Mi tiempo de ser y hacer en Turismo, obviamente, ya fue. Es evidente que a nadie le interesa lo que pienso, hice o sé, lo que creo se debe y puede hacer, ni lo que pudiera aportar al respecto. Menos aún me interesa a mí convertirme en el sabihondo  cascarrabias del Portal o del Sector.


Ni bien vea que pude, seguramente lo intentaré también con la otra enfermedad que me aqueja: la opinión Política (con P), ya que  tampoco es tema en el que haya podido -pese a mi perseverante esfuerzo- hacer mejor la vida de nadie con mis reflexiones y, como me amarga darme cuenta, quiero dejar también eso atrás.


Permanecer aferrado a la defensa y difusión de unos valores e ideas que ya no te las reciben casi en ningún almacén (mucho menos en los supermercados o en los Bancos oficiales) sería un acto heroico y, como la primer cualidad de un héroe es haberse muerto (cosa que dista mucho de lo que quiero para mí en cualquier plano, al menos por el momento), paso.


Hace tiempo que abandoné (y no vayas a creer: a veces, aún duele) dos pasiones que supe disfrutar como tales: el Fútbol y el Carnaval; arrasados ambos por los mercaderes, los intolerantes, los vivos y los corruptos. Hoy le toca a aquello en lo que invertí mis mejores energías, tratando de aportar a hacer de Uruguay un país en el que diera alegría estar, en el que mis hijos se quisieran quedar y pudieran trabajar, por la vía de hacer del Turismo una actividad profesional y feliz, y de la Política el lugar donde los Hombres se reunieran a compartir y mejorar sus ideas y las de la Humanidad toda, que no a manotear poder o a defender sus intereses personales, corporativos o de clase.


No siento haber fracasado, porque la meta era desmesurada para las pobres fuerzas de un modesto hijo de vecino como yo, pero me hubiera gustado poder decir que estamos más cerca. 


Admiro tu capacidad para seguir navegando en esas aguas, te deseo lo mejor (sea eso lo que sea) y me despido, como siempre.


Cordialmente

Carlos

La respuesta

La firma corresponde a Carlos Santo, ex-colaborador de este medio y uno de los más antiguos lectores del Portal, ex- Director de Relaciones Internacionales del Ministerio de Turismo y quizás, uno de los uruguayos con mayor empirismo en el turismo nacional, lo cual es aún más valioso cuando se practica desde el llano.

Decididamente, no vamos a dar cumplimiento a su solicitud por la sencilla razón que no la compartimos y porque entendemos que su aporte es muy valioso para todos y que en todo caso, si Carlos persiste en su actitud, para dejar de recibir el Portal deberá accionar él mismo, la opción de desuscribirse, disponible para todos en el Diario del Portal.

Quienes siguen con atención nuestro trabajo, habrán visto muchas veces su participación en artículos publicados y más aún, en comentarios sobre artículos de diferentes autores, con su firma y también, con el seudónimo Eldo Lappe.

Muchas veces, quizás las más, hemos sostenido posiciones antagónicas con Carlos, hemos polemizado en más de una ocasión y en todas ellas, los lectores han marcado un altísimo número de ingresos a cada artículo.

Si nos limitásemos a sostener una posición egoísta y a mirar únicamente en términos de audiencia, le pediríamos a Carlos que siga, participando activamente como lo hace pero en realidad, nos atrevemos a trasmitirle el mismo deseo, pero pensando en el turismo y en el gran aporte que da con su participación.

Al parecer, Carlos siente que no es tenido en cuenta y esa, sería la razón de su decisión, nos apresuramos a decirle que, al menos para nosotros y para los lectores que nunca permanecen indiferentes a su participación, logra su cometido.

Entendemos que su tiempo no ha pasado en absoluto y a pesar de correr el riesgo de seguir discrepando y como nos pasa, situarnos muchas veces en las antípodas de su opinión, le invitamos cordialmente a deponer su intención y seguir pensando y  opinando acerca del turismo del Uruguay.

Cordialmente también

Antonio.