Museos brillantes
Museo Leopold. Fotografía: Massimo Borchi / Getty Images
Viena tiene una gran variedad de museos, incluidas instituciones dedicadas a zapatos, condones, esperanto y saneamiento. Los favoritos personales incluyen el Museo Leopold (€ 14 / € 10), que alberga la mayor colección de arte Egon Schiele del mundo, además de muchos otros. El Museo Judío (€ 12 / € 8) muestra la fascinante historia de la vida judía, y continúa adquiriendo artefactos para enriquecer sus archivos e innovar: sus exposiciones temporales a menudo son notables. Mi pieza favorita es la bicicleta de Theodor Herzl. También vale la pena visitar la colección imperial de muebles, Hofmobiliendepot (€ 10.50 / € 9.50), con muchas posesiones anteriores de monarcas de los Habsburgo.
Musica y ballet
Natascha Mair y Denys Cherevychko del Ballet Estatal de Viena. Fotografía: Ashley Taylor
Viena prácticamente establece el estándar para el resto del mundo cuando se trata de música clásica, y 2020 marca el 250 aniversario del nacimiento de Beethoven . Aconsejo no señalar a los vieneses que Beethoven era alemán y no austriaco (estableció su carrera aquí), sino que simplemente se deleita con la devoción y la adulación que despierta entre los lugareños. Por cierto, el edificio en el que completó su Novena Sinfonía sigue en pie y ahora es un excelente pub, Bierteufl , con comida típica austriaca. Para una alternativa a los lugares prestigiosos, pruebe el Volksoper- donde a veces actúa el Ballet Estatal de Viena (además de la ópera estatal, por supuesto) - que tiene actuaciones casi diarias de operetas, óperas, musicales o ballets a precios razonables; los lugares de pie pueden costar tan poco como € 3.
Bar gateando
Cafe Europa. Fotografía: Julia Dragosits
Los tiempos de licencia relajados significan que rara vez hay prisa cuando se toma una copa en Viena. Café Europa es un buen ejemplo de esta actitud relajada: está abierto los siete días de la semana, de 9 a.m. a 5 a.m. Tachles , que se anuncia a sí mismo como un Kulturcafé y toma su nombre del yiddish por "hablar directamente", es el paquete completo. Un encantador boozer antiguo con paneles de madera por derecho propio, sirve deliciosos pierogi polacos (empanadillas saladas rellenas) y a menudo tiene música en vivo.
Muerte en Viena
Zentralfriedhof. Fotografía: Alamy
Si Viena tiene la mejor calidad de vida del mundo, también tiene la mejor calidad de muerte. Pocas ciudades tienen cementerios tan hermosos, bien cuidados y agradables. Los vieneses se pasean por los cementerios, mientras que otros salen a pasear por el parque. De los casi 50 cementerios, el Zentralfriedhof es el más grande y famoso. Muchos de los mejores compositores del mundo están aquí, incluidos Beethoven y Schubert, pero no Mozart; Sus restos se encuentran en el cementerio de St Marx, en el distrito 3 (Landstraße). Para una experiencia más morbosa pero dinástica, diríjase a Kapuzinergruft(€ 7.50 / € 6.50), el lugar de entierro de los Habsburgo en el Neuer Markt en el centro de la ciudad. Allí, encontrarás los sarcófagos de más de 100 miembros de la familia imperial en todos los estilos imaginables. Los aficionados a la historia como yo estarán encantados de ver a la emperatriz María Teresa y a su hijo, el déspota ilustrado José II (hermano de María Antonieta), Franz José I y la emperatriz Sisi (asesinada en Ginebra por un anarquista italiano en 1898), el trágico príncipe heredero Rudolf (quien se suicidó con su amante de 17 años) y el igualmente trágico emperador Maximiliano de México (ejecutado por un pelotón de fusilamiento en 1867).
Comer fuera
Restaurante Meissl & Schadn.
