por Damián Argul, desde MontevideoHay países de primera que no tienen turismo de primera, y muchos “países de cuarta” que ofrecen turismo de primera.
La categorización no pasa necesariamente determinada por el signo político del partido de Gobierno. El mayor Alberto Casabó. Director de Turismo de un gobierno con el que nunca tuve nada que ver, afirmaba que en Uruguay no podía categorizar la hotelería porque si lo hacía, dejaba al desnudo la carencia de nuestra infraestructura hotelera. Un razonamiento muy válido para aquel momento y es válido hoy para Tanzania que por la categorización, puede perder un tercio de su oferta hotelera.
O sea que la posición política del jerarca, no le quitaba razón en algunos temas específicos.
Fundamentalmente el problema puede ser burocrático.
Por esta razón los touroperadores en Uruguay y en todo el mundo utilizan su propia clasificación y para otro operador nada resulta más confiable. Lo hace Gulliver TA y en cierta forma lo hace Expedia.
Es bueno porque en muchos casos las categorizaciones son muy caprichosas y además hay hoteles que se cambian de categoría por razones impositivas o para mejorar su competividad.
En Estados Unidos no hay sistema de estrellas y en Francia hasta hace pocos meses no existía la categoría 5 estrellas y personalmente recomiendo, con prescindencia de la ubicación geográfica, alojarse en el Hotel Place Athenée que en cualquiera de los siete estrellas que se proclaman por ahí.
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