por Basko Asún desde ChileDe regreso, en Uruguay publicó notas muy positivas sobre Chile, sus autoridades públicas y privadas y la reactivación del turismo nacional después de la catástrofe del 27 de febrero pasado.
Herrera también escribió una nota que los periodistas de APTUR Chile compartimos plenamente, para que el el sector turístico nacional no siga poniendo la carreta delante de los bueyes.
En lo central, Sergio Antonio Herrera escuchó en Santiago muchas quejas respecto del daño que provocó la prensa a la imagen del turismo chileno al difundir sin tapujos la magnitud del desastre, que incluso, por la distancia, se magnificó en el extranjero, más alla de lo que realmente sucedió.
En este sentido, compartimos que gracias a la prensa se pudo poner en evidencia y tomar conciencia sobre la magnitud de un desastre en medio de una increíble falta de medios de comunicación oficiales y de otras carencias que hacen dudar también sobre los responsables de la seguridad nacional.
Sin embargo, estimados amigos del sector turístico chileno, el rol informativo de la prensa no lo vamos a cambiar nosotros ni ninguno de ustedes, pero sí podemos tomar medidas con anticipación para aminorar los daños a la imagen turística.
Esto lo saben muy bien las autoridades de Turismo de Quintana Roo (México), que en sus 800 kms. de costa sus centros turísticos de Cancún, Cozumel, Rivera Maya y Gran Costa Maya, están preparados ante los sucesivos huracanes con Comités de Emergencia Turística, que tienen habilitados previamente refugios con alimentos y asistencia médica, fuentes para producir energía eléctrica, medios de transporte y hotelería en ciudades cercanas para recibir a los turistas antes de devolverlos a sus países o lugares de orígenes.
Incluso, estos preparativos se tienen montados en ciudades distantes que no van a ser afectadas directamente por los desastres naturales. Se puede decir que ellos ya tienen "cultura de huracanes".
En realidad, no es preocupación de este artículo la cantidad de preparativos que hay que tener. El alcance comentarles que también debe haber una acción previa, en forma permanente, hacia la prensa en general, de modo de tener conscientes a los medios de que una vez difundido el desastre es conveniente precisar que fue sólo una zona la afectada y que los títulos no debieran ser tan alarmistas.
Pero, para ello, un Comité de Emergencia tiene que tener voceros que informen con precisión sobre los daños en el sector y la reactivación del turismo en las regiones no afectadas. Incluso, invitar de inmediato a periodistas del país y del exterior a constatar que la mayor parte del turismo nacional continúa en pleno funcionamiento.
Pero para estos cambios de actitud, el sector turístico nacional tiene que percibir primero que la prensa no provoca los terremotos ni los tsunamis, ni menos los huracanes, como ya lo entendieron los hermanos mexicanos.
fuente: Aptur Chile