Para un verdadero sabor de Viena, diríjase a Schnitzelwirt , que sirve porciones de schnitzel de tamaño familiar a un precio inmejorable de 6,90 €. Los vieneses lo comen tradicionalmente con una ensalada fría de papa. La divergencia puede causar fruncir el ceño. Los menús vieneses generalmente comprenden el mismo grupo de platos, a veces de origen austriaco, pero a menudo heredados de las diversas nacionalidades del imperio: gulash húngaro (más grueso y menos picante que su contraparte Magyar), wiener schnitzel (estrictamente hecho de ternera pero a menudo de cerdo) , ćevapčići eslavo del sur (carne picada a la parrilla), Palatschinken tipo crêpe (reclamado por los rumanos) y Powidltascherl(albóndigas dulces rellenas de ciruela guisada o mermelada de ciruela) de los checos, por nombrar solo algunos. El favorito del emperador Franz Joseph era Tafelspitz , carne hervida en un caldo de verduras, servida con papas gratinadas, rábano picante de manzana y crema agria con cebollino. El restaurante Tafelspitz más famoso es Plachutta , que tiene tres ubicaciones en la ciudad, pero me dirigiría al igualmente excelente Gasthaus Pfudl . También vale la pena mencionar la institución vienesa resucitada Meissl & Schadn: un elemento básico imperial que sobrevivió a la primera guerra mundial (aunque el futuro grande socialdemócrata Friedrich Adler asesinó al primer ministro austríaco allí durante su almuerzo en 1916), pero no la segunda. Reabierto en Schubertring 10-12 en 2017, ahora ofrece cocina vienesa tradicional en un entorno encantador.
Delicias arquitectónicas
El Looshaus en Michaelerplatz. Fotografía: Getty Images
Deje su mapa en su bolsillo y pasee por el casco antiguo, alzando los ojos y metiendo la nariz en cada patio e iglesia escondida. Este cóctel ecléctico de edificios medievales, barrocos, historicistas y modernistas apagará la mayoría de las sed arquitectónicas. Esté atento a la Looshaus (Michaelerplatz 3), que ofendió a los vieneses de clase alta con su "desnudez obscena" (falta de techos de ventanas) al finalizar en 1912, y la gótica Maria am Gestade (Salvatorgasse 12), terminada en 1414, que Joseph Cotten pasa memorablemente en la película de Carol Reed de 1949 The Third Man, que todavía se muestra al menos tres veces por semana en el cine más antiguo de la ciudad, Burg Kino . La universidad, el más antiguo del mundo de habla alemana, ofrece visitas guiadas en inglés (5 €, todos los sábados, 11.30 a.m.) a través de sus locales neorrenacentistas y el Prunksaal (sala de estado) de la antigua biblioteca imperial (1723-26), seguramente uno de los más bellos del mundo (8 €, Josephsplatz 1). Los visitantes a menudo se pierden los Gemeindebauten (edificios municipales) de Viena , proyectos de viviendas sociales construidos entre 1919 y 1934. Aún siendo propiedad del consejo y cumpliendo su propósito original, vale la pena explorar estos hermosos íconos de la era de la Viena Roja. El ejemplo más notable es el Karl-Marx-Hof de un kilómetro de largo en el distrito 19. Prueba también el Rabenhof en el distrito 3 y el Reumannhof de aspecto exótico en el 5to.
Kaffeehäuser
Café Diglas. Fotografía: Alamy
La institución vienesa por excelencia, la cafetería es mucho más que un lugar para tomar café (de una desconcertante variedad de recetas) y disfrutar de rebanadas de pastel que inducen a la culpa. Los camareros son arrogantes, abotonados y carnosos: eso está en la descripción del trabajo. ¡No dejes que te desanime! En Viena, puede pedir un solo espresso por 3 € y quedarse durante horas; Con la comida caliente que se sirve desde la mañana hasta la noche, a menudo parece que no hay razón para irse. Muchos Kaffeehäuser han conservado su gloria y encanto del viejo mundo, como el Café Schwarzenberg , que incluso tiene un servicio amable. Café Diglas y Café Frauenhuber casi logran la misma hazaña, a pesar de estar en el centro del casco antiguo. Kaffee Alt Wien, fundada en 1936, es relativamente nueva, pero ofrece un ambiente más informal y juvenil. Un poco más lejos, en el distrito 4, un espléndido ejemplo de una cafetería local es el Café Anzengruber , dirigido por un encantador equipo de madre e hijo (recomiendo el gulash). Café Hummel en el 8 es igualmente confiable y auténtico.
