio del artículo tendría un alcance potenciado: se trasmitiría al público objetivo y a quienes les atienden y éstos desarrollarían su tarea referida a nosotros en el momento y en el contexto preciso.

fuente: Jorge Caumont - El País Digital
 

Escribir un comentario

Promovemos la comunicación responsable. No publicamos comentarios de usuarios anónimos ni aquellos que contengan términos soeces o descalificaciones a personas, empresas o servicios.