Tabernas de vino
Una taberna de vinos en Grinzing. Fotografía: Alamy
Durante el verano es un placer ir a las bodegas Heurige en Nußdorf y Grinzing o a sus homólogos menos conocidos en Sievering, Neustift am Walde o Ottakring (al final de las líneas de transporte público en el oeste de la ciudad). Estas tabernas tradicionales simplemente sirven vino producido de sus propios viñedos (es decir, sus jardines traseros). Están abiertos durante la mitad del año o más. Algunos, como 10er Marie (distrito 16), el Heuriger más antiguo de Viena (1740), están abiertos todo el año. Entra, siéntate en una gran mesa de madera, pide una jarra (o varias), escoge del buffet y disfruta de las vistas de las laderas cubiertas de enredaderas.
Cerveza
Los vieneses son entusiastas de la cerveza y el estándar es invariablemente bueno (estoy a favor de Stiegl , Murauer y Wieselburger sobre todo, aunque la cerveza vienesa local es Ottakringer). Evite la zona turística borracha alrededor de Schwedenplatz y Rotenturmstraße en el distrito 1, y diríjase a una posada tradicional: un Gastwirtschaft o Gasthaus . Buenos ejemplos son Rohrböck en el cuarto, Wratschko , en el séptimo o Zur Eisernen Zeit , en el Naschmarkt en el sexto en el mercado popular.
Cuando ir
El área frente a Rathausplatz se transforma en una enorme pista de hielo desde enero hasta marzo. Fotografía: Tolga Ildun / Alamy
Los inviernos suelen ser muy fríos, pero los mercados navideños, el patinaje sobre hielo (diríjase a Rathausplatz ) y la nieve hacen que la ciudad se vea idílicamente festiva. En los veranos calurosos, disfrute de playas junto al río en el Danubio, baños públicos al aire libre y heladerías. Para evitar extremos, tanto de temperatura como de turismo, intente mayo o septiembre.
Al llegar
Viajo en tren cada vez; Si sale temprano de Londres, puede llegar a Viena el mismo día. Desde St Pancras, tome el Eurostar 6.47 o 7.16 hasta Bruselas; cambiar al tren ICE de alta velocidad de 10.25 a Frankfurt; luego tome el 14.21 ICE a Viena, llegando a las 20.45 (boletos desde £ 110 por trayecto si se reserva con anticipación, más consejos en seat61.com ). El operador ferroviario austriaco ÖBB está introduciendo nuevos servicios para dormir directamente desde Bruselas a Viena en enero, inicialmente los lunes y jueves (ida y vuelta domingo y miércoles) saliendo de la capital belga a las 18.30. ÖBB tiene como objetivo ejecutar este servicio en otras noches, también, a finales de 2020.
Donde quedarse
El Beethoven (solo por habitación de 150 €) está bien situado en Naschmarkt, frente a la antigua entrada (el Papagenotor) del Theater an der Wien, a pocos minutos a pie de la Ópera Estatal de Viena. Cada piso tiene su propio tema local cuidadosamente investigado y cada habitación dedicada a un artista destacado o ícono cultural con enlaces de Viena. Más asequible es el Senador (se duplica desde € 60 solo habitación) en Hernalser Hauptstrasse en el distrito 17, a unos 20 minutos en tranvía del centro. Los albergues céntricos incluyen Prime Rooms 2.0 , con camas compartidas desde € 18.
Portal de América - Fuente: The Guardian